10. El profe de Música (Parte 3)

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Hola hambreadas, les traigo la tercera parte de esta historia que como fun fact: está inspirado en una historia real que está ocurriendo en estos momentos en la vida de alguien muy cercano a mí, por eso no había actualizado 🌚 (claramente no con Villamil, no confundan las cosas) dicho esto, empecemos.

- Me gusta mucho como te queda esa canción, tenemos que meterla a tu repertorio. Dijo Rafael con el cariño de padre con el que siempre me hablaba.

- A mí también me gusta mucho, no sé por qué no la habíamos hecho antes. Le dije mirando mi teléfono

- Oye Rafa, ¿qué ha sido de la vida de Juan Pablo? le pregunté genuinamente curiosa.

Rafa me miró serio y volvió a sacar el tema que no tocábamos desde que Juan Pablo se fue a España.

- ¿Por qué el interés tan repentino? Paró de hablar. Creo que ya te había preguntado esto, pero, ¿tú estás o estuviste enamorada de él? Me dijo quitándose los lentes.

Enamorada no era la palabra, más bien, adolorida.

Giré mis ojos y le contesté.

- Y como esa vez, te lo vuelvo a repetir, no. No estoy, ni estaba, ni estaré (mentira) simplemente quiero saber que ha sido de su vida porque éramos amigos y me da curiosidad saber en qué anda metido, es todo.

Claro que había estado enamorada de él pero eso ya lo saben ustedes.

Morat había comenzado a tener una fama creciente y que no se podía detener tan fácil. Habían sacado su segundo disco y gracias a él comenzaron a girar por todo el mundo, incluso habían venido a Colombia, pero en ese momento yo estaba fuera del país y por eso no pude ir a verlos. Se rumoraba entre la gente que su tercer disco también sería un éxito absoluto y ya tenían grabadas colaboraciones con artistas gigantes, lastimosamente, yo sabía esto por sus fans. Esta banda se había convertido en un absoluto fenómeno en Bogotá y todos hablaban de ellos.

Pero, había una promesa que había quedado en el aire y fue la de volver a vivir en Colombia, la cual, nunca se cumplió. lo entiendo, ¿sabes? Ahora estaban girando por todo el mundo y el epicentro de su éxito, estaba en España, claro que tenían que estar allá. Ya había pasado un año de esta promesa.

12 meses en los cuales escasamente sabíamos del otro, todos los días me preguntaba si él todavía recordaba lo que habíamos sido o la fama ya se había llevado todo el recuerdo. Yo por mi parte, había pasado este tiempo tratando de sanar la herida que me había dejado su partida, lo cual, no había sido fácil ni mucho menos .

- Pues me parece muy extraño que digas que no, sobretodo teniendo en cuenta que justo cuando él se fue, tú dejaste de venir por varias semanas y cuando venías, te veías triste todo el tiempo. Dijo Rafa escarbando en la herida.

- Ay pero eso no tiene nada que ver con él, ¿cómo se te ocurre?
Una mentira más a la gran bola de mentiras que llevaba persiguiéndome un año y medio.

Rafael se paró dominante al frente mío y me dijo

- Pues mira, a mí podrás engañarme y decirme lo que quieras, pero recuerda que las mentiras tiene patas cortas y tarde que temprano, empiezan a cojear.

Esas palabras me asustaron un poco y me erizaron la piel.

Saliendo de la clase, había quedado con Andrea en un café para contarle absolutamente toda la verdad de las cosas, pues además de sentir que se lo debía, no era justo que solo mi hermana estuviera llevando la carga de esta situación y de mi dolor.

Ya en el café, ambas ordenamos y traté de buscar las palabras correctas para empezar la conversación. Pues Andrea era mi hermana de la vida y ella tenía que saber esto.

Amorat (one shots +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora