血の心臓 ❤️ Corazón de sangre ❤️ (IMAGINA PARK JIMIN Y TÚ)

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TERRA:

Mi supuesta hada madrina me llevó por casi todo el Reino de las Hadas. Vivían en un hermoso bosque, un paraíso lleno de cerezos japoneses y frutos de luz, y un hermoso arroyo de agua cristalina. Todo era bello en aquel mundo. Las hadas, hombres y mujeres, eran muy amables. Pero se veían como personas normales, ordinarias. Excepto que todos compartían los mismos poderes: El poder de la luz y la telepatía.

_ ¿No te encanta este lugar, Terra?

_ ¿Sabes? Siempre imaginé que las hadas tenían alas. Como en esas películas de Disney que suelen ver todos los niños-me encogí de hombros cuando Chie me miró-Como esa hada rabietas rubia, Tinker Bell. Y la Tierra de las Hadas y todas esas mierdas que te llenan la cabeza de imaginaciones cursis.

Chie sonrió pero no comentó nada.

¿Terra?

Me detuve al oír una voz. Femenina. Detrás de mí.

Miré hacia atrás pero no había nadie. Las otras hadas se estaban encargando de sus diversas labores.

Arrugué las cejas. ¿Qué carajos?

_ ¿Terra?-miré de nuevo a Chie-Ven, quiero mostrarte el Lago de los Recuerdos.

_ ¿El Lago de los Recuerdos?

La seguí por un pequeño puente de madera dorado con flores de loto.

_ Mi abuela amaba estas flores-comenté.

¿Dónde rayos estás Terra?

Volví a mirar hacia atrás pero nuevamente no había nadie. Solo Chie. Pero estaba casi segura de que ella no me había hecho esa estúpida pregunta.

_ Asómate, Terra. Dime, ¿Qué es lo que ves?

Yo asomé la cabeza con las manos sobre el barandal del puente. Vi mi reflejo en el agua, se lo dije a esa hada.

_ Presta más atención, Terra.

Estiré un poco más el cuello cuando ya no vi mi reflejo, sino a una pareja humana que huían con una pequeña niña en brazos.

_ ¿Soy yo?

Las imágenes no sólo invadieron mi mente, también se hicieron presentes frente a mis ojos.

_ ¡Corre! ¡Ya vienen!

Una pareja humana. No, ¿dos hadas? No, un hada hombre y una humana huyeron con su pequeña hija en brazos de la aldea. Los vampiros fueron los que atacaron el lugar. Sin piedad destruyeron a todas las otras hadas. Bebieron su sangre y se regocijaron con su poder. La luz de las hadas los sacó de la oscuridad. Serían inmunes a la luz del día por toda la eternidad.

_ ¡Lorena, ahí! ¡El río!

Los padres dejaron a su pequeña hija en aquel canasto de mimbre junto a la orilla del río. La madre lloró despidiéndose de su única y adorada hija.

_ Vas a estar bien, Terra. Alguien te encontrará y te amará mucho como lo hicimos tu padre y yo.

_ Lorena date prisa. Tenemos que dejarla ir ahora.

_ Es solo una bebé, Jason. ¿Qué será de nuestra bebé?

_ Ella estará bien, querida. Terra es media hada. Sus poderes serán como los míos cuando crezca.

El padre miró a su pequeña hija.

_ Tienes que sobrevivir, pequeña-sus lágrimas cayeron al río-Por tu madre y por mí.