Érase una vez, en un reino muy lejano, un príncipe se vio obligado a elegir un alfa para casarse y compartir el trono.
Pero algo no sale según el plan...
- 𝓝𝓸 𝓹𝓾𝓮𝓭𝓸 𝓶𝓪𝓻𝓬𝓪𝓻𝓽𝓮 𝔂 𝓱𝓾𝓲𝓻 𝓬𝓸𝓷𝓽𝓲𝓰𝓸, 𝓷𝓸 𝓹𝓾𝓮𝓭𝓮𝓼 𝓼𝓮𝓻 𝓶𝓲 �...
Los días para Taehyung eran demasiado cortos y monótonos. Amaba el invierno, la nieve, amaba el calor del fuego y su alfa que lo abrazaba por las noches.
Pero no había que estár todos los días encerrado en casa sin poder ni siquiera salir.
Tratando de no despertar a su alfa, se levantó buscando algo para comer, sus ojos se iluminaron cuando encontró el pastel al chocolate sobre la mesa.
Inmediatamente cortó un trozo con su navaja y comenzó a comer, ensuciándose a las comisuras de sus labios con las migas de dulce.
El azabache comenzó a despertar lentamente, se estiró y estalló en una sonrisa al ver a su lindo chico, que se dió la vuelta escuchándolo bostezar.
—Buenos días.— Taehyung le dijo con la boca todavía llena y en el tono de un niño que ha sido atrapado por su madre.
Jungkook susurró un'Hola' y luego se levantó acercándose al omega. Se inclinándose sobre sus rodillas dejando un beso en el vientre y levantando la vista, limpia los labios del menor con su pulgar, y luego besarlo.
Taehyung tenía los ojos levantados sobre el mayor que le acariciaba sus mejillas pero empezó a sonrojarse, cuando bajó la mirada... ahora conviértedose en una cereza.
—¿POR QUÉ ESTÁS DESNUDO?—
—Cariño, siempre duermo así.—
—Sí, pero podrías vestirte antes de acercarte por aquí.— susurró mirando al suelo avergonzado.
—No te oigo.— Jungkook volvió a ponerse de rodillas.
—Nada.— Jungkook se inclinó ligeramente hacia adelante comenzando a besarlo poco castamente.
El olor de Jungkook se estaba volviendo cada vez más fuerte y Taehyung no entendía lo que estaba pasando ya que nunca había presenciado algo así.
—TaeTae tal vez... creo que es mejor que me vaya por un tiempo.— rompió el silencio el pelinegro continuando a besar y morder su cuello.
—¿P- por qué?— jadeó el menor.
—Mañana empieza mi celo y ya empiezan los sintomas. En tu estado no quiero que te canses.—
—K-Kookie...— dijo interrumpiendo al alfa, quien lo observa con los ojos oscurecidos. —Q- quiero... Quiero ayudarte. Q- quiero que te quedes conmigo.—
—TaeTae es por tu bien. En tu estado no quiero hacer nada que pueda cansarte o lastimarte.—
—No nos harás daño, lo sé. Y yo confío en ti.— contestó acariciando suavemente la mejilla del azabache.
—Vale.—
—Gracias por el pastel.— dijo mostrando esa sonrisa que le robaba los latidos a Jungkook cada vez que la veía.
Estaba tan enamorado de su pequeño.
—Anoche cuando volví ya estabas dormido. Creo que se ha enfriado un poco.—
—No, está bien.— concluyó antes de volver a comer su pastel, haciendo reír a Jungkook.
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