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Hyunsuk deja sus acciones en el momento que siente el no muy agradable sabor a goma de borrar después de haber estado mordiendo la punta de su lápiz durante quince minutos, olvidándose de prestar una mínima de atención a la clase.

Ni bien escucha al timbre hacer eco en las paredes del patio cubierto, el azabache se pone de pie y sale del aula, caminando decidido hacia la sala que él junto a sus compañeros del consejo solían utilizar cada vez que había una reunión importante. A veces, simplemente estaban ahí para holgazanear. Cuando entra lo primero que se cruza en su campo de visión son Jake y Sunghoon, quienes se muestran bastantes sumidos en su juego de cartas. En el pupitre de al lado, Soobin lee un libro. Hyunsuk desvía un poco su rostro hacia la derecha, logrando divisar de esta forma a la persona que buscaba.

El presidente del consejo estudiantil, Kang Seungsik, se encuentra sentado frente al escritorio mientras sus manos se ven ocupadas por unas cuantas hojas que se dedica a leer y de vez en cuando pasar una de otra. Ni bien termina de acomodar un puñado, lo deja a un lado y comienza a leer otro.

—Disculpa, Seungsik hyung.

El nombrado, quien hasta ese momento no se había percatado de una nueva presencia en el salón, alza su rostro y lo ve sorprendido, sonriéndole amablemente segundos después—Hyunsuk, hola—el menor devuelve el saludo dando una reverencia—¿Qué sucede?

—¿Por casualidad aun tienes la llave del aula B-2?

—Seguro, ¿la necesitas ahora?

—Por favor.

El rubio deja las hojas sobre el escritorio y se pone de pie, levantando ligeramente la blanca tela de su camisa para desenganchar el llavero de cadena que tenía en el pasa cinto de su pantalón. Después de unos pocos segundos, Seungsik le entrega una llave junto a un pequeño identificador con las siglas ''B-2'' escritas en él.

—¿Puedo preguntar para qué la necesitas?

—El otro día entré para ordenar unas cosas y creo que olvidé algo, solo serán unos minutos—el mayor asiente, convencido de que lo que Choi le decía era cierto.

Aunque ciertamente no lo fuera.

Hyunsuk da una pequeña inclinación antes de salir del aula y, sin perder más tiempo, se dirige al siguiente piso. Hace lo posible por no cruzar palabras con alguien que conociera en el trayecto (evitando al pobre Yoshinori quien de lejos ya le había sonreído) terminando por alzar ligeramente su mano para saludar y seguir con su camino. Finalmente, llega a su destino.

Se asoma un poco por la puerta que da al interior aula, divisando rápidamente a Jihoon junto a Asahi mientras este último le habla de vaya a saber qué cosa, suficiente para hacer reír al de cabello gris al punto de tener que cubrirse los labios al mismo tiempo que echa la cabeza hacia atrás.

—Jihoon.

Tanto el nombrado como Asahi giran sus rostros hacia su dirección (sumado a un par de estudiantes que habían permanecido en el salón) e incluso si eso ya había sido suficiente para ponerlo nervioso, el más bajo no se echa para atrás y le hace una seña con sus manos, alegando a que se acercara. Hyunsuk pasa de las curiosas miradas de los estudiantes y se lleva ambas manos a los bolsillos de su pantalón, intentando aparentar calma.

—¿Tienes un minuto?—le pregunta una vez el chico se encuentra frente a él.

—Sí... ¿Qué sucede?

—Sígueme.

Mientras que los pasos del azabache son decididos, el menor repetidas veces hace el amago de exigir que le dijese hacia donde era que lo estaba llevando de repente después de cuatro días insistiendo en ignorarlo, arrepintiéndose cuando sus ojos se posaban sobre la firme espalda del más bajo. De forma inevitable aprieta sus puños, impotente por como Choi era capaz de prácticamente hacer que obedeciera a cualquier cosa que le pidiese.

Bilateral ||SukHoon||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora