El Fin de la Víctima

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"En la oscuridad más profunda, cuando enfrentamos a nuestros monstruos internos, a veces descubrimos que la verdadera víctima es la que yace dentro de nosotros, clamando por comprensión y redención, sobre una verdad inminente de quiénes somos

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"En la oscuridad más profunda, cuando enfrentamos a nuestros monstruos internos, a veces descubrimos que la verdadera víctima es la que yace dentro de nosotros, clamando por comprensión y redención, sobre una verdad inminente de quiénes somos."

Capítulo 5

Ser una víctima, se refiere a una persona que ha sufrido daño, perjuicio o alguna forma de abuso, ya sea físico, emocional, psicológico o social, como resultado de las acciones o circunstancias fuera de su control. Todos, en algún momento de nuestras vidas, hemos sido víctimas y victimarios. Pero el ideal que deberíamos aspirar, es en no ser ni en lo uno ni en lo otro. 

El peligro de mantenerse en el estado de víctima radica en que puede tener un impacto negativo en la salud mental, emocional y la calidad de vida de una persona. Algunos de los riesgos de permanecer en este, es tener dependencia emocional, se identifican en exceso con el papel que pueden volverse dependientes de la compasión y la atención de los demás. Esto puede dificultar la construcción de relaciones saludables y el desarrollo de la autoestima.

La falta de empoderamiento, hace que se sienta impotente y sin control sobre su vida, y esto puede llevar a una sensación de indefensión y desesperanza. También está, el peligro de repetir patrones,  lo que los hace dañinos en sus relaciones o en su vida en general, ya que pueden haber internalizado la idea de que son indignas o merecedoras de maltrato. Por consiguiente, lleva a la persona a un impacto en su salud mental, haciendo que desarrolle problemas como la depresión, la ansiedad y el trastorno de estrés postraumático. Y finalmente, lo lleva a un aislamiento social, alejando a los demás debido a su constante necesidad de que le compadezcan y le atiendan.

La noche había caído finalmente, y Emma y Clara habían compartido su última comida del día, tratando de disfrutar de esos momentos de tranquilidad que se les ofrecían. 

Clara dejó a Emma acostada en su habitación, siguiendo su rutina nocturna de oraciones y canciones que las ayudaban a enfrentar las pesadillas. Emma recitó sus palabras con voz suave y Clara le dio un tierno beso en la frente antes de salir del cuarto, asegurándose de que su hija estuviera cómoda y segura.

Bajó a la sala, como solía hacer, para encender la televisión y escuchar las noticias que no quería que Emma oyera. La pantalla parpadeó y las imágenes revelaron una noticia impactante: 

—Cinco cuerpos de niños a quienes consideraban desaparecidos han sido encontrados en Brookside en estas últimas seis horas, y nos informan que siguen buscando —dijo la periodista, con seriedad, mientras fotos de los niños se mostraban en la pantalla—. Todos las personas han denominado esta trágica historia, como "El Terror de Brookside", un acto que nos tiene a todos conmocionado.

Lo peor, es que seguía comentando que todos los cuerpos habían sido devorados, como si una bestia hubiera cazado a esos inocentes niños. La noticia mencionaba que la bestia parecía estar en el bosque cercano, lo que aumentaba aún más la sensación de peligro en el aire para Clara. No podía asegurarlo, pero comenzaba a creer que debían salir de ese maldito pueblo.

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