❖Capítulo 5❖

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Estaba agradecido de volver, poder descansar y comer. Claro, Ouma era alguien que rebosaba de energía pero su pequeña charla con Iruma fue agotador, más ahora teniendo que lidiar con alguien que quería pero no conocía. Se tumbó en el sofá que no le pertenecía para descansar un poco.

Saihara fue quien cocinó la comida viendo que, de alguna manera, Ouma estaba cansado. ¿Y quién era él para quejarse? ¡Se alimentó y ahora estaba relajándose! Aunque... extrañamente Saihara no estaba haciendo nada más que mirarlo en una esquina. Suena mal pero ya empezaba a acostumbrarse a un obsesionado e impulsivo, verlo tan tranquilo... era raro y sentía que algo malo podría pasar.

— ¿Saihara-chan? — llamó con una voz baja mirando por donde se encontraba él.

El detective se veía pensativo, pero no se asustó cuando fue llamado ni mostró una sonrisa al tener su atención. Raro, ¿estaba recuperando ya su personalidad original?

— ¿Saihara-chan? — llamó otra vez — ¿Pasa algo? Te veo estando en las nubes, ¿acaso ya no me quieres? ¿No me vas a seguir dando tu preciado atención? — preguntó en broma fingiendo un puchero triste, lo cual hizo al otro reaccionar de golpe.

— ¡No, no, no! ¡Obviamente aún te quiero, mi querido Ouma-kun! — se lanzó a decir mientras envolvía al otro en un abrazo, uno que apretaba sus costillas.

— ¡Entonces! D-dime en qué estás pensando — pidió tratando de apartarse del abrazo.

Pero Saihara se quedó callado mirando al suelo, como si fuese un cachorro cuyo cometió un crimen, pero Saihara no había hecho nada aún para verle de esa forma. Eso preocupó ligeramente a Ouma.

— ¿No puedes decírmelo?

— Lo siento...

Sentía que algo andaba mal pero no tenía la energía suficiente para seguir presionando al detective, tampoco veía que Saihara iba a hacer algo por ahora porque solo se quedó al lado de Ouma en calma, así que solo suspiro y lo dejaría para mañana, con los demás problemas y solución.

Vio su celular con ojos pesados, pasando por unos mensajes antes de apagarlo y dejarlo a un lado, ya totalmente cansado.

— ... ¿Qué te parece si vamos a dormir? — sugirió viendo el rostro cansado y adormilado de Ouma, acariciando su cabello - Yo te llevo.

Ahí Ouma se dio cuenta de su error y lo que hizo Saihara. Pero no pudo decir nada y su cuerpo se dejó llevar por el más alto, cargando por él hacia su cuarto. Ouma tampoco pudo seguir con sus ojos abiertos y fue consumido por el sueño con rapidez.

Sintió como lo bajaba a la cama con cuidado, luego un beso en su frente mientras lo arropaba... y cayó profundamente dormido.

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Cuando su conciencia volvió su pecho no dejaba de llenarse con ansiedad y preocupación que pronto lo harían despertar. Se levantó de un golpe, o más bien solo se despertó de golpe porque su cuerpo seguía inmóvil. No sabía si fue arropado con fuerza por las sábanas o fue atrapado con una soga.

Había bajado tanto su guardia, si tuviese una mano libre se pegaría su cara ahora mismo por lo estúpido que fue. Sus ojos y mente seguían mareados por los efectos de la droga, esperaba que fue solamente un tranquilizante y no lo que usaban los criminales para drogar mujeres.

Se sentía débil pero aún podía moverse (de lo poco que podía), así que supuso que era más por el sueño. Debía de mantenerse despierto porque el segundo que cierre sus ojos otra vez, estaría seguro de que caería inconsciente nuevamente.

Ahí pudo oír una puerta abrirse, su cabeza flojamente giró por donde el sonido provenía, tratando de enfocarse lo mejor que podía. Su visión borrosa viendo una figura humana caminar cerca de él, era obvio quién era.

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⏰ Last updated: Apr 01 ⏰

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