The last dance [YooSu]

Prometido

-Hombre, lamento mucho lo sucedido- Habla Rudolf mientras baja las escaleras.
-¿Y Junsu?- pregunta el padre del rubio, que ya se encontraba con Yoochun.
-Ah... Él por el momento no está en condiciones para recibir visitas- Se detuvo frente a los hombres.
-¿Que le pasó?- cuestiona Yoochun.
- No estoy muy seguro, cuando llegamos, él estaba completamente bien... ¿Usted le ha dicho algo que lo pusiera así?- Yoochun negó- bueno... Al parecer tuvo una crisis... Tengo entendido que hacía mucho que no tenía una.
-¿Y tú quién eres?- la pregunta sale molesta de los labios de Yoochun.
-Oh, cierto- el padre interrumpió- Déjenme presentarlos. Rudolf, él es Yoochun, Yoochun, él es Rudolf, el prometido de Junsu.
-¿Prometido?
-Asi es- responde el jóven-
-Pasaron muchas cosas en tu ausencia- informa el padre de Junsu y sonríe- Si quieren, los dejo para que se conozcan.
-Con todo respeto, señor Kim- Habla el más alto del lugar- Por ahora preferiría quedarme a acompañar a Junsu.
-Ah, ¿No es todo un caballero?- pregunta el señor Kim a Yoochun- Justo lo que Junsu necesita. Un hombre que lo cuide y proteja de él.

Yoochun asiente apenas y Rudolf sonríe de manera forzada.
Sin más, se gira y sube por dónde Yoochun le vió venir.
Se disculpa con el padre de Junsu y va a casa de sus padres, de regreso con su mujer.

Intentó hablar con él varias veces, pero su supuesto prometido siempre estaba ahí, alerta de cualquier cosa, apartándolos cuándo Junsu se ponía vulnerable, se lo llevaba y Yoochun sentía que en cualquier momento se lanzaría sobre el gigante ése para partirle su francesa cara.
Así que espió unos días más en busca de momentos que no estuvieran juntos. Cuándo lo encontró, fue hasta la casa del rubio y sin siquiera pedir permiso, entró a la casa y a la habitación del jóven.

-Junsu, ¿Quién es ese imbécil que no te deja nunca?- Junsu alza la vista de su teléfono y mira a Yoochun.
-¿Quién? ¿Rudolf? Es un amigo.
-¿Un amigo? Tu padre me dijo otra cosa.
-¿Que te dijo él?
-Que era tu prometido. Y el francesito lo afirmó.
-Si ya sabías, entonces ¿Para que vienes a preguntar?
-¿Por que tienes un prometido y yo no sabía?
-Por lo mismo que tú tuviste novia dos años y yo no lo supe hasta que te ibas del país- respondió dejando el teléfono en el buró.
-¿Esa es tu excusa?
-¿Cuál fue la tuya? Podría usarla- se levantó de la cama y puso sus manos en su cadera.
-No seas imbécil, no puedes hacer uso de tu rencor para intentar hacerme sentir mal.
-¿Entonces?- preguntó mientras se acercaba- ¿Que hago? ¿Finjo que jamás me engañaste? ¿Que no rompiste un montón de promesas? ¿Tal vez debería olvidar que estuve en terapias psicológicas por un año o más por tu culpa en dos ocasiones?
-Te encanta hacer un drama, ¿No es así? Deberías ser actor de teatro.
-No tengo tiempo, soy médico forense. Pero vamos, no vienes por eso. No quieres saber mi vida privada, ¿Cierto?

Para ése momento Junsu se encontraba frente a Yoochun tan cerca que sus ropas se rozaban con insistencia, podían sentir sus respiraciones. Entonces Junsu empujó a Yoochun contra la puerta.

-Vienes por lo que siempre has acudido a mi- su mano fue hacia la cerradura de la puerta y la aseguró- ¿No? Yoochun sólo quiere a quién le de amor verdadero- el tono meloso que Junsu usaba era bastante incómodo debido a que se podía sentir la burla en su voz.
-¿Que planeas hacer? Te recuerdo que tienes prometido.
-Y tú tenías novia- sonrió- así que... ¿Cuál es la diferencia?

Yoochun no dice nada, Junsu sonríe de lado antes de recargar su cuerpo en el contrario y tomar sus labios en un beso agresivo, uno que Yoochun no evitó responder.

La tarde pasó rápido, cómo fuego consumiendo hierba seca, evaporando agua y aumentando la temperatura hasta un punto sofocante .

Tan juntos de nuevo, tan desbocados, tan interiorizados en su mundo pasional. Tan Junsu y Yoochun... Siendo lo que eran, lo que habían sido y lo que parecían estar destinados a ser... Sólo Junsu y Yoochun, Junsu y Yoochun.
La noche envolvió ambos cuerpos, pero, el tiempo no había parado jamás. Su pasado no se quedó pausado para después seguir sin estragos. Así que, ésta vez, Junsu se levanta apenas cualquier signo de pasión termina, camina hacia el baño e ignora a Yoochun.

-¿Que haces?- pregunta Yoochun al ver al menor en toalla buscando en el armario.
-¿Que crees que hago? Busco ropa.
-¿Saldrás?- Junsu asiente.
-Te conozco, sabría que vendrías, tengo un evento al cuál asistir con Rudolf, pero le prohibí venir hasta que fueran las 7... Y faltan 15 minutos para ello. Él es muy puntual.
- Ya veo, me daré una ducha.

Yoochun se levanta y sigue la rutina en el baño. Cuándo sale, Junsu ya no está. Toma su ropa para vestirse y luego sale de la casa del menor, de vuelta con Jessica.