6.3 Todo sigue un camino establecido.

1.5K 158 32
                                    


Después de un día entero de pensar y dudar, llegó a la misma conclusión. Sólo unos días antes, había pensado que le gustaría quedarse al lado del Conde un poco más, pero dadas las circunstancias, no podía ser tan obstinado.

No tenía nada que lamentar ahora que llegaba su momento de dejar este lugar, pues ni siquiera debería haber estado allí desde un principio. Aún sabiendo eso, el estado de ánimo de Lewis era cada vez más triste. Había venido aquí para engañar al Conde en primer lugar, y ahora incluso lo había hecho enfermar.

No soy más que un problema para él... Está bien. Será mejor que me vaya de aquí pronto.

Al día siguiente de la visita del médico, el Conde se recuperó mucho y comenzó a comer. La gente atribuyó la mejoría de Elliot al tratamiento del médico.

Solo Lewis sabía que se había recuperado porque el ciclo de celo del omega que se escondía en esta casa había terminado. Por eso, cuanto más pensaba en ello, la determinación de Lewis de irse de este lugar se hizo aún más firme.

Cuando volvió a su habitación al final del día, empezó a empacar sus cosas. Se le encogió el corazón al pensar en la pluma, la abundante ropa y el chocolate sin comer.

Casi todos son regalos del Conde. Ah, esto...

En el fondo del armario colgaba valiosamente la capa que le había dado el Conde. Ese fue el punto de partida de todas las nuevas cosas que Lewis había experimentado hasta ahora.

Acariciándola con cariño, se dio cuenta de que tenía que dejarla en la habitación cuando se marchara, al menos así podría devolvérsela al Conde. El único problema que quedaba era cuándo y cómo irse de este lugar.

Todavía falta mucho para mi próximo celo, pero no sé qué otra cosa podrá hacer Burke, así que tengo que darme prisa. ¿Será mejor irse silenciosamente...? Si le digo a alguien que me voy, siempre podría llegar a oídos de Burke.

Lewis decidió partir el día antes de las vacaciones de Navidad, y aunque pensó en marcharse de inmediato, había demasiado trabajo por hacer antes de que empezaran las vacaciones para eso.

Como toque final a la limpieza exhaustiva, las sirvientas tenían que encerar los suelos de madera de la mansión hasta el punto que brillaran. Sentía que sus rodillas y muñecas se estaban desgastando por estar arrodillado y restregando el suelo con fuerza durante tanto tiempo.

Era uno de los trabajos más duros que Lewis había hecho desde que se había mudado a la mansión. Era tan duro que las sirvientas, que hasta el día anterior habían estado preocupadas por el Conde, empezaron a quejarse en unísono.

"Cada vez que tengo que hacer esto, quiero irme de esta maldita casa."

"¿Tenemos que frotar los pasillos de madera hasta que brillen como el mármol? ¿Tiene eso algún sentido?"

"Ha... ¿quién va a hacer el pasillo desde el estudio hasta el dormitorio?"

Esa parte era el área que la señora Thompson había enfatizado que tenía que ser la más cuidadosamente limpiada. Cuando nadie levantó la mano, Lewis dio un paso adelante.

Yo lo haré."

"¿De verdad? Pero Lewis, ya has trabajado más que nosotras hoy."

Si Lewis se iba sin decir nada a nadie, todos tendrían problemas con la repentina disminución de mano de obra. Por lo tanto, quería irse después de hacer tantos trabajos como pudiera antes de las vacaciones de Navidad.

"No pasa nada, normalmente soy yo quien hace el trabajo pesado".

Con una sonrisa forzada, Lewis cogió la tarrina de cera y un trozo de tela y se dispuso en el pasillo frente al dormitorio. Mientras avanzaba por el pasillo, su mirada no dejaba de desviarse hacia la puerta del dormitorio.

Conseguí un trabajo disfrazado de sirvienta en la familia de un CondeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora