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— Estoy muy nerviosa, no se como voy a reaccionar cuando salga, tengo  miedo de lo que me espera afuera.— Dijo Julieta mientras en sus manos tenía a la perrita de la casa dándole besitos.

— Tranquila Julay, todo va a ser perfecto, disfruta esto que estamos viviendo ahora.— La alentó Nacho.

— Vení.— Se acercó el salteño a la rubia al ver la carita de preocupación que tenía y la envolvió en sus brazos. — Tranquila Ju, todo va a estar bien.

Ella sonreía como una nena chiquita cada vez que se encontraba envuelta en los brazos de Marcos.

Era como si la conociera a la perfección y supiera siempre que es lo que necesitaba. Ese abrazo le erizó la piel y le sirvió como empujón para afrontar ese momento de tensión y nervios.

Morita empezó a lamer la cara de su dueño mientras este abrazaba a Julieta, era como que entendía que algo estaba pasando y quería hacerse presente.

— ¿Qué pasa mi goldita? Estas mimosa parece.— Marcos la miró con ternura y con delicadeza la agarró de los brazos de la rubia.

— Awww no, como los voy a extrañar.— Dijo ella que observaba la escena con mucha ternura mientras un puchero se formaba en su rostro.

— Prometenos Marcos que vamos a poder ver a Morita seguido.— Soltó entre risas Nacho.

— Tranquilo primo, la van a ver muy seguido.

Los tres se metieron en sus respectivas habitaciones y por fin terminaron de prepararse. Era la primera vez que iban a verse con sus looks terminados.

Julieta fue la primera en terminar y salió hacia el pasillo para comenzar a dirigirse al sillón. Pero en cuanto empezó a caminar, sintió cómo unos pasos venían tras de ella y se dió media vuelta.

Le costó unos segundos en caer en lo que estaba viendo. Ahí estaba él, con un traje negro, su pelo rubio por el sol, su sonrisa de oreja a oreja mirándola y un perfume que se podía sentir a kilómetros.

— Estas muy bien primo.— Le sonrió con ternura.

— Vos también prima, te queda pintado ese vestido.

— Sabes qué?.— Caminó unos pasos hacia adelante para acercarse a él.

— Qué?.— respondió nervioso al verla a centímetros de su cuerpo.

— Para mi vos vas a ser el ganador, hace días que lo presiento.

— No sé Ju. — Suspiró.— puede ser cualquiera, y la verdad es lo que menos me importa. Ya el haber podido vivir esta experiencia y llegar al último día con ustedes dos es suficiente, no necesito nada más.— Le sonrió y dejó una leve caricia en la nariz de la rubia provocando una mueca tierna en ella para luego seguir su camino hacia el living de la casa.

Julieta quedó paralizada.

¿Cómo podía ser tan perfecto y tener siempre las palabras indicadas para cada situación?

Sonrió al sentir la caricia que le hizo en su nariz y mordió levemente su labio inferior.

——

Mientras tanto el estudio estaba enloquecido.

Santiago anunció que en pocos minutos entraría a la casa para describir quién se quedaría con el tercer puesto y los nervios estaban a flor de piel.

— Silencio por favor, voy a entrar a la casa para saludarlos.— Indicó.

El publicó hizo silencio y la pantalla del estudio comenzó a transmitir la casa en vivo.

Quizás no te vuelvo a ver - [ corto marculi ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora