Las semanas no eran algo que Junsu disfrutara sentir pasar.
Desde que Yoochun se había ido a Estados Unidos con Jessica, Junsu detestaba que los días pasasen.
Ahora no podía decir que le gustaba, pero ya no lo detestaba. A pesar de no disfrutar de ello, le parece más llevadero.Si bien, Yoochun ya no estaba con él, ya no estaba con nadie más, lo cual aliviaba su corazón.
Sin embargo, Junsu tenía muchas cosas que arreglar aún. Aunque algunas podian esperar... Pero otras no.
Independientemente de muchas cosas, Junsu se había detenido en distintas ocasiones a beber hasta el cansancio con Rudolf cuidándole en sus borracheras. Todo producto del despecho. A veces Junsu solo quería desconectarse de la realidad donde Yoochun ya no estaba.
Pero esta vez no quería ser cuidado. Por eso convenció a Rudolf de embriagarse con él... Más que convencerlo, lo obligó.
Es por eso que ahora se encuentran ambos ebrios, aunque Junsu no ha bebido demasiado, sin embargo, poco a poco, se ha dado un extraño juego de coquetería entre ambos.
—Basta, Junsu —Rudolf ríe acariciando su rostro— Si sigues, tendré que darte una lección.
—¿Una lección? —Pregunta "inocentemente" —¿Estoy siendo un chico malo, Rudolf? —Su mano se arrastra desde el pecho ajeno hasta su estomago— Quizás si merezca una lección ¿Que lección me darás?
—Esta.Rudolf no aguanta más y lo besa. Junsu corresponde de inmediato. Rudolf aun tiene algo de raciocinio, así que saca a Junsu de la fiesta en la que están y lo lleva al coche. Los besos siguen mientras se acomodan en el asiento trasero y, tras cerrar la puerta, Junsu se encuentra a merced del contrario.
De manera gentil, pero un poco desesperada, Junsu es despojado de sus prendas inferiores. Rudolf está realmente excitado, si no fuera por la poca conciencia que le queda, no se habría detenido a preparar a Junsu.
—Oh cielos, Rudolf— Junsu se retuerce y lo toma por el cuello de la camisa para acercarlo y besarlo— Cojeme como nadie, Rudolf.
El hombre solo obedece. Pronto se acomoda entre sus piernas y toda la expectativa se llena cuando Rudolf se empuja fuertemente en el mayor. Junsu gime complacido y siente como el miembro ajeno comienza a moverse en su interior.
Sus caderas son fuertemente sujetadas y Junsu se sostiene de lo que puede. Comienza a sudar y sus gemidos no pueden ser silenciados. Entre el poco raciocinio que le queda, Junsu se pregunta "¿Por qué no lo intenté antes?"
Siente estar tocando lo gloria y, cuando piensa que no puede sentir más placer, su miembro es sujetado y bombeado con fuerza. Los dedos de sus pies se crisparon por la repentina sensación y quiso hablar, pedir más, pero nada coherente salía de su boca.
—¿Que pasa, bonito? —Preguntó Rudolf con sonra deteniendo sus acciones— ¿Tanto te esta gustando que nisiquiera puedes pensar?
Junsu estaba sensible. Cuando iba a responder, se le proporcionó una fuerte y profunda estocada que le sacó un jadeo el cual interrumpió su intento de hablar.
—Intenta rogarme por mas—Le ordenó.
¿Como es que Rudolf se había vuelto ese hombre? Cuando Junsu iba a hablar, Rudolf dio otra estocada.
Esa noche, Junsu queda sorprendido de que aquel tierno y amable hombre que tenía por prometido se volvía otro ser a la hora del sexo. También queda totalmente satisfecho al final de la noche.
Después de terminar, habían ido a la casa que pronto comenzarían a compartir y se acostaron en la gran cama nueva. Junsu durmió con satisfacción hasta el siguiente día.

ESTÁS LEYENDO
The last dance [YooSu]
FanfictionEl último baile, me pertenece sólo a mi. El último baile... ...En el último baile. [...] Sólo nosotros dos.