Nadie entiende el dolor que siento cada vez que hacen un comentario ofensivo hacia mi.
Nadie entiende el dolor que siento cada vez que lo veo hablar con otra persona.
Nadie entiende el dolor que siento que mi mejor amigo se haya ido de mi lado sin razón.
Nadie entiende el dolor que me da el no tener a alguien cerca de mi al que pueda contarle todo lo que me sucede.
Nadie entiende el dolor que siento ni lo mucho que necesito un psicólogo.
Nadie entiende mi dolor.
Nadie entiende mis lagrimas.
Nadie me entiende.
Pero que importa, ya me acostumbre.