Los movimientos son fuertes pero delicados a la vez, Junsu gime de una manera que es extrañamente excitante. Al menos en ése momento en dónde le invade el miedo a ser descubierto teniendo relaciones sexuales con su "mejor amigo" justo en el día y lugar de celebración de su boda, con su ahora esposa vestida de blanco en la sala próxima.
Los besos no faltan mientras Yoochun se hunde profundamente en la gloria que es la cavidad de Junsu. Trata de ser rápido, lo más rápido posible pero sin que se note su desesperación por acabar, sin embargo disfruta de lo poco que puede.
Sus manos recorren ése cuerpo que ya conocía de memoria, así que tocan puntos sensibles y trata de complacer al menor.
Después de un rato Junsu se corre manchando aquél sofá dónde se encuentran y Yoochun sigue hasta poder sentir su propia liberación.-Oh cielos, Yoochun... - susurra Junsu con la respiración agitada- No sabes cuánto te amo.
-Lo sé- acarició su rostro y se inclinó a besar suavemente sus labios- Lo sé, hombre.Salió del interior de Junsu y se levantó para tomar su ropa y comenzar a vestirse. Junsu fue hacia el pequeño baño medio que había ahí y se aseó rápidamente antes de ir en busca se su ropa y colocársela de igual manera.
Cuándo estuvo listo, se acercó a Yoochun y le tomó la corbata para acomodarla.-Si te preguntan, estaba entrando en crisis, así que tuviste que venir conmigo.
-¿Crisis? ¿Quién va a creer eso?
-Todo el mundo- soltó la corbata ya acomodada y le miró- he tenido tantos problemas desde antes de tu partida... Que empeoraron con la misma... que la gente que nos rodea no estaría sorprendida.
-¿Te pasa seguido?
- Ya no, pero me pasó el tiempo suficiente para que todos pudieran enterarse de mi condición. Las crisis me llegaban en cualquier lugar, a cualquier momento. No les será difícil creerte. Así que vamos, terminemos con ésto.Dió un último beso que fue correspondido y salieron del lugar.
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La noche había caído, los invitados estaban uno tras otro poniéndose ligeramente ebrios y el alcohol estaba distribuyéndose de manera impresionante.
Yoochun se encontraba hablando con un mesero, hacía gestos con los dedos que Junsu conocía de memoria. Él señalaba las cantidades de alcohol y otros líquidos que quería en su bebida, Junsu lo sabía, no por nada habían pasado sus fines de semana entre borracheras por tanto tiempo.Cuándo el mesero fue hacia la mesa más cercana con los ingredientes, Junsu se levantó sin dar aviso a nadie y caminó sacando de manera disimulada aquél frasco, escondiendolo en la tela gris que colgaba de su manga.
-¿Tienes vodka?- le preguntó al hombre mientras llegaba a su lado.
-Lo tengo, señor - respondió vertiendo en un vaso agua mineral.
-¿Podrías servirme un poco?- el hombre asintió y Junsu sonrió- Estoy sentado allá- señaló hacia su lugar y el mesero miró dando un nuevo asentimiento.Junsu caminó y al tiempo de hacerlo, pateó una de las patas de la mesa provocando que unas cosas cayeran, entre ellas una botella de alcohol, por la cual el mesero reaccionó rápidamente y se movió para sostenerla.
Junsu sostuvo el vaso de Yoochun y vertió el líquido del botecito que traía, todo ésto bajo su manga.-Lo... Lo siento mucho - se disculpó mientras se agachaba para ayudar a recoger algunas cosas cómo los revolvedores.
-No, no. Usted descuide- dijo el mesero ayudando a Junsu a levantarse- Podría cortarse con los vidrios rotos.
-Tú también podrías - fingió preocupación por el chico que sonrió agradecido por la atención.
-Descuide, estaré bien. Vaya a disfrutar la fiesta, en un momento le llevo su vodka.Junsu no se hizo más del rogar, agradeció y se fue a su asiento. Desde ahí, observó cómo el mesero llevaba la bebida ya preparada hasta la mesa donde se encontraban Yoochun y Jessica.
Cuándo el cierre del evento llegó, la pista se despejó y la primer persona con la que Yoochun bailó, fue con su madre, después con su suegra y así vió pasar a algunas personas.
-Rudolf... Me siento mal- dijo sosteniendo su hombro- Necesito aire.
-Vamos - miró a los padres de Junsu y a los propios- Venimos en un momento, Junsu necesita salir.Sin preguntar o pensar dos veces la situación, Rudolf tomó de la cintura a Junsu y le ayudó a salir del salón. Caminaron por el jardín y Rudolf hizo a Junsu sentarse al borde de una jardinera.
-No puedo con ésto - susurró con lágrimas en los ojos.
El aire se sentía tan pesado, tan espeso que llegaba al punto de ser asfixiante, cómo si estuviera húmedo y aquello le llevara a su dificultad para respirar dentro de aquél lugar.
- Sé que es difícil. Pero vamos, puedes con ésto. Puedes superar a ése tipo. Yoochun no es el único hombre en éste mundo, puedes darle vuelta a la página.
- Por dios... Eres tan perfecto- sonrió con tristeza - Creo que... Si no hubiera sido por el erróneo amor que me atrapó a Yoochun, hubiera podido enamorarme de ti. ¿Quién no querría desposar a un chico como tú?
-Tú- dijo divertido- ¿Sabes que me amenazaron un montón de veces cuándo se anunció nuestro compromiso?
-¿Qué? - preguntó con el ceño fruncido
-Como oyes. Al parecer eres un doncel algo así cómo... Exótico. Varios hombres querían pedir tu mano, me dijeron que debía dejarte o me harían un sinfín de cosas horribles.Junsu maldijo por lo bajo. ¿Cómo que un doncel exótico? ¿Varios hombres querían desposarlo?
¿Por que Yoochun no estaba en ese montón de hombres interesados en él?
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The last dance [YooSu]
Fiksi PenggemarEl último baile, me pertenece sólo a mi. El último baile... ...En el último baile. [...] Sólo nosotros dos.