✦•····• 𝐄𝐥 𝐩𝐫𝐢𝐧𝐜𝐢𝐩𝐞 𝐲 𝐥𝐚 𝐁𝐞𝐬𝐭𝐢𝐚 •····•✦

#3

Había transcurrido la tarde con total normalidad, ambos en la colina hablando sobre su vida, sus gustos, al igual que disgustos, Eda encantada con Raine y Raine sorprendido con cada palabra que Eda decía, en fin pláticas sin sentido que era mucho.

—Entonces, ¿te gusta tocar el violín?—

—Me encanta, es uno de mis pasatiempos favoritos, aunque mi padre piensa que es porque quiero ser futuro líder de aquelarre—

—¿Y no?—

—No, pero no me gusta tocar ese tema...— Raine se fijó en el reloj en su muñeca —¡Oh no! Olvidé que debía ir a clases de violín— gritó el peliverde quien parecía muy preocupado —¿es muy importante? Yo que tu faltaba no creo que se den cuenta —

—Se darán cuenta porque son clases privadas para mí... Eda nos vemos mañana ¿De acuerdo? Iré a casa antes de que le avisen a mi papá que no fuí a mis clases, se enoja demasiado por unas clases— inconscientemente Raine le dejó un beso en la mejilla antes de salir corriendo dejando a Eda medio nerviosa y sorprendida por tal acción.

Él peliverde llegó muy agitado a su casa y entró lo más sigiloso que pudo evitando a varios guardias pero justo en la entrada de su habitación fue detenido

—Raine Whispers ¿Puedes explicarme dónde estabas? ¿y porque no fuiste a tus clases?, tu profesor llamó para preguntarme sobre tí y el porque te tu tardanza— Intentó responder lo más calmado que pudo, pero no podía tartamudeaba demasiado y no pudo sacar una palabra correcta

—¡Jovencito me estoy cansando de esta situación! Cada día más rebelde, cada día más desobediente, vete a tu habitación y te prohíbo salir en una semana y no quiero verte quejándote de nada ¡¿Entendido?!— hubo un silencio antes de un movimiento de cabeza por parte del menor dándole un "sí" al de mayor edad.

Entró a su habitación y se sentó en el balcón, su vida más que ser como un sueño, como lo que muchos describían para alguien de la realeza no era más que una prisión en dónde hasta el más mínimo error es cruelmente pagado, para la edad que él tenía podría estar fuera de casa jugando con sus amigos, pero ese no era su caso, después de todo sabía que todo sería así, solo le quedaba soportarlo y acostumbrarse

A la mañana siguiente despertó con el ánimo un poco decaído, pero desayuno con total normalidad regresando luego de eso a su habitación y recordó lo dicho el día anterior por él mismo "nos vemos mañana" ¿Ahora que se supone que debía hacer?

Sabía que Eda lo esperaría en esa colina pero él no tenía forma de salir, se preocupo mucho y por su mente pasaba la idea de escaparse de casa para buscarla pero eso sería una mala muy muy mala idea, sus pensamientos fueron interrumpidos por un severo golpe en su ventana, la abrió dandose cuenta así que era Darius quien escaló hasta su balcón

—¡Darius que bueno que estás aquí!— Casí gritaba mientras Darius lo vio con una cara de sorpresa —Oye siempre me gritas cuando llegó así a tu casa porque puedo meterte en problemas.

—Lo sé, pero necesito de tu ayuda— Darius cayó en cuenta finalmente — ¡Ohhh! Claro, ya suponía que no podía ser bueno que tú estuvieras tan feliz de verme, ¿me ves cara de que? No voy a ayudarte Whispers… ¡olvidado!— Raine señaló su caja de ahorros — Aunque pensándolo bien, no sería mala idea, te aprovechas que yo ahora no tengo acceso al dinero de mis padres para sobornarme, tramposo— Raine sonrió —Solo quiero que busques a alguien por mí—

—¿eh?— hizo un pausa — Osea que quieres que busque a alguien por tí, ¿a quien perdiste o que?—

—No es eso, verás estoy castigado y quedé de verme con alguien en la colina cerca de la guarida, solo búscala y dile que no podré verla en los próximos días y que la buscaré en cuanto pueda—

—¡Hablas de una chica!... ¿está bonita? — Raine no dudo en responder la pregunta —Ella es hermosa— su mirada lo decía todo, no debía decir mucho, sus ojos hablaban por él —¡Uhhhh! ¡Estás enamorado! — Darius molestaba mucho a Raine y no podía perder está oportunidad para hacerlo — ¿yo? No, claro que no, solo somos amigos es muy agradable hablar con ella—.

—Si claro, no estás, como digas ¿Voy ahora o como?—

—No, espera que sean las 5 de la tarde es la hora en la cual quedamos vernos— Darius mientras tanto se quedó con Raine en su habitación cuidando que el padre del mismo no los encontrara, cuando finalmente dió la hora Darius se fue con la misma técnica que llegó, estuvo esperando a Eda hasta verla y cuidadosamente se acercó a ella saludandola aunque no le hacía nada de gracia

—Eh ¿hola? Seguramente no sabes quién soy, pero me enviaron un con Raine Whispers… ¿lo conoces no es así? Él manda a disculparse contigo, dijo que no podrá venir en unos días porque está castigado, espero comprendas y adiós— Eda no dijo nada simplemente se quedó pensativa

Raine por su lado con violín en mano comenzó a tocar y realmente era bueno en ello, su padre llegó y lo encontró así tan concentrado en su melodía así que no dijo nada y cerró la puerta para dejarlo a solas y estuviera practicando, pues sabía que su hijo tenía un talento con el violín, un talento que debía fortalecer.

Pasados los minutos nuevamente la ventana fue golpeada y está vez al salir vio a Eda sobre su palisman justo delante de él —¿Eda que haces aquí?— preguntó un poco nervioso —Pues convencí a tu amigo para que me trajera, además tenía ganas de verte— Raine tenía las mejillas levemente coloradas y sonreía mientras la veía

— Ves Raine el caballero siempre visita a su princesa, y yo como tú caballero te visito a tí— Era evidente que Eda le estaba coqueteando a Raine pero Raine no entendió y simplemente le besó la mejilla —Gracias por ser tan buena amiga— de nuevo una Eda ruborizada y nerviosa se presentó, mientras ambos hablaban Darius abajo vigilaba que nadie los encontrara porque sabía que sería un problema más para Raine, Eda bajo del palisman para quedarse un rato en el balcón hablando con Raine, un atardecer tan bello se mostró ante ambos, era todo tan bonito, parecía que todo estaba de su lado.

Raine veía al atardecer sin darse cuenta que Eda le observaba a él, Darius desde abajo los veía y estaba tan impresionado con todo, el como Raine estaba tan tonto como para no darse cuenta que Eda lo observaba y el como Eda le veía con tanta dulzura, como si Raine fuera algo tan fuera de este mundo.

Eso hasta que escucharon a Raine ser llamado por su padre —¡Eda tienes que irte!—

—Pero Raine—

—Enserio, adiós, nos vemos en cuanto pueda ¿de acuerdo?— Eda asintió así llendose del castillo.

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La neta no tenía mucha idea pero no había actualizado alv

Pero quizá (no prometo nada) actualice mi otra historia y la biblia Raeda ahorita que tengo tiempo uwu

Los kiero jóvenes

Chaoooo.