❖Capítulo 3❖

380 33 5
                                    

No recordaba dormir tan bien, tampoco recordaba cuándo había caído dormido.

Cuando abrió los ojos se encontró con un techo que no reconocía, luego de 10 segundos es que recobró su memoria.

Su cuerpo estaba algo entumecido, seguramente su querido Saihara no lo dejó mover toda la noche, de lo fuerte que lo tenía agarrado, como si fuera un osito de felpa tamaño humano.

— ¿Qué haces durmiendo en la cama de Saihara?

— Ah... — observó por donde provenía la voz, la puerta — ¿Harukawa-chan?

Parece que apenas había llegado, con una pequeña bolsa colgando de su brazo. No parecía estar sorprendida pero confundida.

— Toujou me dijo que estarías acá y que Saihara al fin ha despertado...

Pero no esperaba ver esto”, seguramente pensó ella.

— Nishishi, Saihara no puede separarse de mí, ¿no es lindo?

— Como sea.

Tampoco parecía sorprenderla eso, el hecho de que Saihara estuviera apegado a él. Rodó sus ojos y dirigió para salir de la habitación.

— Seguramente te hubiese gustado que Momota-chan hiciera lo mismo contigo.

— Si no me necesitas, me iré. — dijo con rapidez queriendo callarlo, sonaba molesta.

— ¿Eh? Pero acabas de llegar, ¡prepara algo de comer para nosotros!

No lograba apartarse de Saihara, con suerte gracias a eso no recibía esos pequeños golpes en su cabeza de parte de la mujer.

— No, tú sabes cocinar por tu cuenta.

Sin dejar que Ouma dijese algo más, cerró la puerta para que dejara de hablar y se oía los pasos de ella alejándose y la puerta de la entrada siendo golpeada.

— No sabe aguantar una pequeña broma.

— ¿...Ouma-kun?

Casi se olvidaba de que estaba durmiendo con la persona más bella del mundo, y al recordar eso dejó volver un pequeño rubor rosa en su rostro.

— ¡Saihara-chan, al fin despiertas! Harukawa-chan estaba de visita pero tú seguías dormido.

— Oh, bien

Otra vez, no parecía importarle suficiente eso... Volvió a cerrar sus ojos para dormir una vez más.

— ¡A despertar, Saihara-chan! Ya son las... — revisó su celular que estaba al lado encima de una mesilla de noche — ¡1:37 PM!

Había dormido lo suficiente, en realidad esperaba haber dormido más que eso pero bueno, 9 horas de sueño no es malo.

— No quiero...

Al final tuvo que levantarse él mismo zafándose del gran abrazo que tenía encima, y eso logró también despertar a Saihara quien se veía molesto por lo hizo (aunque se veía igual de tierno molesto, como siempre).

— Tendremos que hacer el desayuno... almuerzo y luego ir a la casa de esa rubia oxigenada — murmuraba para él mismo luego de salir del baño ya aseado.

Se estiró un poco al salir y fue en busca de Saihara, quien extrañamente no estaba ni en un centímetro cerca de la puerta del baño. Ouma se alivió al ver que no estaba en el baño.

¿Pero dónde se encontraba Saihara?

Pasó por el cuarto otra vez en caso de que haya vuelto a dormir, no estaba. Pasó por la sala, no estaba. La casa de él no es grande, más bien tenía el espacio promedio de un apartamento mediano; solamente quedaba la cocina.

Y ahí estaba, fregando algo y luego yendo a cortar lo que limpió. Sorprendente aún sabía cocinar... no debería de extrañarse, le cambiaron su personalidad no le borraron la memoria.

Ahora que lo tenía en duda. ¿Era el efecto del rayo duradero? ¿Era permanente? Realmente no le importaba mucho porque al final, Iruma tendría que reparar lo que hizo. Pero quizás Saihara ya haya vuelto al ser el mismo de antes.

— ¿Saihara-chan? — llamó para confirmar.

— ¡Ah, Ouma-kun! — y esa sonrisa al verlo confirmó que nope, seguía siendo el Saihara 2.0.

— ¿Qué estás haciendo? — se acercó con cuidado.

Estaba cortando cebolla, con lo que cocinaría junto el pollo que estaba al lado al parecer. Aún sabiendo eso al observar, miró a Saihara con curiosidad para saber qué respondía.

— ¡Preparando el almuerzo! — lo decía de forma tan alegre.

Si Saihara fuese más abierto así antes, pero Ouma prefería molestarlo y que el otro se avergonzara o enojara, era más divertido con esas reacciones.

— ¡Qué bien! Entonces iré a descansar un poco en la sala.

Aprovechó con que el otro haría todo el trabajo duro por él. Hey, igualmente lo ofrecía él mismo cocinar, no podía negarlo cuando ya estaba preparando los ingredientes.

Pero cuando dio unos seis pasos hacia la sala, oyó un pequeño quejido de Saihara y el cuchillo resonar en la tabla de cocina.

— ¿Estás bien, Saihara-chan? — trató de fingir no tener preocupación al ver una pequeña cortada en el dedo del otro.

Era una cortada como cualquiera pero le dolía verlo en Saihara.

— E-estoy bien, solamente una cortada. — sonrió buscando papel para limpiar la sangre.

Saihara nunca fue bueno mintiendo.

— Ven, — sostuvo la muñeca suavemente para llevarlo a una silla — quédate ahí.

Ouma Kokichi no era alguien que solía mostrar preocupaciones ni cuidado a otras personas, siempre era él y él mismo, eso intentaba aparentar.

— Saihara solamente ibas a cortar un poco de cebolla, ¿cómo pudiste herirte? — preguntó con un tono de burla mientras limpiaba con alcohol la cortada.

— Ah... solamente no me fije... — su voz se oía distante, probablemente distraído, mientras Ouma secaba el alcohol y cubrió el dedo con una curita.

— ¡Pues den más cuidado la próxima vez! ¿Cómo el pobre de mí comerá si la comida tiene sangre...?

Cuando se fijó en Saihara, vio el rostro de él rojizo admirando donde le había ayudado Ouma con la herida. Con que eso se estaba distrayendo.

— ¡N-no te preocupes, haré lo mejor para complacerte! — con mucho ánimo, volvió para la cocina en un disparo.

— ¡Espera, Saihara-chan, era una broma no tienes que hacerlo! — fue tras él temiendo lo que podría hacer más con una herida recién hecha.

¿Las curitas normales no son realmente útiles si lo mojas, sabías?

**•̩̩͙✩•̩̩͙*˚ ˚*•̩̩͙✩•̩̩͙*˚*

Saihara se cortó a sí mismo sabiendo que Ouma le sanaría la herida <3

Cambio de PersonalidadWhere stories live. Discover now