My destiny (EN DESARROLLO)

Capítulo número cinco: De regreso

Aunque desperté no abrí los ojos, principalmente porque quería guardar la imagen de mi padre en mis recuerdos, era una imagen fresca, no añejada por el tiempo como todas mis memorias y fotos.

La sensación de incomodidad por estar sentada y el tacto de metal en mis muñecas me hizo abrir los ojos. Estaba en la parte trasera de lo que parecía ser un camión, esposada y encadenada al piso de ese vehículo, se parecía al transporte que usan las prisiones para mover a los reos.

—Al fin despiertas, ya me estaba preocupando que tu período de hibernación durase tanto —Escuchar la voz de Zenaida, luego de mi descanso, me relajó.

— ¿Cuánto dormí?

—Pasaron tres días. El descanso de nosotras no es igual al de los demás humanos, puede durar desde un día a dos semanas. Es algo como un método de defensa que nos provee nuestro animal espiritual, para sanar las heridas más rápido —Respondió la rubia, la cual estaba esposada y encadenada, en frente de mí—. Te encontramos ensangrentada al lado del cadáver de un hombre, supusimos que tú le hiciste todo eso, nunca creí que tanta ira cupiese en ese pequeño cuerpo.

— ¿Dónde están los demás? ¿Les pasó algo malo? —Pregunté con desesperación y temor de la respuesta.

—Tranquila, Lynx ya no estaba con nosotros cuando los del proyecto nos atraparon, está a salvo, no puedo dar tanta información, ya sabes que siempre escuchan. Velius, él está en otro transporte, lo tienen sedado mientras lo preparan para las semifinales del proyecto; creo que será algo más ostentoso, porque mencionaron que debemos usar trajes para esos combates, diseñados por algún loco que le gusta vernos morir en la arena —La calma en la voz de la chica me hacía relajarme, si ella no estaba preocupada por los demás, yo tampoco lo estaría de sobremanera.

Asentí con la cabeza luego de la explicación, no quedaba otra cosa, más que aceptar lo que nos esperaba y tratar de no complicar tanto la situación. Tenía la esperanza de que mis amigos y yo llegaríamos a ser parte de los seis mejores.

Junté mis parpados y los apreté, intentaba llamar a Eta, pero no podía, algo bloqueaba mi conexión con ella. Le di una ojeada a Zena y pude notar que me miraba expectante.

— ¿Por qué no puedo llamar a la mariposa?

—Porque estas malditas cadenas fueron diseñadas con un metal especializado, creo haber escuchado que las esposas son personalizadas, para cada individuo, ya que están imbuidas de la sangre del animal espiritual correspondiente, por eso el tenue color rojo —Dijo mi amiga dejándome boquiabierta, la verdad me sorprendí a mí misma, por ser tan ingenua para no esperar el nivel de crueldad de los NT—. La energía mortuoria nos impide comunicar con la vida, por eso nuestro animal espiritual no viene cuando lo llamamos.

Agaché mi cabeza desanimada, mis mechones rojizos colgando a los costados de mi rostro. Odio no poder hacer nada al respecto, nos llevaban de vuelta, pero era una buena oportunidad para destruir la organización desde dentro.

El resto de camino fue silencioso, no muy movido, solo detecté que a la mitad del viaje nos subieron a un tren, por el sonido tan particular de este. Pasaron aproximadamente diez horas hasta que llegamos. Nuevamente esas enormes puertas nos recibían.

Al bajarnos de los camiones, nos dio la bienvenida Obadiah. Tuve que apretar los puños para contener mi ira, lo único que deseaba era saltar sobre ella y torturarla, tanto como pudiese, nunca le perdonaría la muerte de Desmond y mucho menos la mí padre.

—Bienvenidas, de nuevo, a Nessun Tramonto, chicas. Fueron reasignadas a nuevas habitaciones, debido a su historial de mala conducta. A pesar de eso, podrán ver el combate de su compañero dentro de poco.