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Celo

El día había llegado, apenas estaba amaneciendo y el pequeño jeongin aún dormía.

El día anterior, el chico había explicado detalladamente  cada cosa que ocurría durante el celo y que se debía hacer en  cada caso, también había respondido cada pregunta de sus amigos. Todos se sentían preparados para ayudar al menor. Sin embargo, los nervios no los dejaron dormir demasiado, pues los seis estaban desayunando en la cocina, pensando en lo que sucederá una vez despierte el joven omega.

Quien, justamente, acababa de despertar, llamando por un alfa.

Un suave llanto se oía desde la habitación, los chicos al escucharlo, se dirigieron rápidamente a su ayuda.

— ¿inie?— Llamó seungmin entrando lentamente, junto a los demás, en la habitación.

Jeongin al verlos, se arrinconó en la esquina de la cama, abrazando sus piernas contra si mismo, haciendo un leve mohin con sus  labios.

— Tranquilo pequeño, soy tu Hyung, estamos aquí para ayudarte...

El omega solo torció la cabeza, sin entender realmente a que se refería el chico, el solo quería a su alfa.

Chan, esta vez, trató de acercarse al rubio, pero este se alejó bruscamente.

Los chicos, sin saber que hacer, se miraron entre sí, ya que no podían dejar al omega solo, pues eso sería muy peligroso.

— ¿jeongin? Soy yo innie, soy hyunjin...— hyunjin se acercó lentamente al omega, estirando su mano para poder acariciar el cabello del nombrado.

Jeongin miró al mayor, recibiendo gustoso el mimo que le daba este mismo.

— Al parecer jeongin aceptó a hyunjin, el debería ocuparse... ¿Qué dices jinnie?— Preguntó Minho, y los demás miraron expectantes al menor.

— Por mi no hay problema.— Respondido Hwang, sin mirarlos, concentrado en su tarea.

— Bien, entonces, primeramente deberás bañarlo, ¿Podrás?

— Si, no se preocupen, ustedes busquen comida para innie, cosas dulces, dijo que al ser un cachorro no le gustaría otra cosa.

Los demás lo dejaron con el omega y el menor comenzó con su labor.

— Bien, vamos jeonginnie, debemos bañarte.

El rubio solo lo miró con sus inocentes ojos, los cuales estaban rojizos, gracias al anterior llanto.
Hyunjin tomó al menor, cargandolo como "princesa" para llevarlo hasta el baño.

Apoyándolo sobre la tapa del retrete, abrió la perilla de la tina, regulando el agua.

Una vez lista, se acercó nuevamente al omega, quien lo seguía con la mirada.

— Tengo que desvestirte bebé, ¿Me dejarías? — Sabía que no recibiría respuesta alguna, pero necesitaba preguntar. Siguió con la tarea, quitando las prendas superiores de jeongin.

Hyunjin suspiro, debía quitarle los pantalones y la ropa interior, pero unos nervios lo invadieron terriblemente.

— Lo lamento...

Comenzó a quitar los pantalones, viendo que solo quedaba el bóxer del chico, haciendo que un rubor se extienda en sus mejillas.

Tomo la prenda y solo miro los ojos del chico, no lo vería desnudo, no sin que el otro no este realmente consciente de lo que estaba sucediendo.

Una vez terminado, tomo al omega en sus brazos, para luego colocarlo dentro del agua que estaba bastante calentita, para que el omega no sienta frío.

Enjabono las piernas, espalda, abdomen y brazos del mayor, sin mirar ni tocar de más, pero aseandolo perfectamente. Luego optó por lavar su cabello, dándole suaves y relajantes masajes en su cuero cabelludo.

Jeongin solo se dejaba hacer, amaba como era tocado por el menor, con suavidad y delicadeza.

Una vez enjuagado el cabello del rubio, hyunjin incorporó al menor y lo envolvió en una toalla, llevándolo nuevamente a la tapa del retrete, donde lo secó y vistió.

Al terminar, llevo a jeongin a su cama para sentarlo y sacarle el pelo lentamente con una toalla seca, y así luego peinarlo con sus dedos, aprovechando para acariciar los suaves rizos del chico.

Yang cerraba sus ojitos y suspiraba por los toques del más alto. Al sentir que el otro se detenía y se alejaba, abrió los ojos y lo miró expectante.

— Iré a secar el baño, ya vuelvo.

Dejó al omega solo, ocupándose del baño.

Jeongin, por otro lado comenzó a jugar con un muñeco que había dejado la noche anterior, conciente de que lo necesitaría más tarde.
Hyunjin, al volver, y ver al omega entretenido con el oso de felpa, sintió su corazón derretirse de ternura, pues su pequeño parecía la criatura más pura en el mundo.

— Tienes que comer jeonginie... Vamos a buscar comida ¿sí?— se acercó al más bajo, quien al verlo, abrió sus brazos en su dirección, aún con el oso en su mano, queriendo ser cargado por el castaño.— ¿Quieres que te cargue? Bien... Eres un niño mimado innie~ — Decía hyunjin enternecido por el comportamiento de Yang.

Si, hyunjin estaba cayendo completamente por su dulce pequeño.

 im omega 𐚁 hyunin ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora