𝟶2

210 29 13
                                    

Haerin se había levantando alrededor de las cuatro de la mañana debido a una horrible pesadilla, afuera estaba lloviendo y a ella le daba muchísimo miedo las tormentas, siendo apenas una pequeña cachorra necesitaba sentir los brazos de su padre omega, buscando protección y hacerse bolita ahí mismo.

Así que no dudo en ir al cuarto de Hoseok, donde al momento de abrir la puerta vio que la cama estaba ordenada, y el cuarto vacío.

Soltó su peluche, sintiendo un pequeño dolor en su corazoncito.

Hoseok no podía haberla dejado.

Con pasos rápidos, dirigiéndose a las escaleras, Haerin se agarró del barandal, comenzando a bajar, sus pequeños ojitos se llenaron de lágrimas, que no pudo evitar soltar un sollozo. Intentó abrir su boca, para pronunciar una palabra, pero nada salía, la omega seguía intentando, e intentando.

Hasta que le milagro ocurrió.

—H-Hoseok... —musito, buscando por todos lados al omega, su vocecita tan dulce y bonita—. Hoseok...

La niña seguía buscando al omega, soltando feromonas de tristeza, Haerin aún pronunciaba su nombre, con desespero, su lobito interno, llamando a su padre omega.

Haerin no se daba cuenta, pero YoonGi venía regresando del trabajo, y vio a su hija despierta a altas horas de la noche, se quedó parado en su lugar, y su corazón se estrujo al escuchar la suave voz de su princesa.

—¡Hoseok! —grito en voz alta.

—Bebé, ¿que haces, mi vida? Pudiste hablar —el alfa cargo a su hija, sintiendo ese calor en su corazón, YoonGi aún estaba sorprendido, su cachorra, su bebita, estaba hablando, ¡Haerin volvía hablar después de dos años!

Joohyun, Eunwoo, Minji, Soobin, Hyunjin, Hanni, y un Hoseok, que venía saliendo del cuarto donde los mellizos y los chicos hacían sus tareas despertaron ante el grito, mirando la hermosa escena de padre e hija.

—Papi, ¿donde esta Hoseok? —volvió a preguntar entre sollozos la niña—, ¿se va ir como papi? ¿nos va a dejar a mi y a mis hermanos? Papi...

—Oh, cariño —Haerin abrazo a su padre por el cuello, escondiendo su carita, Hoseok corrió apresuradamente, bajando las escaleras sin tener cuidado, y acarició la espalda de la niña, quien al sentir el contacto despegó su carita, para ver a Hoseok.

—No voy a irme, Hae —la cachorrita no dudo en lanzarse hacia él, Hoseok jamás le negaría nada, así que la cargo—, ¿como crees que voy a dejarte? Eres una linda princesa, cariño. Solo miraté.

Haerin tallo uno de sus ojitos.

—¿N-no t-e vas a-a i-ir como mi papa, Hobi? —el omega negó, abrazándola más.

—Jamás, Haerin, siempre estaré contigo.

Esa noche, nadie pudo dormir.

gkivo

A la mañana siguiente, Haerin corrió al cuarto de Hoseok, despertando al omega con pequeños saltitos.

—¡Hoseok despierta!

—Cinco minutos más, abuela.

Haerin le dio un beso en el cachete.

—Hobi, soy Haerin.

Y el omega se levantó de golpe.

—¿Hablaste? —agarro a la niña entre las axilas, ella formó una sonrisa—. Di otra cosa, corazón.

нσѕєσк у ℓσѕ ѕιєтє ¢α¢нσяяσѕ ━ уσσηѕєσкDonde viven las historias. Descúbrelo ahora