🍼La Mudanza de Ryū 🧸

614 80 30
                                    

El joven Osamu se había quedado hasta las nueve de la noche en casa de Sigma, ayudándolo a dormir a los bebés de apenas una semana de nacidos.

Traía en sus brazos al pequeño albino que cerraba sus ojitos lentamente, forzándose para quedarse despierto y seguir mirando los ojos de su padre, quien lo observaba con amor y cariño.

— Ya es muy tarde, deberías irte a tu casa, Dazai. Te dije que no quería que te ataras a mí por la existencia de los bebés.

Dijo Sigma con pena, palmeaba con delicadeza la espalda del bebé azabache a quien recientemente había alimentado.

— Son mi responsabilidad también. Si no quieres vivir conmigo, al menos venir a cuidarlos a tu casa es lo mejor que puedo hacer.

Sigma sonrió. Hacía lo posible por demostrar que odiaba a Dazai de cierta forma, pero sus sentimientos eran todo lo contrario. Al verlo siendo un buen padre, sus ganas de querer vivir junto a él como una familia se elevaban.

En ese momento, la madre de Sigma entró a su dormitorio, mirando que su hijo traía al bebé azabache en brazos y no al que se parecía a la familia. La mujer no toleraba del todo a Osamu, incluso a Ryūnosuke por parecerse a los Dazai.

Se aproximó al castaño para quitarle a Atsushi de sus brazos, dejarlo en su cuna junto a Sigma, y tomar a Ryū para pasarlo a los brazos de Dazai, situación que los confundió a ambos.

— Mamá, ¿qué hiciste..? Quiero decir, ¿Por qué?

— Debes prestarle mucho cuidado a Atsushi, hijo. Ryū-kun puede sobrevivir solo, es igual a los Dazai y ellos son personas con habilidades peligrosas y muy especiales. Pero Atsushi salió a nosotros, además es albino y es precioso.

— Mi bebé Ryūnosuke también es precioso y requiere los mismos cuidados que Atsushi. ¿Por qué siempre lo haces menos, mamá?

Reclamó Sigma al oír llorar a Ryūnosuke. Al tenerlo Dazai en sus brazos, se levantó del sofá y tomó la pañalera que pertenecía a Ryū. Lo arropó bien en su cobertor suave y de algodón, y cubrió su cabecita con un gorro infantil.

— Oye, ¿A dónde...?

— Me llevaré a Ryū, Sigma. Le contaré todo a mis padres y a mi hermano. Es momento de enfrentar mi secreto. Lo cuidaré bien, no tienes porqué preocuparte.

Ryū se quedaba dormido poco a poco, en un ambiente cálido y acogedor.

— P-Pero... Así no eran los planes.

Sigma iba a levantarse para evitar la salida de Dazai de la habitación, cuando su padre, a quien tampoco le agradaban mucho los Dazai, entró al lugar y negó con la cabeza.

— No irás a ningún lado, jovencito. En primer lugar, es lo más correcto que Dazai-kun pueda hacer, criar al niño que nuestra familia no quiere aquí. La primera razón, por parecerse a ellos, y la segunda, por tener una enfermedad en los pulmones.

Dazai no respondió nada ante esos ataques hacia el bebé, simplemente salió con Ryū en brazos, cargando sus cosas hasta salir de la mansión.

Caminaba por las solitarias y nocturnas calles de la ciudad, con el temor de ser atacado por algo o alguien que pondría en riesgo la pequeña vida que llevaba en sus brazos.

— Mi Ryū, mi bebé. Mami Sigma no es malo, pero en estos momentos no puede cuidarte... Pero estarás con papi y te voy a cuidar y proteger de cualquiera que intente hacerte daño.

Bebé ¿No Deseado? [Dazai X Sigma] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora