Bebé ¿No Deseado? [Dazai X Sigma]

🍼El Campamento 🧸

Con ayuda de sus padres y su hermano gemelo Fyodor, Osamu se armó de valor para poder criar a Ryū y dejar de ver todo de una manera negativa.

El bebé azabache ya tenía un mes de nacido, y era visitado al menos tres veces por semana por Sigma, quien iba a darle todo su cariño y atención.

Sigma estaba de visita en casa de los Dazai, siendo bien recibido por la familia. Una abuela amorosa hacía cariños al bebé albino mientras que Ryūnosuke era mimado por su tío Fyodor.

— Mi sobrino tan hermoso, el hermanito Atsushi ha venido a visitarte.

Fyodor y su madre, recostaron a ambos gemelos sobre la cama de Osamu. Querían tomarles unas fotografías y hacerles una sesión, con distintos vestuarios que habían comprado para ellos.

— ¡Que ternuritas los dos! Fyodor, ¿cuándo piensas tener hijos?

— ¿Eh? Aún soy muy joven, mamá... A los treinta años, quizá...

Respondió nervioso, teniendo en su mente aquella tarde en la que Chūya se atrevió a robarle un beso. Un beso que si bien no había sido el primero, fue verdaderamente especial.

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Dazai había ido con Sigma a hacer las compras para los niños. Con una sonrisa traviesa, sujetó una de las manos del Doncel, quien soltó un gruñido de desagrado.

— Oye, tú y yo sólo compartimos a los niños. No es necesario que nos tomemos de la mano en la calle, ni fingir ser pareja.

— ¿Fingir? Tú y yo nos amamos, Sigma. Quiero estar contigo y con los niños toda la vida. Ahora somos familia y debemos estar unidos.

— Mis padres temen que me engañes. Ellos quieren que Atsushi sea como mi hermanito y eso... No es lo que yo quiero.

Conforme hablaba, Sigma iba agachando la cabeza y las palabras salían menos. Al verlo extrañamente decaído, el castaño lo atrajo hacia él para abrazarlo y posar una de sus manos en la parte trasera y cabellera de Sigma.

— ¿Y qué es lo que quieres? ¿Te gustaría vivir en nuestra casa mientras construimos un hogar juntos en el futuro? Mamá y papá no tienen inconveniente en que vivas con nosotros, al contrario, ellos aman a Ryū y Atsushi y querrán darnos un espacio en la mansión. Esa fue su propuesta...

Sigma correspondió al abrazo y lo hizo incluso más fuerte, recargando su cabeza en el pecho de Dazai, quien lo separó para darle un tierno beso en los labios que lo hizo sonrojar al instante.

— Si esa es la única manera de poder estar con mis dos bebés, no puedo negarme.

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Tiempo Después...

Los gemelos Dazai, y Sigma se despedían de los gemelos Ryū y Atsushi, quienes caminaban entre caídas y sentadas en sus andaderas y jugaban con sus sonajas y peluches. Apenas tenían ocho meses de nacidos y ya se divertían entre ellos.

— Ryū, Atsushi, despídanse de mami, papi y el tío Fyodor.

Dijo la madre de Dazai. Ella y su esposo se encargarían de cuidar a los bebés mientras que los tres jóvenes iban a un campamento escolar cerca del bosque.