Capítulo XXXI

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Mi hermana está muerta.

Desperté sobresaltada, me toqué el rostro en cuanto lo sentí húmedo. Estaba llorando.

Recordé toda la conversación con Caden, como había revelado la forma en la que él había sobrevivido todos estos años y la verdad sobre el pasado de Lavagna Being.

La verdad sobre pasado más bien.

Quise volver a llorar cuando el golpe de emociones llegó. El rostro de mis padres biológicos seguía atormentandome y fuera de eso aún habían demasiadas cosas para digerir al mismo tiempo, el reloj marcaba las 2:01 de la mañana. Era muy temprano para hablar con mamá, necesitaba enfrentarla y aclarar porqué me había mentido todos estos años, ya que no encontraba razón para ocultarlo.

Cuando fui a levantarme para buscar una pastilla y así intentar volver a dormir un movimiento en el marco de mi ventana incapacitó mi acción.

-¿Qué haces aquí?

Sabana resopló y entró por completo en mi habitación.

-Veo que te levantaste malhumorada.

-No estoy para juegos, la verdad no quiero saber nada sobre ustedes ahora mismo.-Dije a la defensiva.

-Pues finge que no estoy.- Dijo hurgando entre mis cosas.

-¿Qué quieres?

-Nada. Caden me envió para vigilarte y monitorear la reacción a las inyecciones de Oliver, puede que te pongas desesperante, oh cierto, ya lo eres.

Bufé.

-Deberías sentirte halagada, te ganaste la atención de otro Lavallé.-Dijo como si nada.

-No me interesa tener que conquistar a otro integrante de esa asquerosa familia.

Se rió sarcástica.

-Ay basta con el drama. Lo superarás algún día.

-¿Drama?-Me puse furiosa ¿es que ella no lo entendía?- no sabes por lo que he pasado, ni siquiera estuviste en esa sala para escuchar como me contaban la verdad.

-No estuve ahí porque no quise ¿qué tenía que presenciar? ¿Cómo la increíble y tan esperada Lavagna Being se enteraba de la verdad? Yo tengo mejores cosas que hacer querida. Deberías estar agradecida. Pudiste tener una vida normal lejos de Century a diferencia de nosotros.

-Todo eso es una minoría cuando te das cuenta de que mi hermana puede morir gracias a mi tonta habilidad.

Rodó los ojos con fastidio.

-No entiendo como Edrik se pudo fijar en una chica que tiene la cabeza tan hueca. No es culpa de tu habilidad tonta, ves el futuro ¿no? Bueno, lo de Sara es algo que tenía que pasar, no lo provocaste, simplemente lo supiste antes; ahora asúmelo y vive con eso.-Siguió toqueteando mis cosas.

-Estás loca ¿no tienes sentimientos o qué?

-Los tengo pero aprendí a como controlarlos cuándo la vida se vuelve una mierda. Te aconsejo, una mente fría será tu aliada para estas situaciones.

-¿Y tú en qué situaciones tuviste que hacerte la fría? No pareces de las que han sufrido mucho.

Me miró como si fuera una intrusa.

-De verdad que estás mal. ¿No lo aparento? Tú no sabes nada sobre mí.

-Digo lo mismo.

-Oh cariño, ya me sé toda esa historia de como sobreviviste heroicamente a ese accidente que amenazaba con tu vida.-Dijo con burla y alzando la voz unos tonos.- Yo sé eso ¿pero tú? ¿Conoces la historia qué está detrás de esto?- Se señaló a si misma.

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