Reservado /One Piece / DeuAce / 2/21

Consuelo [ I V ]

Narrado Semipresencial:

Todos me odiaban y lo detestaba, quería gritar que me dejarán de mirar así... Pero tal vez sea demasiado dramático... No quiero molestar a más gente, no quiero ser un problema...

Me siento tan mal... Pero si le digo a alguien solo me llamarán dramático... No importan mis sentimientos en este momento... Solo por ser el menor...

¿Mi opinión no cuenta? ¿Que paso con todas esas promesas de familia? ¿Que paso con todo eso?

La picazón comía mi carne como los recuerdos volvían al sentir sus miradas, las palabras se vuelven un bucle tan interminable que no hay manera de parar sus insultos hacia mi.

No importa si grito, si insulto, si peleo... Nunca soy lo suficientemente fuerte como para alejar todo esto.

Cuando todo volvía a estar bien, siempre me llevaba una nueva corriente llena de pesadillas y dolor.

¿Por qué no puedo simplemente ser feliz?

Pero tampoco me agrada ser feliz, siempre termino volviendo a este agujero sin salida donde mis uñas están tan cansadas y adoloridas de todos mis intentos de escapar.

He logrado a veces subir la cima, pero el peso siempre me trae de nuevo a este lugar.

Donde más y más espacio hay y yo no puedo volar para alcanzar a brillar.

Estoy tan harto de esto, de esta rutina, Pero demasiado cansado como para querer romperla... ¿Y si todo se vuelve peor cuando rompa esto? Pero ¿Y si todo mejora?...

No... No va a mejorar porque yo soy un D y lo que menos tenemos es suerte, siempre nos traen desgracias como si hubiéramos sido hijos de los demonios todos y fuimos condenados a llevar esta mala suerte al caer como angeles.

¿En serio me acabo de considerar un ángel?... Que egocéntrico.

Me cuestiono tantas cosas, Pero no hay nadie lo suficientemente paciente como para escuchar tanta estupidez.

Oh bueno... Todos excepto tu...

— ¿Pecas? — Por favor no me dejes caer ante la oscuridad... — ¿Estás bien? —

Abrí mis ojos, luego de un pequeño ataque de narcolepsia, que me hacían volver a ese lugar de oscuridad, luego de todo el tiempo nunca es suficiente para poder soñar o alcanzar a poder experimentar que es un sueño.

— ¿Ace? — Levanto mi mirada para poder admirar a mi pirata favorito, el cual no duda en saltar al abismo cada vez que me lleva la marea — ¿Te encuentras bien? —

Mis manos se mezclan en tus pelos azules, donde se contrae los colores, Pero no hacen que sea imposible la único o el tacto de tu piel blanca, dónde hay pequelas cicatrices las cuales me se de memoria al poder tener las mismas, tus ojos azules igual que el mar, o tal vez al abismo del cielo, tu mascara que demuestra quien eres, tu ropa donde muestras todo de ti, quien eres... Cómo eres...

En verdad no puedo mirar nada más que belleza en ti y me pregunto como alguien como yo pude llegar a enamorar al cielo.

Aunque esté en un principio me abandono y me tiró al infierno, vuelve a abrir sus alas ante mi perdón.

— ¡Oye! — Recibí un pequeño golpe, el cual solo me hizo sonreír del calor hogareño que podis sentir, una sensación que contigo se vuelve cada vez más satisfactoria — Te estoy hablando —

Sonreí, mientras tus manos juegan con mi pelo alborotado y yo solo tocó la piel del ángel... Sin poder creer que estoy acariciando un ángel.

— Lo se... — Nuestros corazones laten como siempre lo han hecho, separados pero cada uno bailando a su propio ritmo... Tal cual como tú puedes guiarme o tu ser mi guía... Me da igual... Mientras estés siempre — ¿Te he dicho cuando Te amo? —

Tu sonrisa brilla al igual que mi vida...

— Demasiadas — Sonries y cada vez nuestras caras están más cercas, dónde no veiamos más allá de nuestros ojos que en lo que pasará afuera, el tacto solo era para poder verificar que no estaba soñando o tal vez llegue al cielo, nuestros narices rozando y tú respiración me daba un pequeño cosquilleo en mis labios los cuales no se cansan de recibir todo tu amor — Pero no las suficientes —

El baile iniciaba donde la música era lenta y no podíamos separar nuestras corazones que daban pasos tan diferentes, donde tú me sujetabas y yo me guiaba a través de tus pasos que me dejaban sin aliento al pensar en lo magnífico que es poder estar contigo.

A nuestro ritmo, la melodía podría cambiar, pero no me interesa mientras pueda bailar contigo.

Y poder experimentar tantas cosas en solo un segundo, es lo que yo llamaría poder vivir.

— Que gay eres — Todavía no podemos separarnos, tal vez porque no había la nacido para separarnos si no para estar más que unidos.

Solo me miras y te ríes al ver el el color de mi cuerpo.

— Mira ¿Quién habla? — No pude evitar reír, para todos seremos hermanos, mejores amigos, capitán y subcapitán... Pero para mí eres único y yo para ti soy exclusivo... No importa cuanda gente intente ir tras de mi...

Millonarios... Nobles... Marines... Gente que aprecio... Nunca llegan a mi corazón, porque siempre estarás tu para poder marcar mi vida.

Tal cual como esa isla lo hizo conmigo.

— ¿Crees que en algún momento dejen de odiarme? — La atmósfera nunca cambio, aunque tú estabas preocupado al igual que yo, pero tú y yo podemos hacer lo que sea juntos.

Puedo contarte tantas estupideces, pero siempre te acuerdas de cada una de ellas...

No importa si es la más grande tontería que comento... O que hago, siempre estás hay para poder recordarme que soy.

— Lo harán... — Mi cuerpo descansaba encima tuyo y las cobijas eran el calor que tanto recuerdo y adoro — Tarde o temprano —

Ninguno estaba seguro si eso iba a suceder, pero tampoco iban a descartar esa posibilidad. Puede que todos los odien tanto como para darle las torturas de los que se atreven a dañar a la familia de Barbablanca.

¿Quien sabe? Puede terminar muriendo por ellos, por la propias manos de su familia.

Al igual que olviden y recapaciten y dejen de odiarme, lo más seguro Marco terminará enamorándose de alguien más... No sé va a morir por un chico como yo.

O eso espero... No quiero perderlo... Todo sería más fácil si simplemente pudiera hacer algo para que está ansiedad me este matando.

— Deja de sobre pensar — ¿Soy demasiado obvio para ti? — No es tu culpa, ni la de nadie... —

Tu tacto es tan tranquilo que simplemente no puedo evitar hundirme en mis sueños contigo a mi lado.

— No podemos luchar contra el mar... Solo podemos dejar que nos guíe, es parte de la aventura, capitán —

No pude evitar sonreír, ante esos recuerdos que me vuelven a dar el consuelo que tanto necesito.

— Maldito poeta... — Me acurruque más en tus brazos que nunca me soltaran o me abandonaran.

Un beso se coloco en mi cabeza y no hay necesidad de repetir los te amo como para poder recordar lo tan valioso que era el uno al otro.

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Procede a revivir entre los muertos.

Buenas, gracias por los votos, comentarios y vistas se les aprecia.

Recuerden que valen igual que los truenos, entre tanta oscuridad, Pero siempre habrá un momento el cual brillar y dejar a todos atónitos.

Perdón por mis fallas de ortografía.

Y sin más Bayyyyyyyy