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Presente

De todos los escenarios posibles en los que me hubiera imaginado a los veinticinco años, jamás se me hubiera cruzado por la cabeza estar buscando departamento desesperada luego de haber estado conviviendo con mi novio por 3 años. Bueno ex novio, aun no me acostumbraba a aquellas palabras, pero de a poco debía afrontarlo. Martín me había dejado por otra. No era la primera vez que me engañaba, pero yo como idiota lo había perdonado tantas veces ya que no me sorprendía. Estaba como anestesiada por sus engaños y mentiras. Incluso creía que si él no me hubiera echado y me hubiera dejado en la calle, lo hubiera perdonado o le hubiera implorado que volviésemos a intentarlo. Pero esta vez sí había tocado fondo y ya no había vuelta atrás.

Viví unas semanas de arriba en la casa de mi mejor amigo Juampi pero la idea de entrometerme entre él y su novio Luciano, ya me estaba pesando y si bien ellos decían que podía quedarme el tiempo que me fuera necesario, yo sentía que tenía que salir de ahí y buscarme un lugar para mí y para mi gato. Al menos me había dejado llevarme a Rocky. Algo de corazón le quedaba a Martín. O tal vez él no quería ni al gato.

Aquella tarde tenía una entrevista en un departamento para ver si me gustaba. Era pequeño pero me alcanzaba para pagar el alquiler y vivir con mi sueldo de docente así que esperaba que me gustara y que estuviera disponible. Era cerca del centro y me quedaba cómodo para ir a mis trabajos.

Al llegar recorrí el living que era pequeño pero venía amueblado con un sillón, la cocina era parte del living pero estaba bien, después de todo no cocinaba mucho. El baño era decente y la habitación era luminosa. Juanpi me había regalado una cama vieja que tenían así que tomé las medidas y cabía perfectamente.

—Si no hay ningún inconveniente quisiera mudarme la semana próxima, aceptan mascotas ¿verdad?— le dije al agente inmobiliario, pero antes de que pueda responderme se escuchó un ladrido proveniente del departamento de al lado.

—Sí, aceptamos mascotas. El departamento como le comenté, ya está disponible para ser alquilado, así que luego de hacer el papeleo correspondiente podrás mudarte tranquila. Bienvenida a tu nuevo hogar, Daniela.

Me encantaba como sonaban aquellas palabras, por fin iba a tener mi lugar y lo iba a poder decorar como yo quisiera. Desde que había terminado la secundaria había pasado de relación romántica en relación romántica y tres años atrás al poco tiempo de conocer a Martín, decidí mudarme con él para escapar de mi madre y sus constantes problemas.  No es que yo no me preocupase por ella, pero nos llevamos mejor así, sin convivir. Desde que me padre había muerto cuando yo era adolescente, nuestra relación se volvió bastante tóxica y ella dependía demasiado de mí. Así que en cuento tuve la oportunidad de mudarme con Martín lo hice. Quizás por eso también aguanté de todo a su lado.

Cuando le dije a Juampi que me mudaría él se entristeció pero sabía que era por mi bien. Éramos amigos desde la secundaria, fuimos novios unos meses pero la cosa no funcionó entre nosotros y años más tarde el me confesó que era bisexual. Hacía años que estaba en pareja con Luciano y le hacía bien, lo centraba y lo hacía estar un poco más tranquilo.

—Seguro que Luciano va a ser una fiesta cuando me vaya.

—No seas así, si él te quiere.

—Sí pero en el fondo sé que no perdona nuestro pasado.

—Éramos unos niños y solo salimos unos meses, ya tendrías que haberme superado. Es por eso que no conseguís un novio como la gente. ¿Ves?

—Te das cuenta que sos un tarado, ¿no?— le contesté y le tiré un almodón en la cara. Parecía que los años para él no pasaban nunca.

Solo quedamos vos y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora