Adelaide Cullen | Rosalie Hale

𝐼𝐼

ADELAIDE CULLEN
⚝

1664

— Señor glorioso, padre que estás en el cielo, hiciste cielo, tierra, estrellas, luna, y sol para calentar, te encarnaste en Santa María madre... — Carlisle se encontraba junto a la cama donde yacía su esposa Brenna y escuchaba preocupado cómo oraba entre su lamento, rogándole al dolor para terminar.
Después de haber estado rezando durante un par de años para poder darle al joven Carlisle Cullen, su esposo, un hijo, por fin había logrado quedar embarazada.
— Vosotros sois compañeros de camino y portadores de Dios, mantened fé y perseverancia... — Elric Cullen musitaba entre dientes parado junto a su hijo mientras ambos observaban a su esposa, que para este punto estaba pujando con todas sus fuerzas mientras el maestre veía entre sus piernas esperando al bebé.
Para cuando el bebé por fin salió y se escuchaban sus llantos, el cuerpo de Brenna desfallecía ante el agotamiento y el dolor.
— ¡Brenna?!, ¿me escuchas Brenna?, Maestre ayúdela por favor — suplicaba Carlisle al curandero al ver que su esposa no respondía sus llamados, cuando el maestre examinó a la mujer le dirigió una mirada a los otros dos hombres en la habitación, no había necesidad de las palabras, la mujer no sobreviviría.
— El dolor es necesario para los que se salvan hijo, esta mujer era débil, saldremos de caza en 3 noches, más te vale estar listo — cuando Elric y el Maestre salieron de la habitación, Carlisle se quedó sin reacción viendo el cuerpo moribundo de su esposa, cuando escuchó nuevamente el llanto del bebé se acercó a examinarlo, después de recorrer su cuerpo con la mirada la cubrió con una pequeña sábana y la levantó en brazos, casi como si fuera magia, esta paró su llanto, cuando ambos pares de ojos se encontraron por primera vez, Carlisle Cullen supo que cuidaría de ese angel con su propia vida.
— Hola Adelaide.

⚝

1667

— Carlisle, rápido, ya hemos perdido mucho tiempo, deja a la niña ya — Elric le hablaba al joven Carlisle en nombre del grupo de búsqueda, esta noche y la siguiente dedicarían su tiempo a recorrer los alrededores de la ciudad en busca de criaturas nocturnas.
Elric contaba con una buena reputación católica en su ciudad, lo que le permitía cierto estatus, él se encargaba directamente de la caza de las criaturas que acechaban su aldea, así que tenía un grupo de voluntarios para liberar la zona de tales demonios.

Carlisle sin apuro alguno, se encontraba hablándole dulcemente a la niña mientras se arrodillaba frente a ella y se despedían, a pesar del desdén que seguidamente su padre expresaba sobre su hija eso jamás impediría que el expresara su amor por ella.
— Vas a quedarte con Euphemia, Elric y yo estaremos de vuelta en un par de días, te suplico no causes ningún problema Adelaide —
La pequeña sujetó la mano de su padre mientras le respondía a modo de promesa — Lo prometo padre.

Mientras Carlisle y Elric se encaminaban hacía la salida, el joven Cullen escuchaba a su padre decir — Sólo el tiempo puede curar la niñez, mi hijo perdido por una estupida niña—
Carlisle vivía con la preocupación de un día faltarle a su hija y que esta tuviera que sufrir a manos de un hombre tan vil y cruel cómo era Elric Cullen.

A pesar de no sentir el mismo desprecio que su padre sentía sobre las criaturas nocturnas si que sabía cuál era su lugar y lo que se esperaba de el, así que con estrategia, en la segunda noche, él y su grupo de búsqueda dieron con lo que parecía una zona con un clan inhabitado de vampiros al suroeste de su aldea, parecía tranquilo y vacío hasta que fueron emboscados y dentro de todo el caos, terminaría herido y mordido.
Sabiendo la reacción de su padre, se arrastró hasta llegar a un lugar dónde donde esconderse solamente para emerger como un vampiro después de tres días llenos de agonía.
El nuevo vampiro estaba tan horrorizado de su nueva naturaleza que durante los siguientes meses intentó matarse a si mismo de distintas maneras, hasta descubrir que podía vivir de sangre animal.

Después de un tiempo de estar reconsiderando sus opciones, Carlisle eligió que iba a ir a buscar a Adelaide y la llevaría lo más lejos posible, el miedo a hacerle daño lo había parado durante un tiempo pero, después de observar desde lejos la forma en la que Elric trataba a su hija decidió que no podía ser peor que eso.

⚝

1687

— Por favor padre — le suplicaba Adelaide a su padre, veinte años después, ambos habían recorrido distintas ciudades en europa, parecía un milagro que la humana no se hubiera enfermado de gravedad con tantas pestes rondando el continente, por fin después de lo que parecía una vida muy sana, había terminado pescando la fiebre amarilla, lo que la tenía en un claro lecho de muerte — No se si pueda contenerme, no podría con el desprecio a mi mismo cariño — con su transformación tan reciente, la cara de Carlisle reflejo el miedo de matar a su hija al intentar convertirla — Confió en ti padre, jamás me lastimarías.

⚝

2006

— Va a ser mucho más complicada de encontrar si no puedes verla en tus visiones — Le dijo Jasper a Alice mientras conducían a través de las calles de Bogotá, según Carlisle había posibilidades de que su hija estuviera cerca de la Selva de Darién, que atravesaba Panamá y Colombia — Me preocupa que la encontremos muy tarde, Edward estará devastado si algo le pasará a Bella, temo que dejaría que Jacob lo matase — Alice no podía negar que de sus hermanos, tenía una conexión mucho más fuerte con Edward, tal vez fuera a causa de su capacidad para comunicarse mentalmente de ambos, que habían desarrollado una fuerte conexión, y que, naturalmente, se extendía hacía Bella, por eso, de todos, Alice sentía la mayor necesidad de proteger a la humana, después de haber visto a Edward esperar durante tanto tiempo a su gran amor, por fin lo tenía y estaba en riesgo su vida, nuevamente, por eso cuando se sugirió que alguien tenía que ir a buscar a Adelaide Cullen, ella y Jasper fueron los voluntarios.
— No estoy tan seguro de eso — le respondió Jasper concentrado en manejar.
— Esos perros nos odian, tomarán cualquier oportunidad — Jasper sabía de los sentimientos de los lobos hacia su familia y, honestamente, eran completamente recíprocos, pero, él sabía que no importará cuanto se odiaran mutuamente, su tratado era beneficioso para ambos bandos, aunque Bella muriese ellos no podrían actuar sobre eso.
— Creo que Carlisle podrá manejar la situación de momento — le dijo después de un momento de silencio
— Este es el lugar, voy a recorrer el perímetro, quédate aquí — Jasper salió del auto y empezó a rastrear la zona, pocas cosas buenas habían salido de su tiempo en el ejercito de neófitos, esta era una de esas.
— Detecte un rastro 7 km al este, si no es ella tal vez sea alguien que la conozca.

⚝