The last dance [YooSu]

Maldito.

-Heechul... Reta a Junsu
-Guardo mi reto.
-¿Seguro?
-Seguro, lo usaré más tarde.

Juego de botella, estaban haciendo el juego de botella.
Estaban en casa de Ryeowook en una fiesta de amigos bastante pequeña. Habían bebido un poco y ahora estaban todos sentados en el piso jugando.

-KyuHyun pregunta a Yoochun.
-¿Verdad o reto?
-Reto- la vista de Heechul y Kyuhyun se cruzó en una complicidad que no le gustó a YooChun- No, verdad, elijo verdad.
-No- Kyuhyun negó- ya elegiste reto. Así que yo te reto a... -sonrió con anticipación- Besar a Junsu.
-¿Qué?- Negó- Junsu no...
-Yo uso mi reto ahora- interrumpió Heechul- Junsu, te reto a besar a YooChun.

YooChun y Junsu se miraron y miraron después a los malditos de sus amigos que seguro habían planeado todo desde un principio.

-Pero no uno de juguete- interfirió Kyuhyun- Un beso frances.
-Que dure 15 segundos- completó hee.

-Solo hagamoslo lo más rápido y menos incómodo posible- Dijo YooChun.

Junsu asintió y con duda ambos se acercaron uniendo sus labios. Todos comenzaron a contar los segundos extremadamente lento y el reclamo en el tercer segundo "Frances" hizo que abrieran la boca.
Sus lenguas se encontraron y el beso se volvió profundo y morboso... Más de lo que los retadores hubieran pensado. Algo que se volvió adictivo e impresionante de ver.
Cuándo los 15 segundos terminaron, hubo un par de segundos extra antes de que se separaran.

-Por Odín- susurró Heechul.
-Si que se traían ganas- dijo ChangMin.

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Aquél momento fue realmente confuso.
Aquél beso forzado levantó sospechas en mi interior. Besar a YooChun me hizo sentir extrañamente excitado.
Aunque lo oculté de la mejor manera.
Había aprendido a ser discreto y eso me ayudó. Esa noche, teníamos permiso de quedarnos en casa de Ryeowook. Los padres de YooChun estaban en un viaje de negocios junto a los míos, pues siempre han sido socios empresariales.

Yo no sabía que aquél juego iba a terminar con YooChun besándome.

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-Vamonos.
-¿Que?
-Junsu, vamonos.
-¿A dónde?
-A tu casa, a la mía, que importa. Quiero hablarte a solas.

Hablarte...
Junsu se preguntó si hablar era realmente lo que Yoochun quería hacer con él.
Pero no se negó. Dijo que sí y dijeron que se iban... Nadie dijo nada.
Subieron al auto de Yoochun y éste condujo camino a su casa.

-Junsu.
-¿Que?
-El beso...

Junsu le miró y sintió el calor subir a sus orejas. Se había sonrojado.
No se dijo más, hasta que llegaron a la casa de Yoochun. Entraron a su casa y Yoochun le miró.

-Lo noté.
-Oh por Dios que vergüenza- Junsu se tapó el rostro- Lo siento Yoochun... Yo...
-Sin explicaciones- Yoochun se acercó- ¿Por que no actuamos?

Junsu abrió los ojos sorprendido ante la propuesta.
Pero no se niega ni se opone cuando es tomado por la cintura y besado sin previo aviso.
El beso parece necesitado desde que empieza. Yoochun comienza a empujar al menor por la casa.
Sin dejar de besarse suben por las escaleras y van hacia la habitación de Yoochun. Entran y Junsu es lanzado a la cama.

Ambos saben que va a pasar.

La ropa comienza a abandonar sus cuerpos y cuándo ambos están desnudos, Yoochun se estira por un lubricante hacia su buró.
Comenzó a lubricar la entrada de Junsu y cuándo terminó, se irguió y sujetó su cadera.
Junsu sintió cómo el mayor empezaba a hundirse en él y jadeó adolorido.

-Tranquilo, Junsu- pidió Yoochun en un un suspiro- relájate o seguirá doliendo.

Junsu no respondió. Pero Yoochun se inclinó y tomó uno de los pezones ajenos en su boca para estimularlo. La sensación hizo a Junsu llevar sus manos al cabello de Yoochun.
La diestra de Yoochun se deslizó entre sus cuerpos y tomó el miembro del menor para comenzar a masturbarle.

Cuándo Junsu estuvo más relajado, Yoochun comenzó a moverse. Primero con tranquilidad y suavidad. Después el ritmo comenzó a aumentar y aumentar hasta que sus cuerpos comenzaron a moverse frenéticos uno contra otro.
Los gemidos de Junsu alimentaban el morbo de Yoochun que tocaba lo mayormente posible del cuerpo ajeno.

El primero en terminar fue Junsu que se corrió y sintió su cuerpo temblar al seguir sintiendo las oleadas de placer aún cuándo ya había llegado a su orgasmo.
Varios minutos después, Yoochun se corrió.
Y no fue la última corrida de la noche. Tuvieron varios orgasmos más en el transcurso hasta que el agotamiento los dejó tirados cuál muertos en la cama.

Al día siguiente, el primero en despertar fue Junsu, que tan solo de recordar todo lo que había pasado en la noche anterior, sentía su excitación subir por los cielos. Besó los labios de su acompañante dormido y vió que no despertó... Entonces, sus manos se empezaron a mover traviesamente por el cuerpo de Yoochun. El cuál al rato despertó con una dolorosa erección que calmó en un nuevo acto sexual con Junsu.

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Los próximos días, Yoochun y yo los pasamos follando cómo conejos.
Había descubierto una nueva experiencia sexual con YooChun y me encantaba.
Pero había un problema...
... Yo salía con Hani. Teníamos un año de relación y eventualmente me sentí mal por engañarla de tal manera.

Pero yo quería a Hani. Ella era la dueña de mis sentimientos, yo no tenía ojos para nadie más.
Sin embargo, cuándo de sexo se trataba... YooChun era el primero en llegar a mi mente.
¿Era yo un maldito por mantener dos relaciones?

Me lo pregunté muchas veces... Y la respuesta siempre fue "Sí" yo lo era.
Era un maldito por hacerlo... Pero no me veía dejando a Hani... Ni dejando a YooChun.