Hɪɢʜ sᴄʜᴏᴏʟ: 𝐹𝑖𝑟𝑠𝑡 𝐿𝑜𝑣𝑒

00.5

El domingo me había súper enfermado por lo que estuve todo en día en cama siendo cuidada por el abuelo ya que decía que Jay no sabía hacerlo. Además de que me había obligado a no ir a la escuela y en cambio Jay me dijo que si me sentía mejor podía ir, yo me sentía súper bien en la noche asique iba a ir, pero el abuelo decía que no. Al final no le hice caso.

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Me desperté temprano porque me había ido a dormir temprano, asique a las 7am estaba desayunando siendo que a las 8:30 debía entrar, pero tenía media hora de viaje asique normalmente siempre me levantaba a esta hora. Muy temprano.

Jay
Debes tomar las pastillas cada 8 horas, te toca ahora a las 8.

Seolli
¿Debo seguir tomándola?

Jay
Hasta que te mejores sí.

Seolli
Entonces la tomaré en el camino –veo al abuelo levantarse e irse al baño–

Jay
La guardaré –mira a dónde yo me había desconcentrado– ¿se despertó?

Seolli
En efecto...

Jay
Termina de desayunar y vamos...

Seolli
Es una buena idea faltar.

Jay
Es tu cuarta clase, ¿Y quieres faltar?

Seolli
¿Por qué no?

Jay
No, no lo vas hacer. Dijiste que te sentías bien y yo te veo bien.

Seolli
¿Y si me llegó a sentir mal en el colegio?

Jay
Me llamaras o enviaras un mensaje.

Seolli
Nos hacen poner el celular en una caja.

Jay
Irás a dirección a qué me llamen.

Seolli
Jay...tengo sueño

Jay
Esa no es una razón válida. Irás. –termina de comer su tostada– además, Sunoo irá hoy.

Seolli
Tienes razón... podré estar con Sunoo.

Jay
¿Lo vez? Hoy no es tan malo.

Seolli
Bueno...solo está vez tienes una buena razón para ir a la escuela.

Jay
"Esta vez" te voy a dar...

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Llegué a clases y todos los estudiantes estaban conversando con sus respectivos amigos. Yo solo dejé mí mochila y salí en busca de mí gran solecito.

Seolli
¿Dónde está su salón?

Seguí buscando hasta dar con él, literalmente pasé rápido por los pasillos de arriba y ahí se encontraba él, apoyado sobre la ventana mirando los pasillos buscando algo.
Pude ver cómo chicas que pasaban frente a él se les quedaban mirando apreciando su hermoso rostro, pero se molestaron al ver qué aquel adorable chico sonrió como nunca y agitó la mano para saludarme.