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"Chicos, tengo que arreglar algo", anunció Kyle con un tono que buscaba comprensión de sus amigos. Sin dar demasiadas explicaciones, salió de la casa de Tolkien con determinación, como si hubiera tomado una decisión crucial. Tolkien observó la puerta a través de la cual Kyle había desaparecido, su mente llenándose de preguntas y conjeturas. Se quedó con una mezcla de curiosidad y preocupación en su mirada, consciente de que algo importante estaba ocurriendo.

Craig, siempre directo, no perdió tiempo en preguntar: "¿Qué te pasa?", fijando su mirada en Tolkien.

"Tengo la sensación de que a Kyle le gusta Stan", reveló Tolkien, frunciendo el ceño. En su interior, había una cierta ambivalencia en relación con Kyle. Por un lado, sentía una conexión y un interés genuino en él; por otro, había reservado sus propios sentimientos para evitar cualquier malentendido.

"No exageres, podrían ser simplemente amigos muy cercanos", respondió Craig con su característico tono de voz escéptico, rodando los ojos ligeramente. Sin embargo, su mirada perspicaz se encontró con la de Tolkien, y ambos intercambiaron una comprensión silenciosa, como si estuvieran en sintonía en lo que respecta a Kyle.

Mientras tanto, Kyle se encontró fuera de la casa de Tolkien, y sus pasos lo llevaron hacia Stan, quien lo esperaba con una sonrisa. "Supuse que estarías aquí", dijo Stan, su tono lleno de alegría genuina. Kyle no pudo evitar sonreír, aunque nerviosamente, ante la bienvenida de su amigo. Stan tenía el celular en la mano, como si hubiera estado esperando a que llegara.

La sonrisa en el rostro de Stan era cálida,corrió para abrazarlo con fuerza diciendo "Extrañaba a mí mejor súper amigo" pero Kyle no pudo evitar sentir que las palabras "mi súper mejor amigo" resonaron de manera incómoda en sus oídos. Un nudo se formó en su garganta, pero se esforzó por contener las emociones que amenazaban con salir a la superficie. Abrazó a Stan con fuerza, intentando ocultar sus verdaderos sentimientos detrás de ese gesto.

"¿Vamos al bosque? Como solíamos hacer de niños", propuso Stan con entusiasmo, separándose ligeramente del abrazo para agarrar ambas manos de Kyle. El corazón de Kyle dio un vuelco ante la propuesta. A pesar de las complejidades que sentía hacia Stan, la perspectiva de pasar tiempo juntos como en los viejos tiempos era tentadora.

"Está bien", respondió Kyle nerviosamente, luchando por mantener la calma mientras miraba a Stan. Con un gesto repentino, Stan tomó la mano de Kyle y juntos se dirigieron al bosque, como si el tiempo no hubiera pasado desde su infancia.

En el parque, los dos amigos jugaron y compartieron anécdotas, reviviendo momentos de risas y travesuras de su pasado. La tensión inicial se desvaneció gradualmente mientras compartían recuerdos y se sumergían en conversaciones nostálgicas. Sin embargo, el ambiente cambió cuando finalmente se encontraron sentados en el árbol que habían trepado desde niños.

Un silencio se instaló entre ellos, cargado de preguntas no dichas y emociones a flor de piel. Los recuerdos de su amistad, los momentos compartidos y los secretos guardados amenazaban con desbordarse en ese momento decisivo. Las ramas del árbol, testigos mudos de su historia, parecían susurrar el peso de sus pensamientos en el aire.

Kyle miró a Stan, tratando de encontrar las palabras adecuadas. Quería hablar sobre lo que había estado sintiendo, sobre sus confusiones y miedos. Pero a medida que sus ojos se encontraban con los de Stan, comprendió que no importaba cuántas palabras pronunciara. En ese momento, en medio de la naturaleza y rodeados de su pasado, las emociones que habían estado ocultas durante tanto tiempo encontraron su propia manera de expresarse.

El susurro del viento entre las hojas parecía transportar los recuerdos de su infancia mientras Stan y Kyle se acomodaban en una rama del viejo árbol. Se miraron el uno al otro, sintiendo la familiaridad de aquel lugar que había sido testigo de tantos momentos compartidos.

"AMIGO" styleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora