Capitulo 4

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Comienzo a reírme junto Beth y Kris que dicen tonterías sobre algunos chicos que se les insinuaron no muy discretamente.

— ¡Me dijo nena!— suelta Kris y estalla en carcajadas—. Cualquiera pensaría que es sexy cuando un chico te lo dice, hasta yo lo creí pero este...— niega—. Tiene voz de niñita— sonríe y comenzamos a reír.

Salimos de las instalaciones de la Universidad de Sunville y lo primero que captan mis ojos son al prestigioso y mujeriego: Andre Prinst. Se encuentra apoyado en su moto con los brazos cruzados rodeado de varias chicas. Ruedo los ojos y mis amigas también miran en su dirección.

—Ya chicas— dice él con una sonrisa—. Necesito irme.

— ¡No!— chillan ellas agarrándose de su polo—. No te vayas, si quieres yo me puedo ir contigo— la chica le guiña un ojo y él hace lo mismo.

—Hoy no, bebé— le dice él—. Tengo unos asuntos pendientes— separa a todas de su camino y camina de frente para llegar a la entrada de la universidad o mejor dicho hacia mí—. Hola, Ela— sonríe.

—Hola, Andre— le saludo y veo como todos nos miran—. ¿Qué tal?— le pregunto.

—Oh, tú sabes. Todo va muy bien— voltea y se despide de sus chicas con un beso volado y todas tratan de agarrarlo. Idiotas—. Quería saber si seguía en pie lo que te pregunté.

—Te dije que estaba ocupada— le sonrío—. Otro día será— paso por su costado y mis amigas hacen lo mismo.

Comenzamos a caminar y me detengo al escuchar el grito proveniente de Andre.

— ¡No te me vas a escapar, Black!— grita—. ¡Grábalo en tu mente!

Lo que tengo en mente solo es mi venganza.



— ¿A dónde fuiste, Brooke?— pregunto apoyándome en la barra de la cocina.

—Tenía que arreglar unos asuntos— se encoge de hombros y sigue preparándose una hamburguesa.

—Genial— camino hacia el refrigerador y comienzo a ver la comida que se encuentra ahí.

— ¿Sabes que dicen de ti, cierto?— me pregunta.

— ¿Y ahora que dicen de la respetable Daniel Black?— le pregunto aún con mi cara metida en el refrigerador.

—Muchas cosas de las cuales te sorprenderías— susurra y yo me paro junto a la sandía que llevo entre mis manos.

—Me da igual, Brooke— me encojo de hombros y busco un cuchillo para poder cortar la fruta—. Tú sabes que nunca le he tomado importancia a lo que dice la gente de mí— parto la sandía y me volteo para verla comer su hamburguesa.

—No entiendo como no te puede importar— me reclama—. ¿No te afecta ni un poquito?— pregunta.

—Sé lo que soy, Brooke. No necesito que la gente me diga lo que tengo o no porque solo yo sé quién soy— le digo.

Me retiro después de guardar la el resto de la sandía y lavar el cuchillo. Subo lentamente las escaleras mientras pienso en qué hacer esta tarde tan aburrida.

No tengo tareas, no quiero estudiar, no quiero estar en mi celular o computadora, no quiero hacer nada. Abro la puerta de mi cuarto y prendo la luz.

Me dirijo hacia el cajón de mi ropa interior y saco la hoja un poco arrugada color rosa.

Víctima: Andre Prinst.

Edad: Diecinueve años.

Fecha de nacimiento: 06-11-95

Enamorando a Andre Prinst. (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora