4.

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— ¡Marcos es el gran ganador de Gran Hermano Argentina!.— Gritó Santiago haciendo que los dos se separen dando un saltito.

Querían llorar de felicidad.

Julieta acariciaba las manos de Marcos mientras sonreía.

En ese momento no podían pensar en nada ni nadie más, era tanta la emoción que habían creado una burbuja entre los dos.

— Atención por favor, Julieta, agarra tus cosas... llegó el momento de abandonar la casa.— Indicó Big.

— Si Big..— Se secó las lagrimas que caían por sus mejillas y corrió al cuarto a buscar su valija.

Marcos estaba shockeado. En su cabeza estaba clarisimo que Juli iba a ganar.

— Gracias gente, muchas gracias, gracias gracias gracias...— Repetía sin parar mientras llevaba sus manos a su cabeza.

Julieta apareció por el pasillo con su valija en la mano y caminó hacia la puerta.

El morocho agarró a la perrita en sus brazos y puso su mano libre en la cintura de la chica para acompañarla afuera.

Ella se acomodó de frente a él, justo donde comenzaba esa inmensa pasarela que la llevaría a la salida con su valija delante de sus piernas.

— Julieta, espero que hayas tenido una buena estadía en mi casa. Gracias por traerle alegría, frescura, baile y felicidad... Esto no es un final, Juli, sino es el comienzo de una nueva etapa en tu vida.. Disfruta, y que seas siempre muy feliz, nos vemos pronto. — Se despedía Big.

— Gracias Big, muchas gracias.— Dijo con la voz entrecortada, estaba muy emocionada.

Julieta se acercó a Marcos y lo abrazó con fuerza.

Él cerró sus ojos hundiendo su cabeza en su cuello y con su mano libre acarició su espalda baja.

— Los amo.— Julieta se detuvo a mirarlo a los ojos y dejó un besito en su mejilla para después hacer lo mismo con Morita.

— Yo también Ju, andá, dale que yo te canto.— Le sonrió mientras ella se alejaba poco a poco de su alcance.

Ella cerró sus ojos, sabía que al cruzar esa puerta su vida iba a cambiar para siempre.

— Chau primo, nos vemos..— Se despidió con su mano y comenzó a caminar por ese pasillo inmenso.

— Queeedate, que la casa sin ti dueeeele...— Marcos le cantaba con lágrimas en los ojos.

Ella sonrió en cada momento.

Siempre se había imaginado como sería el día que le toque abandonar la casa.

Fue mejor de lo que esperaba.

Julieta dio varios saltitos mientras se acercaba a la puerta y elevó sus manos caminando como modelo profesional, jamás iba a perder el glamour.

Antes de abrir la puerta, se detuvo unos segundos para poder observar por última vez la imagen de Marcos con Morita en brazos, que encima está última ahora movia sus patitas como si le estuviera pidiendo que no se vaya.

Mordió su labio, y justo cuando estaba por bajar el picaporte, soltó la valija y corrió hacia Marcos otra vez.

No entendía que le había pasado, pero su impulsividad le había ganado.

Se colgó de su cuello y volvió a besarlo con desesperación.

Tenía miedo de que sea la última vez, quería llevarse el sabor de sus labios para siempre.

Quizás no te vuelvo a ver - [ corto marculi ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora