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Hyunsuk jugaba con el popote de su cajita de jugo mientras esperaba, meneando su cabeza de un lado a otro para quitarse las oscuras hebras de cabello que el viento despeinaba y las cuales cubrían parte de su vista.

Miró el reloj Montreal en su muñeca por tercera vez impaciente, había estado esperando a Jaehyuk durante más de veinte minutos pero el chico aún no daba señales de vida. Todos los días sin falta compartía cualquier mínimo tiempo libre con él (puesto que este era un año menor y por ende no compartían curso) y el que no apareciera, ciertamente, lo dejó extrañado. Ya cansado de esperar se enderezó de anteriormente encontrarse apoyado sobre el barandal de la terraza, siendo acompañado a su vez del ruidoso timbre que anunciaba el fin del descanso.

Llegando a su aula, la situación no fue muy diferente. El lugar estaba completamente vacío y eso le alarmó dado que tampoco se había cruzado con muchas personas en el pasillo. Hyunsuk pensó. No recordaba que ese día hubiese algún evento importante.

—Oh, Hyunsuk ¿Qué haces aquí?—el nombrado volteó hacia la dirección de donde provino aquella dulce voz, encontrándose con su compañero de clase viéndolo de manera neutral.

—¿Dónde está todo el mundo?

—¿No te enteraste?—Choi lo miró confundido—Hoy es la entrega de calificaciones, todos están en el pasillo de la planta baja esperando.

—Oh dios, lo olvidé por completo—se puso de pie, colgando su mochila sobre uno de sus hombros—Gracias por avisarme, Yoshi.

—No hay de qué.

Salió del aula y se dirigió con rapidez hacia la planta baja, teniendo cuidado al bajar los escalones para no provocar un accidente. Llegando al destino el ambiente ya no era tan pacífico como hace unos minutos cuando estaba arriba, las voces de los estudiantes se hacían más potentes a medida avanzaba, encontrándose a una extraña mezcla de alumnos de todos los cursos.

—¡Hyung!—elevando la vista un poco más finalmente vio a Jaehyuk, quien lo llamó repetidas veces mientras agitaba su mano para que lo encontrara al estar rodeado de tantas personas. Como pudo, el mayor se colocó a su lado—¿Dónde estabas? Te busqué por todos lados.

—Mi error, olvidé que hoy era la entrega de calificaciones—responde, rascándose la nuca—¿Cómo crees que te fue?

—Un seguro fracaso, como siempre.

La elevada voz de una estudiante se dio a oír informando la llegada del director, el cual era el encargado de pegar la hoja en la pizarra. Todos los estudiantes allí presentes lo saludaron de forma educada con una reverencia de noventa grados, aunque esos modales se fueron al traste cuando este desapareció del campo de visión ya que ahora todo el mundo estaba amontonado en la pequeña pizarra, empujándose bruscamente los unos a los otros queriendo ver sus notas para poder irse rápidamente y que la decepción en sus rostros no se reflejara ante el público.

Jaehyuk lo tomó de la muñeca y lo arrastró junto a él como pudo, nadando sobre el mar de estudiantes hasta finalmente encontrar un pequeño espacio para los dos y que, de paso, estuviera lo suficientemente cerca para ver lo que decía en aquella hoja.

Se tardó unos segundos hasta por fin encontrar su nombre, quedando totalmente a gusto al ver que incluso había pasado el trimestre con un punto más arriba del promedio. Volteó a ver a Jaehyuk, riendo sonoramente al ver la expresión de asombro que este tenía y como tironeaba de sus propios cabellos dejándolos como un auténtico nido de pájaros, incrédulo.

—¡No me lo puedo creer! ¡Saqué 70!

—Te lo mereces, buen trabajo—Jaehyuk se abalanzó sobre su amigo, festejando como si esa fuera la calificación final incluso si en realidad estuviesen a mitad del año. Aunque, en efecto, era un avance importante.

Bilateral ||SukHoon||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora