Conseguí un trabajo disfrazado de sirvienta en la familia de un Conde

7.3 Ese día

¡Nuevo capítulo!

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Sin embargo, al momento siguiente, el cuerpo de Lewis no fue levantado, sino volteado. Lewis, sin saber lo que había ocurrido, acabó con la cara enterrada en la almohada de plumas de ganso, desconcertado.

Elliot se deshizo de la ropa que cubría la parte trasera de Lewis y la arrojó junto a la cama de un tirón. Estaba hecha jirones, pero en cuanto desapareció lo único que cubría su cuerpo, la piel de Lewis se puso de gallina.

"Ma, maestro, señor... ¡ugh!"

La voz de Lewis temblaba de miedo, pero sus feromonas empezaron a agitarse como en anticipación.

Lewis tragó saliva al sentir los dedos de Elliot recorriendo su cuerpo. La mirada que se detenía en cada punto donde la mano tocaba era más caliente que su temperatura corporal.

Los dedos pegajosos trazaron una larga línea desde su nuca a lo largo de su espalda. Las cintas de su delantal, que colgaban sueltas alrededor de su cintura, se desataron, haciendo que el vello de su cuerpo se erizara con mayor intensidad.

Los dedos de Elliot, que habían estado acariciando lentamente su torso desnudo, llegaron a las nalgas de Lewis. Entre las enrojecidas nalgas y la húmeda hendidura.

"¡Hnghh...!"

Lewis, sorprendido, movió las puntas de los pies, pero sus dedos se adentraron aún más. Incluso presionó con firmeza alrededor del agujero conectado a él, hurgando y empujando. Fue entonces cuando Lewis se dio cuenta de que su pene, totalmente metido dentro de su cuerpo, seguía completamente hinchado.

¿Por qué no te cansas? ¿Así es como es, como es un rut...?

Mientras Lewis jadeaba en silencio atónito, Elliot continuó tanteando la zona alrededor de la unión con un toque indiferente pero persistente.

Los músculos estirados palpitaban dolorosamente y los fluidos del interior se agitaban. Con cada roce, un hilillo de algo se filtraba a través del agujero firmemente tapado, causando incomodidad.

"N-no, no me gusta. Por favor, para..."

Lewis se estremeció de vergüenza. Si al menos sus manos hubieran estado libres, habría intentado cubrirse, pero sus dos manos atadas estaban atrapadas debajo de su pecho.

Lo único que podía hacer era mover nerviosamente su trasero caliente bajo la mirada de Elliot. Y, por desgracia, sus movimientos solo sirvieron para excitar aún más a Elliot.

"Huu..."

El cálido aliento de Elliot rozó la parte baja de la espalda de Lewis. Junto con una respiración que parecía contener algo reprimido con fuerza, Elliot levantó ambas caderas de Lewis.

Lewis estaba boca abajo, con las rodillas en el suelo y las caderas en alto. A medida que su entrepierna se abría cada vez más ante los ojos de Elliot, su cintura se inclinaba aún más hacia abajo.

La vergüenza lo inundó, pero no tuvo la oportunidad de volver a decir "no". Con la mano de Elliot tensándose y agarrándole las caderas con fuerza, comenzó a moverse de inmediato.

La velocidad y la intensidad de sus estocadas eran aún más violentasa que antes. Sentía un hormigueo en el trasero, similar a un fuego ardiente a punto de encenderse.

"¡Argggh...!"

Lewis gritó como un animal que acababa de ser apuñalado, luego mordió sus labios y tragó el sonido que se le iba a escapar. La cama quedó en silencio por un momento, todo lo que se escuchaba eran ruidos sordos y el persistente sonido de la carne siendo golpeada que resonaba con fuerza.