O11

2.2K 297 104
                                    

El sonido persistente del teclado al compás de los dedos hábiles de Izuku predominaba en el ambiente, y el cuerpo del pecoso se encontraba tranquilamente recostado de espaldas encima del pecho de su pareja en la cama. Mientras que el rubio ceniza revisaba su celular, indudablemente ambos disfrutaban de la mañana silenciosa que los recibía.

—Kacchan.

—Deku.

—Han pasado más de media hora desde que nos despertamos.

—¿Y eso qué?

—Creo que ya deberíamos levantarnos.

Otro silencio le siguió, y ninguno hizo algo al respecto.

—Olvida lo que dije, un poco más. —musito alegremente Izuku para después tomar de la mano a Katsuki, y sumergirse una vez más de la calidez y seguridad que solo el rubio ceniza podía darle.

Katsuki no pronunció palabra alguna después de escuchar lo feliz que estaba el pecoso de permanecer junto a él pero como única respuesta, soltó suavemente la mano del peliverde, la rodeo en su cintura pecosa, atrayéndolo mas cerca para depositar un beso casto en su cabeza, para así continuar leyendo con la mano restante unos artículos y documentos que debía dar su visto bueno en el trabajo. 

Era fin de semana, un sábado como cualquier otro. Tanto el peliverde como el rubio ceniza se tomaban esos días para simplemente vagar en su hogar, ponerse al día de la rutina diaria del otro o simplemente para saborearse hasta decir basta.

Aunque, siendo sinceros, nunca es suficiente.

Una nueva notificación hizo que el celular entre las manos de Izuku vibrara, y apenas visualizo el mismo, una sonrisa grande y hermosa se presentó en su expresión relajada. El peliverde de pronto tuvo ganas de levantarse, así que apenas se aparto de los brazos de su esposo, estando de pie al costado de su cama comenzó a brincar en su sitio demostrando su evidente euforia.

El rubio ceniza al percatarse de esto, lo miró con una ceja alzada, en espera de una explicación.

—Kacchan, Kacchan, Kacchan.

—¿Qué?

—Kacchan, Kacchan, Kacchan.

—¿Qué demonios...?

—Kacchan, Kacchan...

—¡Habla de una maldita vez, Deku!

Y así, señoras y señores, es como debes colmarle la paciencia a alguien. Escrito por Midoriya Izuku.

A Izuku no le importo en lo más mínimo la repentina exclamación, estaba tan acostumbrado que orgullosamente el peliverde podría ser considerado inmune al elevado tono de voz que Katsuki, en ocasiones, no puede controlar a su alrededor. 

Ignorando olímpicamente y descaradamente la mirada curiosa de su esposo, volvió a chillar y dar vueltas en su sitio en lugar de responder.

—¿Qué mosca te picó? —hablo Katsuki mirando extrañado a su pareja.— No me digas que el estúpido pelo de mierda volvió a invitarte a otro concierto, porque ten por seguro que no te volveré a recoger a las cuatro de la madrugada. 

—¿Ah? ¿Concierto? No sé de qué me hablas —respondió finalmente el pecoso al mismo tiempo que tecleaba algo en su celular, sin apagar en ningún momento su chispa burbujeante.— Si no me acuerdo, no pasó.

El gruñido de Katsuki no paso desapercibido e Izuku mostró una sonrisa más amplia, murmurando lo divertido que era molestarlo, y que pararía de una vez.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 25, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Vlog de Deku © | KatsuDekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora