Pero no era más que una alucinación ocasionada por el miedo, el dolor y la coca; vi como el espejismo de mi madre se desvanecía como el humo, entre una multitud de trajeados, hombres y mujeres con batas y algunos guardias. Todos asombrados de que hubiera llegado tan lejos y con tan pocas heridas.
Me dejaron en un cuarto de aislamiento con paredes de esponja, una camilla metálica en el centro y una caja colgada del techo; comencé a gritarles que me ayudaran, que todo era un malentendido, pero nadie respondía. Me revisé y me percaté que me habían quitado todo, ya no tenía la bolsa de coca (la cual no se dignó en hacer efecto), el traje, la bolsa, todo estaba bajo su poder. Comenzaba a preguntarme que haría Lenny y Anna si descubren que me habían capturado; primero que nada, estaba seguro que iban a culparme de ser un inútil, para después ser defendido por Lenny y volverme a tratar como su prometido, tal vez intenten golpearme, muy probablemente quien trate de hacer eso sea el enano agresivo de hace rato. Y así es como se fueron largos ratos, divagando, reflexionando y pensando sobre los posibles futuros. Comencé a hablar solo al cabo de un tiempo estando callado, trataba de entablar una conversación donde me regañaba y me daba consejos para no ser capturado otra vez; después traté de imitar a mis hermanas y me hablaba como si ellas me estuvieran viendo, me podía imaginar que iban a decirme si me veían así: indefenso, encerrado, solo, y utilizado. ¿Qué pensaría Yuki si viera a su antiguo cajero en jefe en esta situación? Aunque, no es que me importara mucho, Yuki era una compañera bastante propositiva y alegre, con quien raras veces conversaba. Cada vez que le dirigía la palabra, bajaba la cabeza y asentía eufóricamente; como si quisiera evitar el contacto visual, una lástima porque tiene bonitos ojos. Creí que cambiar el tema en el que pensaba serviría para mantenerme cuerdo, pero solo lo empeoró.
No sabía cuánto tiempo había pasado, pero el silencio y la soledad me estaban volviendo loco. A veces me daban espasmos musculares, en otras gritaba hacia la nada, otras veces lanzaba golpes al aire, incluso, me parece recordar que estuve cerca de 15 minutos (o algo así) riéndome casi continuamente. La desesperación por salir me obligó a tirar la mesa al suelo y comenzar a patearla; intenté desarrollar telequinesis, pero no servía de nada. La única persona a quien le podía leer sus sentimientos, era yo, y pasé mucho rato haciendo que mis emociones rebotaran en mi cabeza, un bucle peligroso, considerando que me pudo ocasionar demencia senil prematura o esquizofrenia. Sip, mamá nos contó de los peligros de nuestros poderes si los usábamos en nosotros mismos; recuerdo la primera vez que intenté anular mis emociones, tenía como 10 años y estaba enojado:
- ¡Odio esta mierda! -lloré frente a papá-
- ¡Silencio, niño idiota! -vociferó- ¿Qué no ves que estoy en una junta importante?
- ¡No me importa tu junta! -reclamé- ¡Así como a ti no te importamos nosotros! Todo el día, todos los días, nos ignoras, nos evitas y nos mandas a la mierda por tu estúpido traba—
- ¡Cierra la boca, Jeremías! -me interrumpió con una bofetada-
Caí de cara y me azoté contra el piso. Una vez neutralizado, papá volvió a su trabajo y yo me levanté en silencio, lo miré con odio y desprecio, pero él ni se inmutó. Me di la vuelta y cerré con un portazo tan ruidoso, que hizo llorar a Jackie del susto, bajé las escaleras corriendo y una embarazada Lucy me recibió abajo con un florero viejo. El señor florero decidió golpearme en la cabeza y caí al suelo una vez más, mientras sentía un líquido cálido recorriendo mi nuca, frente y la parte trasera de mis orejas. Dawn llegó corriendo y empujó a Lucy, quien calló a las escaleras. Jackie lloraba con todo lo que podía, y Carla sólo intentaba calmarla, horrorizada al verme sangrar. Papá bajó con sus características pisadas fuertes, estaba ardiendo en ira. Dawn se alejó y se dirigió hacia las chicas para protegerlas, y para mi mala suerte, yo no estaba con ellas. Papá levantó a Lucy con cuidado y me levantó con un brazo. Me llevó a la cocina y me azotó contra la pared.
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¿Sabes quién es mamá?
Ficção CientíficaUna maltratada familia de 4 hermanas y 1 hermano apenas pueden sobrellevar la carga de ser la escoria de la sociedad debido a unos misteriosos dones que les fueron otorgados. Pero toda su vida cambia cuando a 2 hermanos de la familia deciden empezar...