Quizás no te vuelvo a ver - [ corto marculi ]

5.

— Cuando nos irán a dar los celulares, primos?.— Preguntó Marcos mientras se sentaba sobre la cama de Nacho.

Era la primera mañana en el hotel después de salir de la casa.

Seguian un poco confundidos por todo lo que se había vivido la noche anterior, pero irradiaba felicidad.

Estaban aislados, sin ningún contacto, solamente la televisión.

Los tres decidieron pedir room service y almorzar juntos en el cuarto de Nacho mientras miraban corta x lozano que claramente estaban hablando de la final.

— Ni idea Marquitos, supongo que pronto.— Le respondió él.

— Espero, ya estoy aburrido digamo'.

Marcos se sacó sus zapatillas para después subir los pies en la cama y sentarse como indio.

— Tantas ganas de hablar con tu novia tenes?.— Le preguntó ella, contundente.

Había un tono de bronca en su pregunta, él podía notar como ella lo miraba enojada mientras apretaba sus dientes.

— ¿Novia?.— Preguntó extrañado el rubio.

— No sabias amigo? Marcos tiene novia, nos mintió a todos estos cinco meses.— Ella soltó una risa irónica.

Marcos rodó los ojos y resopló.

— Nada que ver, no es mi novia, es solo una amiga.

— Mira vos, que raro, yo no me chapo a mis amigos..— Lo fulminó con la mirada.

El morocho soltó una risita y extendió su mano para agarrar la de ella.

— Estas celosa?.— Bromeó.

Ella lo miró con odio.

— ¿De qué voy a estar celosa? De qué me endulzaste el oído diciendo que me amabas, que me comiste la boca antes de salir, que me dijiste que afuera íbamos a hablar...? nada, ni un poco de celos.— Se cruzó de brazos. 

Nacho sentía que sobraba ahí. La rubia le estaba recriminando algún episodio al Salteño y aunque le divertía ver la situación, algo incomodo era.

— Emm, voy a preguntar cuanto falta para la comida...— Se levantó rápido de su cama y salio de la habitación dejando a los dos solos.

Marcos no había despegado su mirada de los ojos de Julieta que lo miraba esperando alguna respuesta.

Suspiró al oír en su tono de voz la molestia que tenía y se acercó un poco más a ella.

— Queres saber la verdad?.— La miró a los ojos y ella asintio obvia.

— Si, aunque ya la sé.— Se encogió de hombros.

— Es mi ex.— Tragó saliva.

La rubia frunció el ceño y apretó sus labios.

— Al parecer ella no está enterada de que es tu ex, te encajó un beso tremendo.— Giró su cabeza para mirar por la ventana y humedeció sus labios.

— Lo sé, tengo que hablar con ella, quedaron un par de cosas pendientes antes de entrar a la casa...— Giró la cabeza en la misma dirección que ella para ver que era lo que estaba mirando, y se dio cuenta que nada, solamente no podía sostenerle la mirada.

Julieta asintió con la cabeza y se levantó de la cama para apoyarse suavemente sobre la ventana inmesa que tenía esa habitación.

Su cara cambió por completo al mirar hacia abajo, como si hubiese visto algo que la inquietaba.