Cap. 7 "La fiesta de la desgracia"

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Yo miré la televisión pues no tenía nada más que hacer, me arreglé desde la mañana.

Luego de unas horas, se dieron las 7:30 y llegaron Steve y Robin a la casa. Me confundí bastante al ver entrar a Robin por la puerta, se veía BASTANTE linda... ella tiene una belleza inexplicable, sus pecas, su cuerpo, su altura, Dios, si fuera un hombre me enamoraría de ella con sólo mirarla.

- Mills!! — Robin corrió a abrazarme.

Yo correspondí su abrazo con una gran sonrisa, la extrañé tanto...

Steve sólo nos miraba sonriente desdd la puerta principal.

- UGHHHH, ESTUVE TODA LA MAÑANA ESPERANDO QUE ME HABLARAS!!! — Robin se quejó soltándose del abrazo y tomándome de los hombros para verme a los ojos.

Mis ojos se cristalizaron, me sentía demasiado mal por no hablarle a Robin.

- PERDÓNAME!!! — lágrimas corrían por mis mejillas, me importaba una mierda si mi maquillaje se jodía y tenía que arreglarlo.

Los ojos de Robin se abrieron por la preocupación y Steve se acercó asustado. Robin me abrazó denuevo y colocó su cara dentro de mi cuello, en esa posición su respiración comenzó a tranquilizarme lentamente.

- No tienes porqué disculparte, linda.
— suspiró — Sé que no era tu intención. Ahora, ¡límpiate esas lágrimas porque tenemos que ir a una fiesta! — me miró con una gran sonrisa en sus ojos.

Yo asentí devolviéndole la sonrisa y la tomé de la mano para ir a mi habitación, tenía que arreglar mi maquillaje de mierda.

Robin y yo estuvimos platicando mientras terminaba mi maquillaje. Pasó alrededor de una hora y 15 minutos cuando escuché el claxon del Camaro de Billy. Yo corrí hacia la puerta para asomarme y gritarle a Billy que en unos minutos salía. Regresé a la sala y ví a Robin parada en la puerta de mi habitación, se le notaba confundida.

- No le dije a Billy que ibas a ir con nosotros a la fiesta... Y no creo que se ponga muy feliz al saberlo — dije viendo a Robs a los ojos desde la poca distancia que había entre nosotras.

- Uhm... tienes razón. Creo que no le agrado mucho — apenada, Robin se puso la mano en el cuello y agachó la mirada.

Steve nos estaba escuchando y observando desde el sofá, y se metió en la conversación.

- Cómo vas a dejar a Robin, vino a acompañarte. Tu estúpido novio no tiene porqué meterse, ni que le hubiera hecho algo — Steve refunfuñó.

Robin y yo nos miramos a los ojos, nos sabíamos qué hacer. No podía dejar a Billy esperando más tiempo, y tampoco quería que Steve se enterara de las cosas que pasaron con Billy.

- ¡Bien!, Steve, ¿puedes llevarme a la fiesta?. Solamente no quiero incomodar a Billy y Mills, pero tampoco quiero faltar a la fiesta — le guiñó el ojo a Steve de manera disimulada.

Steve rodó los ojos y suspiró con algo de "enojo".

- Bien — se limitó a decir sólo eso.

Ni bien escuché esa palabra me despedí rápido agitando mi mano y me dirigí al auto de Billy, donde no más entré y ya me estaba besando de manera brusca; yo me alejé rápidamente.

- Tan siquiera un "hola" ¿no? — bromeé y le di un corto beso en los labios — podemos seguir... pero aquí no~, mi hermano puede vernos.

- Hola, preciosa~, por Dios, te extrañé tanto. — Se puso a conducir.

A decir verdad, me encantaba escucharlo decir esas palabras, me hacía sentir suficiente cuando la mayoría de veces me hace sentir todo lo contrario. Pero, al parecer sólo extrañaba mi puto cuerpo, este cuerpo que se iba a volver algo sucio y despreciable.

La fiesta se encontraba en una casa algo lejos del pueblo, así que en un momento del camino, Billy se detuvo y me hizo una seña para que me sentara en sus piernas, a lo cual obedecí.

Luego de un par de besos, manoseos y un poco más... arrancamos hacia la fiesta denuevo; en cuanto llegamos, Billy se encontró con sus amigos y yo me dirigí por una bebida a la cocina, en donde me encontré con Robin, quien debió haber llegado mientras Billy y yo... bueno, ya saben.

- ¿Robin? — pregunté extrañada, no pensaba encontrarla en cuanto llegara.

- Hey, linda — me saludó de beso en la mejilla con una bebida en su mano — Me alegra que llegaras, estaba bastante aburrida.

Yo sonreí y me dirigí a tomar una bebida.

Pasaron las horas y yo seguí bebiendo; llegó un punto en el que me puse tan ebria que no podía casi ni sostenerme, por lo cual Robin iba detrás de mí como si fuera mi madre.

- Oye, Mills — a duras penas escuché esas palabras salir de la boca de Robin entre todo el bullicio que hacían en la fiesta.

- ¿Mhm?~.

- Voy a ir al baño, ¿puedes quedarte aquí a esperarme? — Robin me tomó de los hombros para que pusiera atención.

- Sisi, claro, ¡tú ve! — le dije y volteé hacia otro lado.

Robin se dirigió al baño y yo me quedé ahí, me preguntaba dónde estaban Billy
y sus amigos, hasta que escuché llamarme una voz masculina que sonaba bastante conocida y una mano grande tomando la mía llevándome hacia una habitación; yo sólo escuchaba risas y murmullos, no entendía ni podía procesar qué estaba pasando; hasta que sentí unas manos tibias subir mi vestido mientras acariciaba mis piernas, y de vez en cuando rozaba mi entrepierna con un dedo... luego sentí que dos chicos tomaban mis brazos y los levantaban, mientras otro chico subía mi vestido lentamente y todos observaban.

En una esquina de la habitación, se divisaba un chico de pelo largo y rubio, musculoso y vello facial, era Billy...
Solamente riendo, observando y "controlando" a los chicos, era como si él les hubiera dado el derecho de que me desvistieran. Luego mi cuerpo se estremeció cuando uno de los chicos, que tenía las manos heladas, sin previo aviso, ni autorización, tocó mis senos, haciendo que sintiera un escalofrío recorrer mi cuerpo de pies a cabeza. Muy apenas pude entender bien qué pasó después de eso, lo que recuerdo muy bien, fue cómo ya me tenían completamente desnuda sobre la cama y la puerta de la habitación se abrió con fuerza, era Robin, que no venía sola, ya era la hora que Steve le había dado para venir por nosotras y me estaban buscando... me encontraron, pero no de la mejor manera.

Ellos entraron gritando, Steve entró y no dudó en ir y golpear a Billy, Robin se dirigió hacia mí con rapidez, empujando a todos a su paso, me cubrió con una sabana y me sacó de ahí llevándome al auto de Steve.

Mientras dentro Steve y Billy se molían a golpes, Steve ya se encontraba con el ojo hinchado y Billy muy apenas tenía la nariz con un poco de sangre, y los nudillos lastimados. Luego de un rato de estar peleando, alguien los detuvo y sacaron a Steve de la fiesta.

Él corrió hacia el auto y vió que estaba yo casi desmayada por lo ebria que me encontraba en el asiento trasero recostada sobre el regazo de Robin. Así que rápidamente se subió al asiento del piloto y condujo hacia la casa con lágrimas en sus ojos y sangrando por casi todas partes.

- Robin... ¿te gustaría quedarte a dormir en nuestra casa? — preguntó intentando que no se notara lo quebrada que estaba su voz.

- Con gusto, quiero estar con Mills, y aparte voy a ayudarte con las heridas.

Steve asintió y seguimos el camino a casa...

── ⋆⋅☆⋅⋆ ──

¡Hola!, sé que estuve mucho tiempo sin actualizar, pero, ya volví 🫦. Espero les esté gustando la historia.

¡Lws amo💋!

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⏰ Última actualización: Dec 31, 2023 ⏰

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⋆⭒˚。⋆ Amarnos es imposible { Robin Buckley }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora