VI: Ángel caído.

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En el ocaso de la guerra celestial, el cielo se vio sumido en la tragedia y la desolación. Los ángeles, una vez tan unidos y llenos de esperanza, caían uno tras otro, arrastrados por la corrupción y la ambición. La batalla había sido feroz y despiadada, dejando el firmamento salpicado de destellos de luz que se extinguían en el abismo.

Nightmare y Cross, ambos heridos y cansados por la guerra, se encontraron finalmente en un campo de batalla teñido de rojo y humo. Sus ojos se cruzaron, y por un breve instante, todo el dolor y la angustia parecieron disiparse. Pero sus miradas se llenaron de amargura y resentimiento.
La guerra había alcanzado su clímax devastador. Ángeles caían uno tras otro, convirtiéndose en demonios o desvaneciéndose en la oscuridad.

Sus alas, una vez brillantes y majestuosas, ahora estaban desgarradas y manchadas de sangre y la cicatriz en la mejilla de Cross recordaba las batallas que había librado con valentía. Por su parte, de las alas de Nightmare se desprendían a cada momento plumas pues estaba perdiendo su divinidad, él lucía aún más serio y sombrío, marcado por la tristeza y la culpa.

Ambos se miraron fijamente durante un momento, y el silencio pesado se convirtió en el preludio de una confrontación emocional. Cross, con determinación y dolor en sus ojos, rompió el silencio. "No puedes continuar por este camino, Nightmare...No eres así, no eres un demonio... ¡Eres un ángel! Y en el fondo ¡Sé que todavía hay bondad en ti!"

Nightmare, al escucharlo, endureció su mirada y sus palabras resonaron con frialdad entre el silencio del caos. "¿Y qué sabes tú de mí, Cross? La guerra me ha mostrado la verdadera naturaleza del cielo y el infierno, la ambición y el poder son la esencia de la existencia y ahora lo veo..." Nightmare desvío su mirada un segundo, mordiéndose los labios con cierto nerviosismo antes de hablar una vez más con firmeza. "¡No puedo quedarme aquí y seguir siendo cegado por ilusiones de amor y bondad!"

Cross se acercó con paso vacilante, sus ojos llenos de lágrimas sin embargo su expresión se notaba molesta, más bien frustrada, pues quería que Nightmare se quedará. "Pero, ¿qué es el poder sin amor? ¿Qué es la gloria sin ti? ¡Ahora más que nunca estás perdido en la oscuridad!" Cross gritó en desesperación, sintiendo como a cada momento Nightmare se alejaba más de él. "¡Te ruego que vuelvas a mí, que dejemos atrás esta pesadilla y volvamos a ser quienes éramos!" Suplicó, extendiendo su mano hacia Nightmare rogando por qué se quedará.

Sin embargo, Nightmare se alejó aún más, apartando la mirada lejos y hablando con una voz fría y cortante. "Ya no hay vuelta atrás, Cross, la guerra ha cambiado algo en mí, algo que ya no puedo deshacer...Es mejor que nos olvidemos del pasado y sigamos nuestros caminos separados" Nightmare estaba completamente decidido y ni siquiera su amor por Cross logró hacerlo ceder.

"¿Por qué, Nightmare? ¿Por qué has elegido este camino?" Preguntó Cross, con la voz quebrada por la tristeza y el dolor, sus ojos no dejaron a Nightmare en ningún momento."Hemos sido amantes en el cielo, compartimos momentos inolvidables ¿Cómo puedes dejarme?"

Nightmare se mantuvo en silencio por un momento, luchando consigo mismo para no mostrar su vulnerabilidad en el momento más esencial. "¡No puedes entenderlo, Cross! ¡No puedes comprender mi sed de poder, mi deseo de trascender! Ya no soy el ángel que conociste, y no me atormentes con tus súplicas" Respondió con frialdad.

Cross se aferró a la esperanza de que, si tan solo pudiera llegar a lo más profundo del corazón de Nightmare, podría hacerlo cambiar de opinión y con ello en mente rogó una vez más, con lágrimas cayendo por su rostro. "Nightmare...Te amo...Te adoro profundamente...y sé que aún me amas...Mi amor...podemos superar esto juntos si tan solo-"

"¡Se acabó Cross! ¡Ya no puedo quedarme contigo!" Nightmare gritó, interrumpiendo a Cross, sus alas habían perdido por completo sus plumas y la guerra estaba llegando a su fin, ya no quedaba tiempo...

Cross suspiro derrotado, sabiendo que ninguna  de sus palabras estaba teniendo el efecto deseado, pero aún así intento convencer a Nightmare, observándolo fijamente en silencio, rogándole con su pura mirada pero Nightmare, envuelto en sus propias sombras, murmuró con tristeza, antes de girar y alejarse. "Adiós Cross..." La figura de Nightmare se alejó entre el humo y las llamas, antes de desaparecer de el lugar por completo, pues Nightmare se había ido al Inframundo, del cuál nunca iba a volver.

Y así, en ese sombrío campo de batalla, se rompió el último hilo de esperanza para Cross y mientras la guerra llegaba a su fin, el cielo quedó en silencio, lleno de ángeles con el corazón roto.
La guerra finalmente llegó a su fin, pero los ángeles que quedaron estaban destrozados, con el corazón roto y llenos de dolor. El cielo, una vez lleno de luz y esperanza, ahora se sumió en una oscuridad melancólica.

La pérdida de tantos seres queridos y el desprecio de aquel que alguna vez fue su amante dejó un vacío inmenso en el alma de Cross quién, incapaz de soportar el peso de la pérdida y el amor no correspondido, se retiró a un rincón solitario del cielo, mirando las estrellas, tratando de encontrar consuelo en su resplandor, pero solo encontró el vacío que había dejado Nightmare en su corazón.

Los días pasaron, pero el dolor de la partida de Nightmare no se desvaneció, las cicatrices en el cielo eran un recordatorio constante de lo que alguna vez fue un amor brillante y apasionado.
En la soledad de la noche, Cross lloró lágrimas amargas por lo que podría haber sido, y en su corazón, guardó la esperanza de que algún día, tal vez, Nightmare encontraría su camino de regreso hacia él.

Con el paso del tiempo, la paz regresó a los reinos celestiales, pero la tristeza persistió. Los ángeles que quedaron se unieron en su duelo y en la memoria de aquellos que cayeron. Cada estrella que brillaba en el cielo recordaba a los ángeles perdidos, incluyendo a Nightmare, cuya luz se había apagado para siempre.

Cross, a pesar del dolor que sentía, encontró fuerzas para seguir adelante, llevando consigo el recuerdo de su amado y jurando honrar su memoria. Cada vez que el viento soplaba y susurros de aquellos tiempos felices llenaban el aire, Cross se aferraba a la esperanza de que algún día, en algún lugar, su amor sería eterno una vez más.

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Esto lo hice pensando en mi historia de ángel caído así que no sé, espero les gustará.

https://archiveofourown.org/works/45318415

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