2.

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La sensación de nervios recorría aún más el cuerpo de Julieta luego de haber metido la pata de esa manera con Marcos.

Quería desaparecer. Todo el mundo mirando como prácticamente le había tirado onda en la final del programa más visto del país.

Sentía vergüenza, no quería mirarlo a los ojos, lo único que deseaba es que aparezca el conductor anunciando el ganador y todo esto se terminara. 

Marcos por su lado recorría la casa siguiendo el consejo de Nacho.

Observaba cada rincón como si no hubiese tenido tiempo para hacerlo en los cinco meses anteriores. Parecía un acto absurdo, pero creía que si no lo hacía iba a olvidarse de cada detalle con el correr de los días.

Abrió la heladera, observó cada producto y sonrió al ver los restos de chocolate o postres que habían sobrado de semanas anteriores, tenía una mezcla de sensaciones en el estómago impresionante.

— Qué locura todo esto...— soltó en un susurro.

La rubia seguía mirando hacia la nada sentada en ese sillón mientras se abrazaba a sí misma para amortiguar el frío que sentía en su cuerpo.

Entre los nervios y el frío de las noches de marzo porteñas iba a terminar enferma sin dudarlo.

El clima en la casa estaba tenso.

Julieta quería disfrutar de los últimos minutos adentro de la casa pero tenía vergüenza de cruzar miradas con su compañero.

Se dio media vuelta para buscarlo con la mirada dentro de la casa y esbozó una tierna sonrisa al verlo abrir la heladera y susurrar solo.

Marcos era una caja de sorpresas para ella.

En los cinco meses de convivencia, ella nunca terminó de descifrarlo y él no dejó de sorprenderla con sus ideas. Es un chico muy especial e interesante.

Además de ser muy lindo físicamente, era muy lindo ser humano.

La rubia respiró profundo cerrando sus ojos y se puso se pie comenzando a caminar hacia el chico que ahora le daba la espalda mientras exploraba las alacenas.

— ¿Qué buscas?.— Le preguntó en un tono suave.

Marcos sonrió al sentir su voz y se giró para poder mirarla, realmente estaba preciosa.

— Nada, solamente quería dar una última recorrida de la casa digamo'.

— Estuvimos más de cinco meses acá, primo.— Se rió y se sentó sobre la mesada quedando a un costado del chico.— Realmente no tuviste tiempo de observar cada detalle?.

— Hay muchas cosas que no pude analizar con profundidad a pesar de tanto tiempo, sabes?.— Elevó sus cejas y cerró la alacena.

— Como qué?.— Le ganaba la curiosidad.

El chico negó con la cabeza con una sonrisa picara y paso su brazo por encima del cuerpo de ella para alcanzar un vaso del estante que se encontraba detrás de Juli.

Julieta tambaleó al sentir su brazo sobre su cuerpo. Era increíble como a pesar de verse tan rudo, tenía movimientos delicados, y que a pesar del acercamiento imprevisto no fue capaz de tocarla para no incomodarla.

Marcos disfrutaba de ponerla nerviosa, aunque no se daba cuenta, alimentaba su ego al ver como ella se sonrojaba o perdía el equilibrio cada vez que la rozaba.

— Te hice una pregunta.— Retrucó la rubia.

— Cosas..— Se rió.

— Estamos solos, podes contarme que cosas te quedaron pendientes acá adentro.— Quería sacarle información, le intrigaba demasiado que podía estar escondiendo el chico.

Quizás no te vuelvo a ver - [ corto marculi ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora