En Mil Vidas

VII: Balltz.

En un evento de caridad, Cross y Nightmare se encuentran disfrazados, sin reconocerse el uno al otro. A medida que comparten la pista de baile, la química entre ellos es innegable. Sin embargo, cuando los disfraces caen, se enfrentan a un dilema sobre si pueden superar sus roles predefinidos.

—Debe ser una broma...—Susurró Cross con incredulidad mezclada con frustración al revelarse finalmente frente a él la persona con la que había estado bailando durante toda la noche, cerrando sus ojos y arrugando su nariz bastante molesto y cuestionandose a si mismo como es que no había logrado darse cuenta antes para evitarse aquel mal rato, pero ya era quizás muy tarde, por ende se resigno y de mala gana decidió saludar a la persona frente a él.—Nightmare....—El héroe gruño para luego suspirar en derrota.

Lo ocurrido ese día y lo que lo había llevado a esa situación en primer lugar fue la invitación a un baile de máscaras, el después de todo era un héroe y se lo habían otorgado como una especie de premio por la misma razón, Cross al principio se había negado a asistir pero al no encontrar nada mejor que hacer con su tiempo termino por ceder y fue durante la tarde de ese mismo día que había llegado, vestido con una máscara sencilla que cubría parte de su rostro y un elegante traje negro, refinando y al cual en definitiva no estaba acostumbrado, lo incomodaba más cuando había llegado su incomodidad rápidamente fue distraída por la elegante melodía de un vals que flotaba en el aire mientras los invitados se mecían en el salón de baile, ocultos tras máscaras intrincadas y vestidos lujosos. Cross, al principio no hizo más que vagar por las esquinas de el salón, agradecido de saber que su identidad estaba protegida bajo la máscara que usaba sin embargo su atención y entusiasmo fue rápidamente presente cuando, resplandeciendo en la luz tenue, había sido cautivado por la presencia enigmática de un hombre, vestido en un traje negro y con su rostro oculto bajo una máscara de color negro y detalles dorados, que sin embargo no ocultaba de el todo su belleza.
Cross sintiéndose atraído por él y la forma en la que el hombre se movía en la pista, decidió acercarse a él, algo vacilante y tímido pero entusiasmado por entablar una conversación.

Oh y debió de ser una alerta el como tan solo en sus primeras palabras ambos sintieron una extraña conexión, como si se conocieran de años y claro, lo que siguió entonces fue que Cross invitará a el misterioso hombre al baile, aunque la verdad sería más bien al revés pero de cualquier forma ambos llegaron a la pista de baile.
El baile era una danza de misterio, sus pasos sincronizados como si hubieran bailado juntos muchas veces antes y a medida que giraban y se movían, la tensión crecía, palpitante y eléctrica, entre sonrisas y comentarios al azar, como un secreto compartido entre ellos mientras sus miradas se encontraban y se apartaban.
Y cuando finalmente la música cesó, él hombre misterioso sonrio con cierta picardía, dándole a el héroe la indicación de que lo siguiera para que pudieran seguir hablando con más privacidad, oferta que Cross acepto encantado y algo nervioso, entonces ambos dejaron la pista de baile y el hombre tomo el antebrazo de Cross con delicadeza más firme, llevándolo a un rincón más tranquilo en uno de los balcones de el edificio y Allí, rodeados por la noche estrellada y el suave murmullo de la brisa, la tensión seguía presente.

Habían pasado algunos minutos conversando y entre coqueteos y sonrisas habían decidido mostrar su rostro al otro, sin saber que eso les daría la peor decepción posible y cuando finalmente las máscaras cayeron, revelando a Cross y Nightmare tal como eran, en lugar de un momento de revelación y pasión, el aire se volvió denso con sorpresa, decepción y hostilidad.
Pues mientras Cross era un héroe, su acompañante había terminado por ser un villano al cual de hecho había estado enfrentando por años, suficientes años para conocerse lo cuál explicaba esa extraña conexión momentos atrás.

—Cross—Gruñó Nightmare con un tono de burla, su voz teñida de amargura y sus ojos fijos sobre la figura sobre él, en definitiva tampoco estaba feliz con la revelación y claro no tenía pena en demostrarlo.—No esperaba encontrarte aquí..." Nightmare desvío su mirada un segundo con cierta incomodidad mientras hablaba con una voz fría y distante, pero intentando a su vez sonar algo burlón para molestar a Cross.—No sabía que podías bailar y mucho menos con los mismos que juraste proteger.—

Cross alzó la barbilla, irritado por las palabras interrogatorias de el villano pero manteniendo su expresión firme y desafiante.—Y tú, Nightmare, pareces haber cambiado tus fechorías por trajes elegantes. ¿Es este tu nuevo enfoque para robar?—  Cross preguntó con una leve sonrisa claramente fingida, después de todo estaba acostumbrado a tratarse con sarcasmo e ironía tratándose de Nightmare.

Las palabras eran afiladas, como cuchillas chocando en el aire. A pesar de la atracción palpable que habían sentido en la pista de baile, la animosidad que los había enfrentado en el pasado seguía presente y superaba a lo demás por mucho.

—No estás aquí para salvar el día, ¿Verdad?—Espetó Nightmare, quién era fácilmente irritable hasta la menor falta de respeto o burla hacia él, cosa de la cuál Cross alguna vez se burló diciendo que era sensible.—Solo estás disfrutando de la atención, de ser el héroe.—

Cross apretó los puños, sus ojos chispeando con determinación y claro enojo, Nightmare lo sacaba de sus casillas demasiado fácil para su comodidad. —No tienes idea de por qué estoy aquí y tampoco finjas conocerme Nightmare...—

Las voces se elevaron, sus argumentos eran como fuego cruzado en la oscuridad. Pero a medida que la discusión se intensificaba, también lo hacía la conciencia de que algo más estaba en juego. No eran solo palabras, sino años de rivalidad y resentimiento lo que se enfrentaba en ese balcón, mezclado con la vergüenza y el recuerdo de sus anteriores momentos en los cuál habían encontrado una curiosa química la cuál ahora ninguno de ellos quería reconocer.

Finalmente, con una mirada de desprecio, Nightmare dio media vuelta y se alejó, no deseando pasar un solo segundo más en esa incómoda situación con uno de sus enemigos más odiados.—Este baile no cambia nada, Cross. Seguimos siendo enemigos.—

Cross observó a Nightmare alejarse, su pecho ardiente con emociones conflictivas. No había esperado una conexión, un momento en el que las barreras se derrumbaran lo desconcertaba tras el odio que ambos habían sentido por tanto tiempo y solo la distancia entre ellos parecía la solución, pero la duda de saber que en otras situaciones podrían llevarse bien lo empezó a carcomer.

Con un suspiro pesado, Cross miró por encima del balcón, perdido en sus pensamientos mientras la brisa nocturna llevaba consigo el eco de lo que podría haber sido, pero no fue. Sin más palabras, él también se alejó, dejando atrás el balcón y las sombras de una posibilidad.

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Me demore un montón, porque entre la inundación de Chile, mi muela de el juicio y mi déficit de atención no pude escribir antes 👍🤭