Mira cada parte del pequeño pueblo como lo más fascinante, no es nada comparado a las tiendas en Londres a las que acostumbra ir con Zayn.
Hacía media hora ya, que Vale terminó de hacer sus compras y decidió dar un vistazo al lugar que ahora iba a frecuentar más, era bellísimo.
Sabía que estaba llamando la atención de la gente alrededor. Si bien su vestimenta era cómoda y le permitía a su cuerpo mantenerse fresco, no era del mismo tipo de ropa que la gente de ahí usaba.
Seguía caminando con su andar seguro y despreocupado, sin darse cuenta de que dos personas se acercaban hacia donde estaba ella, en cuanto la vieron llegar a ese extremo del lugar.
- Buenos días, señorita - un hombre muy atractivo se detuvo frente a ella, acompañado de otra señora muy elegante que sujetaba el brazo del joven - Nos hemos percatado de su presencia y fue imposible no mirarla.
- Jamás la habíamos visto - intervino aquella mujer - Debe entender, que al ser un lugar tan pequeño, es fácil reconocer una cara nueva.
- Hola - relajada, estiró su mano - Mi nombre es Valeska y si, se podría decir que soy nueva aquí.
- Es una muy grata sorpresa. Mi nombre es Victoria y este de aquí es mi hijastro, Erick.
- El placer es todo mío - sonrió a las dos personas.
- Y dinos, ¿en dónde te estás quedando?
- En la hacienda Malik - contesta como si nada.
Las expresiones de ambos rostros cambiaron significativamente y Vale solo pudo arrugar el ceño con confusión.
- ¿Yaser está de vuelta? - Victoria miraba expectante por una respuesta.
- No, he venido con su hijo, Zayn.
- El pequeño Zayn, cómo olvidarlo. Un joven realmente encantador - contestó Victoria, un tanto en burla, pero Valeska no podría distinguir si lo dijo en verdad o no.
- Y dinos - Erick tenía una mirada que no lograba descifrar - ¿Se quedarán por mucho tiempo?
- No lo sabemos aún, pero supongo que si.
Sabía que no debía ser indiscreta y mencionar los problemas de la familia de su mejor amigo.
- Nos encantaría conocer a Zayn.
- Supongo que estaría bien, claro si él quiere. Ahora está muy cansado por el cambio, sería bueno que se estableciera primero aquí.
- Por supuesto, mi hijastro y yo estaremos esperando ansiosos la invitación.
- Bien, entonces - miró el reloj en su muñeca - Tengo que irme. Fue un placer conocerlos.
- Igualmente linda.
Se despidieron los tres y Valeska se subió al vehículo que la había llevado hasta ahí, dejando ahí a esos dos individuos.
- ¿Cómo es que no sabías de esto, Victoria?
- No es mi obligación enterarme de cada persona que llega aquí.
- No, no lo es - la mira con desprecio - Pero si se trata de los Malik, es claro que sí.
- No entiendo qué es lo que te tiene tan preocupado.
- Por supuesto que no lo entiendes. Solo te dedicas a gastar lo que mi padre te dejó, mientras que yo me esfuerzo diario por generar más y más.
- Es lo que te corresponde.
- De todos modos no importa - camina lejos de la mujer, llegando a la camioneta que los espera. Una vez adentro continúa - Para que me entiendas, si ese tal Zayn llega a intervenir más de lo que debería, arruinará todos nuestros planes y ya no podremos cruzar nada por el río, y eso, querida madrastra, es la mayor fuente de nuestros ingresos.
