El cantar de los pajaritos lo hace despertarse de una manera calmada y alegre, en la ciudad no suele ser despertado por esos sonidos.
La noche anterior, cenó junto con su mejor amiga. Después subió a ducharse y se tomó un muy buen tiempo haciéndolo.
Sus pensamientos no dejaban de dar vueltas acerca de Liam; creyó que solo estaba realmente impresionado por su apariencia, pero hay algo más que lo cautiva, algo más allá del físico. No sabe qué es, pero se encuentra con la idea de no querer averiguarlo.
Toma sus cosas y se dirige al baño para tomar una ducha y salir lo antes posible, trata de buscar ahora sí, ropa cómoda que le permita trasladarse por los alrededores.
Cuando baja para desayunar, se encuentra con Laura y Ari hablando bajito, carraspeó para llamar su atención.
— Buenos días, joven Zayn — saludan ambas mujeres al mismo tiempo.
— Buenos días — se acerca tímidamente — ¿Han visto bajar a mi amiga?
— Si — responde Laura — La señorita Valeska se encuentra en el comedor desde hace media hora.
Agradeciendo por la información, se dirige hacia el lugar mencionado y efectivamente, su amiga está comiendo lo que parece ser, su segundo plato con comida.
— Veo que tienes hambre.
— Buenos días para ti también Zayn.
— ¿Por qué no me despertaste?
— Lo quise hacer, pero hacía días que no te veía dormir como lo estabas haciendo — dándole un beso en la mejilla, le sonríe — Solo quería dejar que descansaras antes de empezar con todo.
— Gracias.
No lo dirá en voz alta, jamás. Pero quizá por esto es que es su mejor amiga. Vale puede ser muy infantil cuando quiere, pero en los momentos en los que más la necesita, siempre está para él.
— De todas formas — continúa su amiga — Ese guapo hombre te ha venido a buscar.
— ¿Liam?
Su amiga le da una sonrisa juguetona — Así que Liam te parece guapo, te entiendo.
— No, yo nunca dije eso.
— Claro porque solo dije guapo y lo relacionaste con Liam.
— Eso es mentira, lo dije porque él es el único que me tenía que venir a buscar.
— Mhm amigo, lo que tú digas. Dijo que te esperaría para hacer el recorrido matutino.
— ¿Quieres venir con nosotros?
Pensar en estar solo con Liam, lo hacía sentirse nervioso, creía que se volvía totalmente estúpido y eso no lo iba a ayudar en lo más mínimo.
— No, necesito hacer otra cosa antes, tal vez mañana.
— ¿Qué harás?
— Quiero ir a comprar algunas cosas que olvidé cuando empaqué.
— ¿Tardarás mucho?
— Espero que no.
— Está bien — tomó su plato con fruta y empezó a comer — Pide que alguien te lleve y esté contigo todo el tiempo, no conocemos a nadie e ir sola podría ser peligroso.
— Lo haré, gracias.
Sin mencionar nada más, ambos se dedicaron a degustar sus desayunos. Media hora después, los dos tomaban rumbos diferentes al salir de la casa.
