Rey Omega

10

- Mi bebé, mí hermoso bebé. - Yibo tenía a Sheng Yang en brazos haciéndole mimos.

Peng al verlo rápidamente se acercó a el. - Dame a mí hijo. - Estiró sus manos.

Yibo negó ante eso y atrajo más al bebé a su pecho. - No. No puedo.

- ¡Dame a mí hijo!. - Gritó. - ¡Es mío!.

Yibo seguía ocultando al bebé en su pecho soltando su aroma para que no se altere pero Peng seguía gritando, exigiendo tomar a su hijo en brazos.

- ¿Qué pasa? ¡¿Qué diablos pasa aquí? - Zhan apareció haciendo que Peng corra hacia el.

- Ese alfa no me quiere dar a mí hijo. - Lloriqueó.

Zhan suspiró y empujó a Peng y se acercó a su esposo dándole un beso en sus labios y luego tomó a su cachorro. - Peng, Yo le pedí a Yibo que no te de al cachorro, es más tu no tendrás lazo con tu cachorro hasta que crezca.

Al escuchar eso Peng salió de allí con un nudo en la garganta, ahora sí que quería acabar con ese maldito alfa.

Iba a acabar con ese alfa sea como sea.

Zhan suspiró pesado mientras revisaba los papeles, estaba cansado, todo era papeles y papeles.

- Papi...- Wei Ying apareció en el despacho jugando con sus deditos.

- ¿Bebé?, ¿Qué pasa?. - Se levantó y se acercó a su hijo. - Es algo tarde como para que estés aquí, debes estar durmiendo.

- Es que yo...Yo me siento raro aquí. - Señaló su pecho.

- ¿Quieres que llamemos a la doctora?.

Wei Ying asintió y se abrazó al omega, ambos salieron del despacho, Zhan le avisó a los guardias que llamen a la doctora mientras caminaba hacia la habitación del pequeño.

Zhan se encargó de acostar a su cachorro en la cama, poco después la doctora apareció, el Omega le dió la explicación a la doctora de todo lo que pasó y ella procedió a revisar al príncipe.

Wei Ying se sentía con mucho miedo, no quería estar enfermo.

Luego de media hora la doctora apartó al rey para decirle lo que tenía su cachorro. - Mi señor...El príncipe es...Es un híbrido.

- ¿Qué?. - Estaba realmente confundido.

- Sí, Es un híbrido de tigre, no ha habido un híbrido desde hace tiempo. El último que había murió en los campos de cultivos hace ya muchos años. - Explicó.

- Está bien...Puede retirarse. - Señaló la puerta y luego llamó a una de las damas de Wei Ying para pedirle que lo cuide unos minutos.

El por su parte salió corriendo hacia la habitación de Yibo, al entrar vió a Changze peinando los largos cabellos de su esposo.

Su enojo era más fuerte que el por lo que se acercó a ellos a paso largo tomando a la omega de sus cabellos.

- ¿Qué haces, Zhan?. - Yibo estaba sorprendido por la actitud de su esposo.

- Lo ocultaste. - Habló entre dientes.

Changze empezó a llorar ante eso, cerró sus ojos con fuera. - No era mí intención, su majestad.

- Zhan, sueltala, sueltala, ¡Amor ya!. - Pidió agarrándolo de su camisa.

Zhan al escuchar ese apodo soltó a la omega quién cayó al suelo mientras lloraba.

- ¿Qué te pasa?.

- ¡Lo que pasa es que Wei Ying es un híbrido, y está idiota lo ocultó!. - Gritó