Capítulo 3-Parásitos

15 1 0
                                    

Narra Andy

Fui despertando en la calurosa mañana de Texas recordando que en doce horas teníamos que estar en el escenario. Abrí la cortina que daba ligera privacidad como una pequeña frontera entre mi cama y el pasillo, me levanté, me estiré y comencé a caminar rumbo a las escaleras. En el trayecto, mientras iba pasando entre las demás camas, escuchando ligeras respiraciones y uno que otro ronquido de Jinxx, me encontré frente a la de Mandy. La cortina de su cama estaba cerrada pero su mano y su pie descalzo se asomaban entre esta. Quise ser su mejor amigo picando con mi dedo la planta de su pie para hacerle cosquillas. Ella de inmediato despertó y reaccionó:

—¡Oh! ¡'Pérate, ramero! ¡Deja dormir, culero! —inconscientemente, reclamó en español con su voz aguardentosa.

—Ya es hora de levantarnos, Mandy. Hoy hay concierto —le respondí también en español, quería ver cuánto tiempo tardaba en darse cuenta.

—Pero es hasta la noche —se talló los ojos—. ¿Qué hora es?

—7:50.

—¿¡Y a esa hora me vienes a pinches molestar?! —se cubrió la cara con la cobija de manera tosca—. ¡No mames! Ni de pedo me levanto.

—Tienes qué. Aún te tienes que bañar.

—No.

—Sí. Ya te toca. No te has bañado desde el último concierto.

—Solo han pasado tres días.

—Por eso. Ya te toca —insistí.

—¡Ah, qué hueva! —se quejó—. Wey... ya, déjame descansar.

Y me ignoró tratando de volver a dormir aun con la iluminación tan potente del autobús. No me rendí, comencé a palmearle la espalda como tambor mientras decía su nombre repetidas veces. Como no funcionó procedí a prender la luz de noche que tenía al interior de su cueva.

—¡Cómo chingas, a la verga! —reclamó casi gritando.

Arrojó su mano hacia mi tratando de darme un zape el cual logré esquivar. Seguido de otro y otro golpe muy suave que eran tan descoordinados que de vez en cuando me alcanzaban a pegar en el torso. Mandy se volvió a quejar al ver qué no me rendía y apagó la luz de nuevo.

Luego apreté el botón que abría un pequeño pedazo de pared que cubría una ventana que daba al exterior. Ella y CC eran los únicos que gozaban el privilegio de poder ver lo que pasaba afuera desde la comodidad de sus camas. Sin embargo, esta vez para Mandy fue un tormento ya que el sol primaveral de Texas pegaba de ese lado del autobús y todos los rayos le cayeron sobre su cara. Cual vampiro, gritó y pataleó. Por un momento sí pensé que se convertiría en polvo.

—¡Arriba! —dije

Para poder sacarla de la cama, la tomé de un pie y comencé a jalarla pero ella se resistió. De pronto, llegó Ashley quien, sin preguntar el contexto, la tomó de la otra pierna y le aplicó una llave. Ash no fue muy duro con ella pero aún así la hizo gritar de dolor, solo así despertó por completo, ya había regresado al mundo real.

—¡Ya, ya! Me rindo, me rindo —dijo Mandy palmeando la mano de Ashley como en las luchas—. 'Ta weno. Ya me meto a bañar.

—¿Por qué de pronto hablan en español? —preguntó Ashley al escucharnos.

—Ah, es verdad. What the fuck? —exclamó ella en ambos idiomas y continúo en inglés—. Se me cruzaron los cables porque soñé que estaba en México y hablaba español con la gente.

—Solo falta un mes para dar concierto allá.

—Lo sé —ella dio un brinco al suelo para bajar de la cama—. Pero ya lo extraño. Solo llevo tres meses de no ir y ya me puse nostálgica... ¿O será que estoy ovulando? —dijo cómica.

BVB: La Sexta Integrante-Bring the War (Cuarta Temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora