QLEK| Kazama Tooru regresa a Kasukabe por las vacaciones, después de un largo tiempo de estudios en la universidad.
Lo que menos esperaba era encontrarse a cierto chico pelinegro.
❝¿Enserio él es Shinnosuke?❞
Cierto chico que no era como lo recordab...
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Los pasos rápidos y furiosos de una mujer ya de edad se disponía a ir a despertar a su hijo. Misae sabía que su adorado hijo no se levantaba temprano, pero todos los días se aliviaba de que al menos sus razones para ir a despertarlo era por qué debía ir a la universidad, faltaba un día para que las vacaciones por fin llegasen, suspiró antes de gritar y tocar la puerta.
─ ¡Nohara Shinnosuke, Ya levántate! ¡Vas a llegar tarde a la universidad! ─ menciono tocando fuertemente la puerta de la habitación.
El dueño de aquel cuarto se remobio incomodo por los toques fuertes y determinados de su madre.
─ ¡Ya voy Misae! ─ respondio para por fin sezar los golpes.
─ ¡Rápido que ya está el desayuno! ¡Y que me digas mamá! ─ dijo Misae para luego retirarse.
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Misae estaba muy orgullosa de Shinnosuke, desde siempre, se sentía feliz de que esté en una universidad ¡Y lo mejor! Estudia economía, si, si, como madre al principio estaba aterrorizada ese día del examen de admisión, pero leer en el cartel "Nohara Shinnosuke" ¡Su hijo! Su único hijo adorado estaba en tercer lugar, fue una alegría, recuerda haber llorado de felicidad, felicidad de que su hijo tenía oportunidad en esta sociedad.
Sonreía lavando los platos que habían dejado Himawari y Shinnosuke en la mesa, no podía decir menos de Hima, su hija también le enorgullecía, se daba cuenta que Shinnosuke había madurado, bueno, lo necesario, seguía siendo un crío mirando la televisión, un crío muy apuesto, su hijo era muy atractivo, lo sabía y las vecinas también.
Escuchaba siempre departe de las vecinas "Shinnosuke se parece mucho a su papá, ¡pero más atractivo!" Reía enorgullecida, ahora debía pensar de que hará para almorzar y cenar, quería mimar a su hijo. Pero el timbre se escuchó, dando a entender que alguien estaba esperando afuera.
Al abrir la puerta pudo notar que era una amiga, una amiga que casualmente a veces se encontraba en el mercado, la madre de Kazama, se veía arreglada, curiosa Misae solo pudo saludar.
