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  En el tedioso viaje, desde mi hogar —si es que alguna vez pudo llamarse hogar— hasta quien sabe dónde me llevó mi mujer, llegué a oir palabras que no pueden llamarse de otra manera, más que como "mentiras", estás salían de la boca de unos cualquiera en cada rincón:  "Lo siento mucho por tu pérdida"— ¿Cómo puedes sentir pesar por la perdida de un desconocido? Solo el corazón más brillante y más humano, siente el pesar de alguien ajeno, y yo estoy seguro que esas voces extrañas que ni un mínimo de tristeza tienen, no poseen ese corazón, la costumbre de ver muertos y personas llorando por ellos, les ha dado el hábito de mentir por los demás.

  "Su memoria vivirá para siempre"— no cuando el olvido comienza..

  Tantas palabras que me hirieron  y me encolerizaron, sabía que estaban cargadas de consuelo y verdad, pero mi espíritu altivo— léase "mi orgullo" — no me dejaba desvelar la verdad, quería que todo fuera una mentira.

  La furia hace aparición una vez más en mi y la soledad me abruma, soy como un pequeño barquillo que se ha perdido en el inmenso mar.

  Escuchó mi teléfono sonar pero ya yo no podré contestar, escucho voces intranquilas formulando preguntas extrañas, pero ya yo no podré responder, ¿Hice lo correcto?

  Mis monstruos guardan silencio y el niño solo solloza en una esquina.

Arrepentimiento Donde viven las historias. Descúbrelo ahora