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3 años después.

Yibo se encontraba acariciando el vientre del omega quién estaba recostado en la cama.

— Se mueve mucho. — Se quejó Zhan.

El alfa se movió hasta quedar a la altura del vientre del omega. —Oye, bebé. No te muevas mucho ¿Mh?, Le haces daño a papá. — Dejó uno que otro beso también allí.

Zhan al eso sonrío con ternura y bajó su mano hacia el cabello de Yibo, acariciándolo con suavidad y lentitud.

Durante estos años su relación se fortaleció más de la cuenta, fue Yibo quién lo incentivó a intentar nuevamente tener cachorros con los alfas del harem, aunque obviamente no le agradó para nada que Peng fuera quien lo dejara en cinta.

Aunque ya no podía hacer nada, no es que sea celoso pero Peng lo había tratado mal varias veces y eso provocó que le caiga mal.

— ¡Mami!. — Wei Ying entró a la habitación del rey sin siquiera tocar la puerta. — ¿Qué hacen?. — Ladeó su cabeza al ver a Yibo ahí recostado en el vientre de su papá.

— Estoy ayudando a tu papá a qué ya no le duela el vientre. — Explicó el alfa.

— Ah, sí bueno, mis hermanitos están jugando cerca del lago. — Al escuchar eso Yibo rápidamente se levantó arregló su vestido, y salió de la habitación.

No le importó ir descalzo solamente levantó un poco su vestido con las manos y corrió hacia el jardín. Al llegar al jardín las gotas de lluvia no se hicieron esperar.

Al alfa no le importó mojarse tampoco, pero sus bebés estaban cerca del lago, ese lago era muy profundo y ellos se podían ahogar.

— ¡Fan Xing!. — Gritó Yibo al ver a su hijo a orillas del lago. — ¡Fan Xing sal de ahí!.

El cachorro se asustó y al pararse se resbaló por el pasto mojado por lo que cayó al lago.

— ¡Fan Xing!...¡Guardias!. — Nuevamente gritó y corrió hacia el lago junto a los guardias que iban detrás de el.

Yibo llegó al lago primero, no dudó en tirarse agarrando así rescatar a su hijo quien estaba luchando por respirar.

Un guardia tomó al cachorro cuando Yibo lo acercó a la orilla.

— Llevenlo a su habitación, ¡Ya!.— Yibo estaba desesperado, su bebé se podía enfermar por el frío y lo sucia que estaba esa agua.

Wei Ying estaba en la habitación de su hermanito preparando el fuego del hogar para que así Fan Xing se mantenga calentito.

— Doctora, ¿mí cachorro está bien?. — Zhan estaba con la doctora apartado de Yibo, Wei Ying y los cachorros.

— Sí, afortunadamente el cachorro está bien, su majestad, el rey Yibo actuó rápidamente, y el cachorro no llegó a tomar el agua de ese lago, lo que sí puede que contraiga una gripe. — Explicó.

Zhan asintió. — Bueno, puede retirarse. — Miró a Yibo quién no dejaba de mimar a Fan Xing.

Se acercó a su familia y se recostó en la cama abrazando a todos sus bebés. — ¿Y si nos quedamos así siempre?.

— Ay no, yo los quiero y todo pero no gracias. — Wei Ying se separó un poco de su papá.

— ¿Y por mí no lo harías?. — Yibo miró a su cachorro mayor.

Wei Ying se encogió de hombros sonrojandose al instante haciendo reír a todos en la habitación.

Peng revolvía el té dentro de su taza. No soportaba lo feliz que se veía la familia real, y ahora quizá se arrepentía de haberle dado un hijo a Zhan.

Por qué sí podía seguir viendo a su hijo pero de nada valía ya que Yibo sería la madre que el mismo.

— ¿Todos te salió patas arriba, no?. — Una Omega apareció a su lado.

— Lo reconozco, yo lo tenía todo para Zhan.

— Sabes que la ley no permite que los reyes se casen con alfas comunes o puros. Yibo está en el puesto que está porque es un alfa Rubí. — Sonrío burlona.

Peng la miró con rabia. — ¿Tu estás de mí lado o no?.

— Sí, sí.

— Entonces en un futuro tu me vas a ayudar a que mí hijo quedé en el trono, ¿Está bien?.

La Omega asintió y luego se retiró. Peng tenía muchos aliados que frente a Yibo fingian muy bien. El pobre alfa no estaba ni enterado que bajo su mismo techo había tanta gente que lo quería hasta matar.

Wei Ying iba caminando por los pasillos cuando escuchó a varias personas susurrar.

"Hay que matar al rey Yibo"

"¿Pero como?, Vive vigilado, si se le toca un pelo el rey los manda a matar"

Al escuchar eso Wei Ying cubrió su boca para no soltar un jadeo de sorpresa. Corrió hacia su habitación y una vez allí soltó todos sus nervios así como también su aroma, el cual se propagó rápidamente por toda la habitación.

Estaba muy nervioso, no quería quedarse sin mamá tan pronto, el necesitaba a Yibo cuando se presente, para cuando sea coronado como el heredero oficialmente.

— ¿Qué hago?. ¿Qué hago?. — Se repetía una y otra vez mientras camina de una punta de habitación hasta la otra.

Mucho no podía hacer, era solo un cachorro y nadie lo tomaría en cuenta. De los nervios ya se encontraba llorando.

Caminó hacia si balcón y se apoyó de la baranda respirando profundamente para calmarse. Se sentía mal, mareado, nervioso, con miedo. Eran muchas sensaciones juntas lo que hacía que no pare de llorar.

Zhan estaba leyendo un libro en compañía de Fan Xing quien a la primera página que le leyó se había dormido.

Aunque no quitaba el hecho de que se sentía cómodo y en paz, paz que quizá no le iba durar mucho una vez que su cachorro nazca, y no es que le falte mucho para que eso suceda.

Ya estaba en su sexto mes, solo estaba en la espera de que su cachorro quiera nacer, estaba muy emocionado.

Pero en definitiva ya no quería más cachorros, suficiente con todos los que ya tenía. La verdad no tenía idea de cómo hacían esos omegas que tenían más de cinco bebés.

En definitiva había gente que estaba un poquito chiflada.

Rey OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora