𝑉𝐼

1.9K 224 13
                                    

ADELAIDE CULLEN⚝

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

ADELAIDE CULLEN

Estaba velando de Bella mientras la joven humana leía un libro cuando Emmett apareció por la puerta y se dirigió a ella.
Adelaide, ¿podemos hablar? — después de asentir en confirmación, el vampiro salió nuevamente por la puerta para esperarla afuera.
Intenta descansar, debes guardar energía — aconsejo la vampira a la joven Swan antes de salir por el mismo lugar que Emmett.
Hay una reunión, sucedió algo — adelantó el vampiro a Adelaide mientras ambos se dirigían a la sala dentro de la casa.
Aparentemente los metamorfos se habían enterado de la situación actual entre Bella y su hermano y ahora estaban muy enojados pensando que el bebé ocasionaría problemas para el pueblo y para ellos.
Sam ya perdió el elemento sorpresa y no querrá enfrentarlos si lo superan en número, no llegará directamente, va a rodear el lugar y esperará su oportunidad — Jacob les estaba informando a todos los Cullen presentes el plan actual del alfa.
Vamos a tener que pelear — dijo Emmett desde su posición detrás de Carlisle.
Sin peleas, no romperemos el tratado — le respondió rápidamente su padre, Adelaide sonrío levemente, su padre siempre sería el hombre más honorable que había conocido.
El tratado no es válido, eso es lo que piensa Sam.
Nosotros no — esta vez fue Esme la que habló, informándole a Jacob que los Cullen no tenían la menor intención de enfrentar a los lobos.
Carlisle, nadie ha cazado en semanas — se escuchó la voz de Emmett recordándole a su padre la situación, era verdad, los ojos de toda la familia estaban tan negros como la noche, y sabia bien que el autocontrol de ciertos miembros no era tan bueno como los de su padre o ella misma.
Haremos algo.
Nos has hecho un gran favor Jacob, gracias.
Bella podría dar a luz en un par de semanas, necesitamos más suministros — Adelaide se dirigió a su padre, era claro que si pensaban atender a Bella en la casa iban a necesitar muchas más bolsas de sangre.
Tengo un contacto, él nos va a conseguir lo necesario — le aseguró su padre y Adelaide solo le asintió, en su lugar, su atención si dirigió hacía su hermano en la esquina de la habitación y decidió que era momento para hablar lo que había estado rondando por su mente los últimos días.

¿Edward, un momento? — Edward y ella se dirigieron hacía la entrada principal y entraron brevemente al bosque, lo suficientemente para tener un poco de privacidad en una casa llena de vampiros, pero poco sabían que Rosalie estaba a una distancia ideal como para escuchar su conversación y pasar desapercibida.
Lamento mucho que no hayamos podido hablar — se disculpó primeramente Edward, su hermana había estado en la casa poco mas de un mes y apenas habían podido intercambiar palabras.
Esta bien, tienes otras cosas en mente — lo tranquilizó Adelaide, sabía que estaba pasando una situación difícil, era testigo de eso, definitivamente no lo culpaba por tener su mente en otra parte en lugar de hablar con ella.
Aún así, eres mi hermana y no había sabido de ti en mucho tiempo...me hiciste mucha falta — confesó después de unos segundos en silencio, los años sin Adelaide habían sido difíciles, había estado con ella desde el día uno, fue un cambio difícil dejar de verla de repente.
Lamento no haber asistido a tu boda — le contestó a modo de broma, sabía bien que no había una dirección a la cual mandar una invitación.
Será un matrimonio corto — agriamente contesto el vampiro, Adelaide miro a otra parte, mal momento para bromear.
De eso quería hablar...Edward, no puedes seguir con Bella así — con tristeza la rubia se dirigió a su hermano, le apenaba mucho ver a dos personas amarse tanto y estar tan lejos en una situación cómo la de ellos.
No puedo verla Adelaide, mi esposa esta muriendo — entendía su renuencia pero no era la actitud correcta.
Entiendo tu dolor hermano, pero no es la forma.
No puedo vivir sin ella — Edward estaba alzando la voz y perdiendo la cabeza rápidamente, pero Adelaide no iba a pararse por eso, su hermano necesitaba poner los pies en la tierra y darse cuenta que se estaba quedando sin tiempo.
Entonces no desperdicies el tiempo, acércate a ella, te necesita más que nunca — le dijo con voz firme, tenía que hacerlo entender.
No puedo.
Sí puedes, el Edward Cullen que conozco... — no pudo continuar porqué el otro vampiro la interrumpió con furia en su voz.
Ya no lo conoces.
¿Qué significa eso? — le pregunto en voz baja la vampira.
Significa que te fuiste y te necesitaba — reclamo Edward.
Adelaide lo miró fijamente, cualquiera que los viera notaría la tensión en el aire y la lucha de miradas que estaban teniendo, entonces la vampira le respondió, no entendía porqué le reclamaba ahora, Edward sabía mejor que nadie la razón, él mismo fue el que le dijo todo lo que Rosalie pensaba de ella.
Sabes bien la razón por la que me fui.
Rosalie te extrañaba — le confesó Edward.
Rosalie me odia igual o más que yo a mi misma, debi dejarla morir pero fui egoísta — Adelaide aparto la mirada de su hermano y la fijo en el horizonte frente a ella y aunque no lo necesitaba, respiro profundamente.
He tenido que pasar 70 años escuchando sus pensamientos, ¿crees que no se de lo que estoy hablando?.
Creo que es un momento muy tenso para ti, y creo que lo quieres proyectar...cómo una persona experta en arruinar las cosas Edward, no lo arruines, tú esposa está esperando un hijo tuyo y en lugar de estar a su lado estás aquí lloriqueando — y con eso, Adelaide le dirigió una última mirada a su hermano y se giró para adentrarse más al bosque, necesitaba relajarse un poco antes de volver con Bella.

Rochester, New York
Diciembre de 1932

Adelaide, Esme — saludó Vera apenas las vio a las otras dos mujeres frente a su casa.
Tú hogar es sin duda hermoso querida Vera, igual que tu familia — le dijo dulcemente Esme a Vera, habían quedado en reunirse para tomar el té en casa de los Dilworth.
Traje algo para ti — Adelaide le extendió una canasta con comida y otra bolsa llena de ropa nueva, para el joven Henry.
No no, no puedo aceptarlo — rechazó Vera los regalos con mucha vergüenza, era demasiado, no podía permitir que la joven Cullen gastará tanto en su familia.
No tomaré un no por respuesta, insisto, enserio — le sonrío abiertamente a Vera mientras volvía a ofrecérselo.
Gracias — terminó aceptando tímidamente y con las mejillas sonrosadas, cuando entraron finalmente a su casa Adelaide acarició brevemente la mejilla de Vera a modo de saludo.
Espero que no hayamos llegado muy temprano — dijo Esme cuando Vera les ofreció asiento en su sala.
Para nada Esme, estoy segura que Rosalie vendrá dentro de poco — ante esto Adelaide pareció iluminarse, habían llegado a Rochester hacía ya dos meses y no había podido ver a Rosalie tanto como lo deseaba.

Un rato platicando amablemente con Vera y Esme, y finalmente llegó la última invitada, cuando la anfitriona se levantó a recibir a su amiga, Esme puso su mano sobre el hombro de Adelaide y le sonrió tristemente.

Adelaide — después de los saludos, cuando finalmente Rose llego a la vampira esta se levanto para besar dulcemente su mejilla.
Rose, hoy te ves realmente maravillosa.
Ah, muchas gracias — le respondió sonrojada para luego sentarse.
Querida Rosalie, deberías ver las cosas tan bellas que ha traído Adelaide, es un alma realmente pura — habló Vera después de varios minutos poniéndose al día.
También ha ido a donar al banco esta mañana — aportó Esme, tirándole flores a la que consideraba una hija para ella.
¿Ah sí? — preguntó Vera dulcemente.
Al orfanato — Esme les confirmó a las otras dos mujeres mientras Adelaide se removía incómoda en su lugar.
Definitivamente eres un ángel — a la vampira le pareció curioso el tono en la voz de Rosalie, definitivamente era una mujer que disfrutaba ser el centro de atención, con su belleza y encanto imaginaba, estaba acostumbrada, Adelaide pensó que Rose era susceptible a los celos cuando el tema no giraba en torno a ella.
Te aseguro que no es así — le respondió brevemente mientras tomaba del té en sus manos.
¿Has podido cruzarte con el prometido de Rosalie? Royce, trabaja en el banco — preguntó Vera, curiosa.
Sí claro, tuve el placer de conocerlo, sin duda es todo un caballero — aunque había intentado coquetear con ella, sabía que era un comportamiento usual en jóvenes de la época, aunque pensara que Rose mereciera más.
¿Es maravilloso no lo crees? — le preguntó Rosalie a Adelaide.
Pareces realmente enamorada — Esme le dijo a la mujer frente a ella mientras le robaba miradas a su hija.
Bueno, sí, supongo — con voz titubeante respondió Rosalie. Adelaide noto el rápido latido de su corazón.
Mereces lo mejor querida Rose, sí es él el indicado, entonces que empiecen a sonar las campanadas — resultaba divertido y deprimente como Adelaide impulsaba a su alma gemela a casarse con otro, pero si era la felicidad de Rosalie entonces muy felizmente iba a apoyarla en su decisión.
¿Eso crees? — le preguntó con sorpresa la humana.
Hasta la propia luna envidia tu brillo y tu belleza ma chérie, mereces todo lo bueno y puro que exista.

Adelaide Cullen | Rosalie HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora