Tiempo Presente [One Piece]

9

Ace no se había sentido tan abrumado por una situación desde que perdió la virginidad con Marco; ¿¡Qué tan estresante podía ser una boda!? Entró molesto a la habitación donde vivía con él.

Marco al ver a su pareja entrar con un gran suspiró separó su cuerpo del escritorio y palmeó su regazo, inmediatamente Ace fue hacia él para sentarse encima y volver a jadear exasperante.

— Tú familia es pesada—. Ace bromeó sobre el hombro de Marco mientras se quejaba—. Izo quiere que use un vestido estúpido.

— ¿No te quedará muy ajustado?—. Marco bromeó acariciando la espalda de Ace, simplemente sonriendo, la marca en la espalda de su pareja era satisfactoria—. Sabes, Ace-yoi.

— ¿Mmm?—. Ace murmuró dejando que Marco tocará su piel, simplemente gozando el suave toque.

— Cuando recupere todo lo que perdí-yoi—. Marco murmuró sobre la piel del hombro de Ace—. Recordé también las fantasías que tenía, una de ellas era tener a alguien sobre el escrito—. Riéndose bajo cuando Ace empezó a temblar un poco por lo caliente que se sentía el aliento de Marco—. Y ahora que estoy casado-yoi.

— Pervertido—. Ace dijo divertido, dejando que Marco empezará a darle marcas en la clavícula y sus manos apretaban fuertemente su trasero de Portgas sobre la ropa, divertido cuando Ace recostó su espalda sobre el escritorio dejándole una gran vista de su pecho a su esposo mientras sus piernas aún estaban sobre Marco—. Hemos estado lejos mucho tiempo.

— Oh Ace-yoi—. Marco se levantó un poco para sujetar la cintura de Ace—. Sin duda vas a gritar esta noche-yoi; y te haré solo pensar en mi pene como cuando fue nuestra luna de miel-yoi.

Ace tuvo que morderse su labio inferior y pedir para que su resistencia fuera suficiente para aguantar la fantasía del fénix.

— A-Ah-ug—. Ace solo podía gemir mientras Marco se encargaba de prepararlo sobre el escritorio—. ¡M-Marco!—. Ace sujetó la cabeza de Marco entre sus muslos cuando volvía a llegar al orgasmo—. Joder—. Ace dejo su cuerpo flojo, viendo como Marco se levantaba y limpiaba su boca riéndose un poco.

— Y con eso son seis-yoi—. Marco declaró con diversión, viendo a Ace con la vista perdida y con sus piernas temblando, riéndose cuando lo vio tan relajado sobre su escritorio desordenado—. ¿Estás bien, cariño?

— Maldito—. Ace se quejó con una sonrisa, se había venido una vez por sus pezones, tres por el miembro de su marido, una por sus dedos y la última por un oral—. Me rellenaste como pavo de navidad—. Recordó como Marco llevaba la misma cantidad de orgasmos adentro de él, el colocarle una cinta para evitar correrse fue excitante, ligeramente doloroso y sin duda lo volvería a repetir—. Quiero un baño...

Marco no tuvo ningún problema en sujetar a su pareja y llevarlo a su baño privado, dejándolo en la tina con el agua tibia llenando la bañera mientras el se encargaba de besar la piel llena de pecas, de dedicarle palabras de amor y solo recordarle a Ace que era el único para él hasta que entró con él a la bañera.