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El día había amanecido y con eso, un meloso Beomgyu se encontraba encima de su hermano mayor abrazándolo como si su vida dependiera de ello. Los abrazos eran comunes entre los hermanos Bang, pero había algo extraño en ésto y eso era que el menor no paraba de frotarse en el torso del azabache, como si se tratara de un cachorro en busca de atención y amor.

— Suéltame Beomgyu — dijo el azabache sintiéndose adfixiado por su hermano menor, los brazos del castaño se encontraban en su cuello al igual que su rostro — Me estás ahorcando cachorro —.

El azabache palmeo el hombro del menor y con delicadeza separó a su hermano de su cuerpo.

— Amaneciste muy cariñoso hoy — Beomgyu arrugó su nariz y ronroneó un poco — Que tendrá de tan bueno humor al niño —.

— No lo sé, pero estoy muy contento hoy — el menor dijo mientras se levantaba de las piernas de su hermano, Bang HyunJin — algo me dice que hoy será un gran día — sonrió mostrando sus dientitos —.

El azabache solo nego con su cabeza y cuando estuvo apunto de irse a su habitación, a medio caminar se
quedó petrificado.

Podía sentir otro aroma en la casa, más bien dicho, en la sala, un aroma demasiado dulce que llegaba a empalagar a su lobo alfa.

No era el olor de su mamá, lo podría reconocer a kilómetros, era algo muy diferente a lo de su mamá Seungmin. Era imposible que fuera a su padre, pues era alfa y este solo llevaba encima el olor de su madre a menos que el lo estuviera.... IMPOSIBLE, su padre Bangchan amaba demasiado a su madre, eran destinados, jamás le podría hacer eso.

Entonces si no era su madre, ¿Quién portaria ese aroma?.

— ¿No ibas a subir HyunJin hyung? — la dulce vocecita de su hermano menor, lo sacó de su pensamientos —.

— Ah.. ah sí — balbuceó el azabache y tomó con su mano su cabeza, el olor lo estaba comenzando a marear — Beomgyu — lo llamó y el cachorro lo miró — ¿no...no notas un aroma nuevo aquí? — el alfa le pregunto a lo que el castaño, lo miró sin entender ladeando su rostro —.

— No hyung — le respondió y se puso de pie — yo solo huelo su aroma, está muy intenso — dijo de manera tierna — huele muy bien, huele a casa —.

HyunJin frunció sus cejas, su hermano había notado su aroma ... Su aroma de alfa. Beomgyu era aún un cachorro lobo, se supone que sus sentidos no estaban del todo desarrollados a menos que....

Entonces ahí captó, la actitud demasiado melosa de su hermano, los ronroneós, el abrazo y su rostro cerca de su glándula de aroma, el olor desconocido....

— BEOMGYU — su madre Seungmin, entró a la sala con rapidez, tomando a su cachorro por las mejillas — Dios mío estás ardiendo en fiebre —.

¿No se suponía que su madre estaba haciendo yoga con sus amigas?.

— Madre, Beom... Beom — HyunJin tartamudea acercándose a su madre, pero está lo hace retroceder cuando le gruñe —.

— No te acerques — Seungmin dijo dandole una mirada afilada — ¿porque demonios no me llamaste? Tú hermano acaba de presentarse —.

Los ojos del alfa mayor se abrieron a la par y retrocedió unos cuantos pasos más, tenía la ligera sospecha de que su hermano se había presentado, pero no pensaba que fuera real.

Beomgyu apenas tenía diecisiete años y normalmente uno se presenta a los dieciocho años, ya cuándo tú lobo se siente seguro de presentarse mostrando su casta.

— Tenía la ligera sospecha — murmuró — se levantó muy meloso —.

— Es que acaso no notaste que Beom traía un aroma extraño que no fuera el de cachorro — los cachorros olían a leche y tenían la esencia de su madre omega —.

— Me duele las mejillas — dijo a duras penas Beomgyu —.

Seungmin lo soltó y río un poco, nervioso.

— Lo siento cariño — se disculpó — ¿Cómo te sientes? —.

— Me siento raro — dijo el castaño sobando sus mejillas— como si algo en mí hubiera despertado —.

El omega mayor, llevó sus manos a la boca, su cachorro había dejado de serlo. Por el aroma que su hijo soltaba, no era difícil de adivinar, Beomgyu se había presentado como un lobo de casta de omega.

— Dioses, en que momento creciste tanto— dijo el omega, melancólico — le llamaré a tu padre, Dios, mi bebé se acaba de presentar —.

Seungmin corrió hacia su habitación, rompiendo en llanto, su segundo hijo era un omega y estaba demasiado feliz por él.

El castaño vió a su madre alejarse y parpadeó aturdido, apenas podía procesar la información que su madre le había brindado.

— ¿Que yo qué? —.

— Felicidades, ahora entiendo por qué desde pequeño siempre has sido apegado a mí — HyunJin le revolvió su pelo —.

— Soy un Omega..... — susurró para si mismo Beomgyu

— ¡YO NO SE COMO SER UN OMEGA! — y bueno, era de esperarse que todo recién presentado, tuviera una reacción así — Como se supone que debo ser siendo omega —.

— Tu lobo te guiará, no estás solo en esto — ánimo HyunJin — aparte, no por ser de esa casta debes cambiar tu personalidad — negó con su cabeza — al contrario la forjaras más — le sonrió —.

>> Me tienes a mi, que te ayudará en todo momento — dijo — menos en tu celo, eso sería muy incesto de mi parte — hizo una mueca — que al parecer está muy cerca — arrugó su nariz al olfatear el dulce aroma de su hermano menor ser más intenso y picoso en señal de que su celo se aproximaba — Iré a hablarle a mamá, creo que me iré de la casa por una semana en lo que te normalizas —.

Ahora Beomgyu era un Omega...  que no tenía ni idea de cómo sería estar en celo, fuera de lo educativo que le había enseñado en su escuela.

Era muy bien sabido que cada omega tenía su semana de calor muy diferente a otras, y Beomgyu descubriría como sería el suyo.

Sería una larga semana para el castaño....

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𝘌𝘭 𝘳𝘦𝘱𝘢𝘳𝘵𝘪𝘥𝘰𝘳 [𝘠𝘦𝘰𝘯𝘨𝘺𝘶] OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora