𝐇𝐒┊Lee Heeseung es un joven actor con una carrera prometedora que acepta interpretar un personaje con el que curiosamente tiene mucho en común.
Un libro,
Una película,
Una historia,
Dos versiones.
¿Es verdad que las cosas sucedieron tal y como...
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Era Lunes por la tarde. El día en Seúl estaba transcurriendo con normalidad, y eso implicaba también normalidad para el día de Heeseung, quien se encontraba en la sala de reuniones de la empresa a la que pertenecía mientras esperaba a que apareciera su representante junto a el jefe de aquella empresa.
Heeseung estaba ansioso por escuchar a detalle la buena noticia que le habían comentado ambos hombres con anterioridad, pues le dijeron que aquella noticia lo haría por fin llegar a la cima de su carrera que aún seguía creciendo.
Lee Heeseung era un joven actor en ascenso que ya había sido parte de varios proyectos exitosos donde interpretó a personajes secundarios que se ganaron el cariño del público. Su profesión como actor a penas había iniciado un año atrás dado a que en un principio era un modelo, por ello, Heeseung estaba muy motivado y la dedicación que tenía para cada proyecto siempre le emocionaba.
El objetivo de Heeseung era alcanzar la fama mundial, por lo que estaba anticipando von desespero lo que tendrían para decirle su jefe y representante.
Un sonido en la puerta de vidrio hizo que Heeseung dejara de observar la ciudad para posar la mirada en la transparente puerta. Detras de esta se encontraba el señor Han, quien era el dueño del lugar y el joven Jeongin, su mejor amigo y representante de Heeseung.
El joven actor esbozó una sonrisa al ver que su mejor amigo sostenía en sus manos un montón de papeles que sabía eran muestras de diálogos de posibles personajes.
El señor Han y Jeongin entraron a la sala con el mejor humor que tenían, emocionando aún más a Heeseung. Él en su mente estaba seguro de que su camino hacia la fama estaba en alguno de esos papeles y, de hecho, no estaba muy equivocado, pues en uno de esos papeles se encontraba la muestra de diálogo para una película que estaba siendo anhelada por el público.
—¡Conseguimos lo mejor! —exclamó Jeongin, dejando los papeles sobre la mesa para después pararse detrás del actor—. No tienes idea de lo fabulosas que han sido las reuniones. Te has perdido de mucho.
—Él exagera —comentó el señor Han, sentandose frente a Heeseung—. Las reuniones no han sido muy divertidas y fabulosas, pero sí han sido muy prometedoras.
Heeseung sonrió ampliamente en cuanto escuchó esas palabras salir de su jefe. Le hacía sentir bien saber que su inagotable esfuerzo lograba algo.
—¿Qué dijeron las productoras? —cuestionó aun con miedo de conocer la respuesta.
El señor Han desapareció su sonrisa, tensando al joven de inmediato y luego juntó sus manos para verse más serio. Soltó un largo suspiro, miró a Heeseung unos segundos y por último volvió a sonreír.
—¡Todos te quieren como protagonista! —exclamó emocionado el señor Han, quien no solo era un jefe para Heeseung, también era como un padre para él, pues fue el único que creyó en Heeseung cuando habló de su sueño.
