✦•····• 𝐄𝐥 𝐩𝐫𝐢𝐧𝐜𝐢𝐩𝐞 𝐲 𝐥𝐚 𝐁𝐞𝐬𝐭𝐢𝐚 •····•✦

#7

Entre sus planes al regresar estaban:
Buscar a Edalyn.
Casarse con ella.
Vivir felices para siempre.

Tal y como pensaba que eran los cuentos de hada de los príncipes, pero en lugar de eso ahora estaba rodeado de gente que apenas conocía.

Lo trataban como superior, pues eso era para ellos. Se inclinaban e incluso algunos se llegaban a arrodillar ante él.

Era incómodo, sin decir de cómo muchas de las brujas de todas las edades le veían de.. esa manera.

Caminó hasta donde la mesa de bocadillos estaba puesta dispuesto a tomar algo de ella pero una mano colocándose sobre la suya lo detuvo, volteó la mirada encontrándose con unos ojos marrones que le veían.

-¿Te puedo ayudar en algo?- Raine trataba de mantener su paciencia, la que parecía estarse esfumando, la chica le sonrió tomando su mano colocando un beso en ella -Majestad.

La cara de Raine había pasado de una sorprendida a una incómoda, no solía ser el tipo de persona que permitía que invadieran su espacio personal y menos tener contacto físico con él, de echo era demasiado conservador con ello.

Retiró su mano de inmediato dejando molesta a la mujer.

-Lamento haberlo incomodado, señor.

-Solo, no hagas eso, desearía que primero me lo hubieras consultado- La expresión de la mujer era de molestia y comenzó a acercarse de más a Raine - ¿O-oye que haces?, acabo de hablar sobre mi espacio personal.

La mujer le sonrió -Vamos, es solo que, su belleza es única y..- Raine estaba asustado, a las demás personas a su alrededores parecía no importarles lo que pasaba, quería hacer algo, ¿Pero que?.

Afortunadamente apareció su padre tomandole del hombro -Bien, suficiente, deja de tratar de acercarte a él o los guardias te sacarán- La mujer se alejó molesta, Raine no entendió bien pero agradeció tanto que su padre apareciera.

-Veo que tus encantos ya están logrando cosas, hijo- Raine lo vió confundido -¡No!, no soy yo, es lo que se supone que soy, como me ven, el dinero... el poder, es todo lo que les importa.

-Eso no es malo, Raine, tu madre y yo nos casamos por interés y sin embargo vivimos bien durante años.

-No había amor entre ustedes...

-Claro que lo hubo Raine, de ahí naciste, pero fue con forme nos conocimos.

-Te casaste con mamá por interés, eso no es algo que me demuestre amor verdadero ni aunque el amor naciera después, yo quiero un amor real, conocerla y amarla desde antes de ello, para llegar al altar por amor, no por interés.

-Raine, entiende, aquí las cosas son así, llegará el momento en cuál tendrás que casarte con alguien con la misma posición económica que tú, así es y siempre se...- Él no quería eso- ¡No!... El día que me case será por amor.

-Baja la voz jovencito, todos comienzan a vernos.

-¡No me importa!, ¡Jamás estaría con alguien solo por interés!- La mirada de los presentes se centró en ellos, el Rey al verse observado decidió simplemente dejar a Raine caminando lejos de él, el otro al verlo marcharse se enderezó bien y caminó hasta uno de los balcones, necesitaba aire fresco.

Se sentía enojado, abrumado, triste... Solo.

Eran demasiadas emociones que lo estaban llevando a colapsar, se sujetó el pecho al sentir un dolor, su rostro se calentó y se sintió tan impotente al comenzar a llorar como si fuera un niño pequeño.

Pero no quiso demostrar su debilidad, nunca lo debía demostrar a los demás, eso le habían dicho con su padre desde que era un niño.

Se limpió rápidamente las lágrimas, nadie podía ver que lloró, nadie podía verlo así de vulnerable, nadie.