- Elenita, quería saber si de pronto hay posibilidades de siga viniendo otro día de la semana.
- ¿Por qué?, ¿ya no puedes venir los miércoles? Siempre has venido los miércoles. Preguntó Elena extrañada.
- No Elenita, no es eso. Me refiero a que si podría venir un día más a las clases. Seguir viniendo los miércoles y otro día más, el que tú me digas. Le dije sonriendo.
- Ah, ya te entiendo. El único día que te puedo meter, son los viernes a las 6:00 de la tarde. El gran problema es que la clase no sería con Rafael, sino con alguien más.
Hice una cara de decepción.
- Ay Elenita, no me digas eso tan horrible, Rafa ha sido mi profesor desde el día que llegué, ¿con quién sería la clase?
Elena se rió con dulzura, tal y como siempre era ella.
- Con Juan Pablo.
Hice una expresión de extrañeza, pues llevaba dos años allá y no conocía a ningún profesor que se llamara Juan Pablo.
- ¿Juan Pablo?, ¿quién es Juan Pablo?, ¿de donde salió Juan Pablo?
- Mi niña, Juan Pablo es uno de nuestros profes, se había ausentado justo antes de que tú llegaras, pero acaba de volver a estar disponible y dará clases nuevamente. Es un buen hombre, amable y apasionado por la música.
Hice cara de fastidio y de no estar muy de acuerdo con eso, pero acepté solo porque Elena sonrió hablando de él.
- Está bien Elenita, anótame ahí a esa hora, haré el esfuerzo y si no, prométeme que harás el intento de cambiarme a otro día que si pueda tu marido. Te quiero mucho, despideme de Rafiki.
- Es una promesa, también te quiero mucho. Empiezas este viernes, ¿oíste?
- Si señora, nos vemos el viernes.
Elena se despidió de mí ondeando su mano derecha y me fuí rápidamente en el carro.
Elena y Rafael eran los dueños de la academia de música, también eran esposos y a quienes con el tiempo, comencé a ver como si fueran mis segundos padres. Me habían ayudado a salir de un hueco muy triste en mi vida y jamás me alcanzarían las palabras para agradecerles todo lo que han hecho por mí.
El viernes había sido un día bastante tranquilo, salí temprano de la universidad, fui a almorzar con mi hermana y en general el día iba bien. Perfecto para llegar a mi lugar favorito en el mundo, la academia de música.
- Hola Andre, ¿cómo estás? Le pregunté mientras guardaba las llaves de mi carro en mi bolso.
- Hola, ¿Muy bien y tú? Juan Pablo ya te está esperando en el estudio 2.
Aún no me sentía muy contenta con que mis clases fueran con alguien más que no fuera Rafita, era salir completamente de mi zona de confort y tener que presentarme con alguien completamente nuevo. Con evidente expresión de fastidio respondí:
- Ay Andre, que pereza. Bueno, gracias preciosa, nos vemos cuando salga.
Subí las escaleras y empecé a preguntarme quien era este dichoso Juan Pablo. No sabía si era un viejo, si era joven, si era guapo, si era feo... No sabía ni siquiera si tocaba algún instrumento o si cantaba, no sabía absolutamente nada de él.
Abrí la puerta blanca del estudio 2 y rodé mis ojos al ver a un hombre de espaldas al lado de la consola mirando su celular. Cuando se percató de mi presencia, se giró hacia mi y extendiendo su mano, me dijo
- Hola, me llamo Juan Pablo. Un gusto conocerte.
¿Quién es este hombre tan lindo?, tal vez no sea tan malo tener clases con este hermoso. Pensé
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Amorat (one shots +18)
FanfictionEscritos sobre los morat vistos desde una perspectiva completamente diferente a la que estamos acostumbrados a ver sobre ellos, amarrense el cinturón porque esperamos que vuelen con estos shots +18 sobre los chicos de morat